"El secreto del éxito es la honestidad. Si puedes evitarla... está hecho" (Groucho Marx)

13 mar 2015

La porque yo lo valgo

En mi incansable búsqueda del amor horizontal no tarificado, he conocido cientos de mujeres (incluso algún travieso) y puedo asegurar con orgullo que todas me rechazaron (excepto el travieso). No es que yo sea un tipo despreciable pero soy hombre y eso, a los ojos de la mayoría de las mujeres, me hace más despreciable que encantador. Cuando el machoi pretende encandilar a cualquier hembra, se ve obligado a desmontar todos los mitos que aseguran que en la búsqueda del amor, el hombre es un ser despreciable. Aclaremos algo, esta afirmación es erronea: el hombre no busca el amor. Mentimos para follar, sin más. El amor son daños colaterales que ham de ser evitados.

¿Pero como seducir con mentiras a una mujer a quien nada impresiona? Los hombres mentimos para impresionar porque creemos que impresionar nos llevará al follar. ¿A que somos básicos? Pues ustedes las mujeres siguen empeñadas en cambiar eso y en que seamos honestos. Son ustedes las que no aprenden nada. El hombre es despreciable porque es hombre, intentar cambiar eso sería como intentar que Belén Esteban se sacase el graduado escolar.

Conocí a “porque yo lo valgo” hace tres dias, ella era una mujer rondando los cincuenta, pelirroja y con un peinado al estilo príncipe de Beckelar que la hacía parecer un travesti perdido en un descampado. Vestía ropas que ocultaban casi todos sus encantos (si es que los tenía). Con esto quiero decir que la mujer podía ser simpática (que tampoco) pero guapa aun menos. 

Aunque deben saber ustedes que para creerse la mejor yegua del establo no tienes que ser la más lozana sino la que más corre.

 -Mira –comenzó ella blandiendo un gintonic frente a mi rostro- yo tengo la autoestima a la altura de los cohetes que se dirigen a la Luna. Soy una tía divertida, inteligente, guapa, capaz, con un gran trabajo, cariñosa. Soy la mejor tia que puedes conocer. Ni lo dudes.

Sus palabras sonaban razonablemente bien, eran las palabras propias de una persona segura de si misma que no necesita que los demás la halaguen. Pero había algo en ese discurso que no me cuadraba. Ni a mi ni ustedes ¿verdad?

 -Permíteme una pregunta, pelirroja –dije poniéndome en pie y dirigiéndome al resto del bar como si yo fuese el fiscal y ellos el jurado- Has dicho que en los últimos meses has tenido cincuenta citas a ciegas. ¿Es eso cierto?
 -Si –contestó ella desconcertada.
 -Entonces contesta pelirroja... ¿si eres tan maravillosa porque has necesitado cuarentainueve citas más con otras cuarentaineve víctimas?
 -Nadie me resulta interesesante.
 -O sea. La culpa siempre es de los demás... Pero veamos: tu pelo parece una ardilla muerta que se te ha caído en la cabeza, vistes como si acabases de salir de un todo a cien con ropa cinco tallas mas grandede lo que necesitas, te faltan la mitad de los dientes y eres más fea que un frigorífico por detrás.. Además, eres una soberbia, solo te escuchas a ti misma y desde que nos hemos conocido solo haces que hablar de tu trabajo. Cosas todas, incluido tu peinado, que me resultan tan atrayentes como un gato atropellado en una noche de lluvia.
 -Tú tampoco eres una maravilla.
 -Pero yo no me vendo. Yo soy consciente de lo lamentable que soy y no pretendo vender mi Ferrari cuando en realidad conduzco una oxidada bicicleta infantil.
 -Que poco te quieres –dijo ella dando un último trago al gintonic.
 -Existe una gran diferencia entre ser realista y quererse poco. Es una diferencia tan abismal como creerte la pieza más cara de la joyería cuando en realidad eres un par de bragas de rebajas en un centro comercial abandonado.
 -¿Tratas así a todas las mujeres?
 -No, solo a las lerdas como tú.

Evidentemente no volví a ver a la “porque yo lo valgo”. Tampoco voy llorando por las esquinas por ello. Mujeres hay muchas, casi tantas como bares. Mi vida puede que no sea todo lo feliz que podría pero al menos no me engaño pensando que soy Cristiano Ronaldo y, sobre todo, no pretendo que el Real Madrid me fiche por cientos de millones.

Mi regate no es tan bueno. Queda demostrado.




25 comentarios:

  1. Me acabo de dar cuenta de que eso que nos cuenta de que todo le viene bien, no es así en realidad. Por lo que veo, usted también tiene sus filtros...

    Cordiales saludos.

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    1. ¿Que yo tengo filtros? Venga usted con ropa de encaje y verá cuantos filtros tengo...

      Siempre suyo
      Un completo gilipollas

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  2. Personalmente, no me agradan las mujeres que tienen mala opinión de si mismas. Quizás Ud. se vió en una situación exageradamente contraria, pero una mujer sin autoestima es un caso perdido, al menos para mi. Si no se trata bien a si misma, no podrá tratar bien a los demás.

    Aunque siempre podría decirle que se aplique la regla nº 2 de Bill Gates para la vida: "Al mundo no le importará tu autoestima. El mundo esperará que logres algo, independientemente de que te sientas bien o no contigo mismo."

    Y ahora que lo pienso, a Ud. podria aplicársele la nº 1: " La vida no es justa, acostúmbrate a ello."

    Saludos cordiales sin la mano en el bolsillo.

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    1. Prefiero la regla numero 3: ¿Cuanto por un completo con copa incluida?

      Siempre suyo
      Un completo gilipollas

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  3. Muy chistoso relato, con el ingenio de la casa aunque nos deja sin comprender para que salió con una tía que le parecía tan fea como la descripción y encima pesada.
    O quizás el motor de la ficción por sí misma le forzó a vivir ésta interna realidad.

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    1. Pues, como dice el refranero popular... "No hay mujer fea por donde mea"

      Siempre suyo
      Un completo gilipollas

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  4. ufff que mujer tan insoportable.

    Mi problema es que no me se vender. O me vendo demasiado barata. Igual nadie me compra. Será que necesito teñirme de rubia boba?

    vamos, que no sé si lo valgo...

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    1. Usted vale mucho, el problema es que la tienda donde la venden a usted está demasiado lejos.

      Siempre suyo
      Un completo gilipollas

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  5. Muy buena reflexión. Esa chica realmente no se quería. Cuando tienes una buena autoestima no te hace falta decirlo. Puede ser que incluso fuera disfrazada para la ocasión y te soltó esa chulería como escudo de su propia inseguridad. En fin...

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    1. Gracias querida. Realmente la chica no quería. ¿Usted quiere? (acabo de poner dos cirios, quince barritas de incienso y nueve rezos a la virgen de los imposibles para que la respuesta sea: SI)

      Siempre suyo
      Un completo gilipollas

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  6. Ay, la autoestima o su ausencia, el venderse o no venderse. El problema es nuestro por querer complicarlo todo de más, con lo sencillo que sería acercarse a un hombre y decirle: "Tú, yo, a la cama, ahora."

    Acabo de llegar, me quedaré unos días.

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    1. Bienvenida. El día que una mujer me diga "Tú y yo, a la cama, ahora" creo que comenzaré a creer que Dios existe realmente.

      La respuesta será siempre: "A sus ordenes señorita Rock'N Roll"

      Siempre suyo
      Un completo gilipollas

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  7. Querido hijo mío, tenga usted cuidado con esas mujeres de valía tan dispar que no se sabe nunca si son de temporada o permanecen inalterables tooodo el aňo.
    En su búsqueda incansable del amor horizontal no tarificado, vaya más allá del blanco inmaculado merengue. Si pretende regatear en corto hay colores más sufridos a la par que seductores. Y no sea sumiso, está demodè.
    Siempre suya, La Abadesa

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    1. ¿El rojo "me visita una vez al mes? ¿O el marrón "he comido demasiados tacos mejicanos? Seguro que esos colores son mas adecuados. ¿A que si?

      Siempre suyo
      Un completo gilipollas

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  8. Que de todo lo dicho me quede con la palabra "lerda".....pero es que me he reído tanto!!!
    Saludos, m.

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    1. Gracias querida... muchas gracias. Que alguien te diga que se ha reído contigo es lo mejor que puedes experimentar (placer carnal aparte)

      Siempre suyo
      Un completo gilipollas

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  9. Es que no ha visto usted mi nevera por detrás. Riamos, riamos... al menos ese placer no debemos olvidarlo.

    Siempre suyo
    Un completo gilipollas

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  10. ¿Que le está pasando Sr Gilipollas? No ha intentado liarse con ella

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    1. Debe ser que mi paciencia es menor que mi deseo...

      Siempre suyo
      Un completo gilipollas

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  11. Gracias señor Gilipollas por hacerme reir con todas sus entradas.
    Sonia

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    1. De nada querida, aunque sepa que otras cosas me gustaría hacerla además de reír.

      Siempre suyo
      Un completo gilipollas

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  12. El problema es que por muchos bares que haya, cuando realmente los necesitas, están cerrados...

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    1. Sucede lo mismo que con las mujeres...

      Siempre suyo
      Un completo gilipollas

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  13. No es más fácil sino un "follamos?" que toda esa parafernalia, seguro que de los 50, a 5 se ha tirado, estoy segura, porque hombre también los hay desesperados, y porque no, con pelo ardilla también. Alomejor le hubiera gustado y tendría un grato recuerdo entonces.

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