Finalmente y en un desesperado intento por adaptarme al siglo XXI (aún llevo una calculadora pesetas-euros en el bolsillo), de decidido grabar un podcast con las aventuras de este gilipollas que suscribe.
Les invito a escuchar el primer capítulo y... ¡Suscríbanse ustedes a mi podcast, por el amor de Dios!