"El secreto del éxito es la honestidad. Si puedes evitarla... está hecho" (Groucho Marx)

27 dic 2011

Resúmenes y propósitos




Cuando se acerca el final del año, miles de solitarios que vivimos en las redes sociales comenzamos -sin el menor pudor- a exponer nuestros propósitos para el año que está a punto de comenzar. Puede que un resumen del año a punto de caducar. Somos tan inocentes que creemos que un día en un calendario puede cambiarlo o resumirlo todo. Como si los políticos corruptos fuesen menos corruptos el año que viene porque este año ya han cerrado la campaña 2011 de corrupción. Olviden eso de dejar de fumar y adelgazar o apuntarse a un gimnasio o volver a leer. Eso puede hacerse cualquier día del año. ¿O acaso solo el 1 de enero nuestras ex nos borran del Facebook? Cualquier día es bueno para la desgracia. Cualquier día es bueno para que te despidan, te atropellen o sintonices Intereconomía por error. La desgracia no entiende de fechas señaladas.

Pero es que la felicidad tampoco.

Y como soy un completo gilipollas no voy a resistirme a confeccionar mi particular resumen del 2011.

El 2011 ha sido el año de los indignados quejándose contra políticos y banqueros, de banqueros quejándose de pobres que son incapaces de pagar sus hipotecas y de políticos quejándose de otros políticos. Ha sido el año de la queja global. Eso que nos une y nos convierte en una especie animal donde los gritos y las malas caras son nuestra forma de relacionarnos. Al fin tenemos un objetivo global: quejarnos del tipo que tenemos a nuestro lado porque actúa o piensa diferente a nosotros. O simplemente quejarnos porque a ese tipo le regalan trajes y a nosotros no. La queja tampoco tiene porque ser bienintencionada. Cuestión de perspectiva. Como el cine en 3D.

Pues a quejarse mas, que la risa provoca arrugas y hay que envejecer terso y estupendo aunque para ello debamos estar permanentemente cabreados.

Este ha sido también el año de Mariano Rajoy, ese señor que parece un leñador de Nebraska al que –un mal día- un tronco le dio en pleno rostro. Don Mariano ha ganado las elecciones. ¿Su mérito? Bueno, lo tenía todo a favor y si no hubiese ganado las elecciones los del PP lo habrían puesto de encargado del turno de fin de semana en un McDonald’s. Lo tenía todo a favor, de acuerdo. Cuando eres George Clooney y estas frente a una top-model completamente borracha es difícil no llevártela al catre. Ha dicho Mariano que deberá hacer recortes. Querido Mariano ¿Qué crees que llevamos haciendo los últimos años? Recortando nuestras vacaciones, nuestros vermús y recortando el número de gintonics que nos bebemos en los clubs de carretera. Este año ha sido el año de Mariano Rajoy pero viendo la que se avecina no se si se le presenta el peor año de su vida.

Al menos él tiene trabajo, ahora mismo no es el mejor trabajo del mundo, pero es un trabajo.

Este ha sido el año del auge y la caída de los programas del corazón, dispuestos a todo por una décima más en el ranking de las audiencias. Para todos ellos mi más sinceras pedorretas. Y por favor, que alguien le diga a Belen Esteban que tiene la nariz torcida. O que le regale un espejo para reyes.

También ha sido el año -una vez más- de las redes sociales. Ahora cualquier tonto, como el que suscribe, tiene cientos de "amigos" en cualquier red social que le siguen y le ríen las gracias. De nuevo el 3D y las perspectivas. Digamos las cosas por su nombre: los hombres utilizamos las redes sociales para buscar a nuestras ex novias (y un caluroso reencuentro) y las mujeres utilizan las redes sociales para ver si sus ex novios tienen unas mujeres más guapas que ellas. No sirve para mucho más. Bueno, también para jugar a ser granjero virtual o para comprar gadgets mas innecesarios que una televisión en una noche de bodas.

Ha sido el año de la caza y captura del dictador, un divertido y reconfortante deporte que debería ser olímpico. Siempre ganarían los Estados Unidos. Nos llevan demasiada ventaja en eso. ¿Se imaginan el tiro al plato lanzando dictadores en vez de platos? Yo me apunto siempre que lancen cambien políticos y banqueros. Bueno, y también al perro de mi vecino, que no deja de ladrar por las noches. Es mas divertido matar a los que no piensan como nosotros que dialogar con ellos. Además, si les matas siempre puedes conseguir el premio Nobel de la Paz o una caja de gambas congeladas a buen precio. Ser menos malo también tiene su recompensa.

¿Cómo ha sido su año? Y sobre todo… ¿Qué esperan del año que viene? Dicen los budistas que si no esperas nada, nada podrá decepcionarte. ¿En serio van a hacer caso a alguien que bebe en un cuenco de madera y no sabe lo que es un teléfono móvil de última generación? Yo espero lo de siempre: fornicio. Mucho fornicio, claro. A poder ser con  una mujer. O varias. Pero fornicio al fin y al cabo. Si todos fornicásemos mas habría menos políticos corruptos, menos guerras, menos tontos, pero sobre todo… menos mala leche.

A fornicar y feliz 2012.



22 dic 2011

Critica de "El Cascanueces" (Teatro Coliseum de Barcelona 15/12/2011)



La otra noche, por pura casualidad, acudí a un espectáculo de esos donde señores hacen moverse a señoras. No se equivoquen, no estuve en ninguna sala de porno en vivo. Era un espectáculo de ballet. Y se preguntarán ustedes que diablos pinto yo en un lugar como ese. En efecto, yo me pregunté lo mismo, aun me lo pregunto. El ballet es solo para un publico ávido de una buena siesta o con una vida tan emocionante como un caracol reptando por un árbol en primavera. Y ahora que lo se, lo afirmo con rotundidad. El ballet es una perversión cultural solo comparable a servir patatas sin ketcchup o a prohibir el topless en las playas. La cultura de hoy en día es es Belén Esteban, los anuncios de esa señora que trae lejía del futuro o los partidos de futbol. El ballet ya no es cultura. Y además, es aburrido. Siguen preguntándose como es que acabé en un teatro viendo ballet ¿verdad? Pues porque me salió gratis, simplemente. No leas aburriré a ustedes con la carambola del destino que me llevó hasta allí pero cuando comenzó el espectáculo con unos señores maquillados como travestís en carnaval y unas esqueléticas muchachas que saltaban sobre la punta de los dedos de sus pies y sonriendo al publico como si llevasen una sobredosis de prozac, pronto me di cuenta de que la noche no iba a resultar memorable.

No les voy a contar de que va "El cascanueces" (que era la obra representada) porque no creo que ni los mismos bailarines lo supiesen pero baste decir con que habían ratas, muñecos y un mago. Vamos, como en un espectáculo de José Luis Moreno solo que sin música de los 80 y sin aceite corporal. Al principio todos iban vestidos con pesados ropajes de época, incluso algunas bailarinas iban vestidas de hombres, vamos... que de nada servía que danzasen porque no había ni un asomo de bragas clásicas en aquel ballet clásico. Pero lo que yo desconocía es que en el primer acto todos van vestidos como en un botellón en un descampado en pleno invierno. Y entonces llegó el segundo acto, momento en que los bailarines aparecieron enfundados en prietas mallas, momento de suspiro colectivo de las espectadoras féminas (y algún que otro desviado) y momento en que yo me hundí en mi butaca y me tapé los ojos para huir de lo que se asemejaba mas a un campo de nabos que un espectáculo de ballet. Dicen que todas las comparaciones son odiosas, pues sepan ustedes que viendo aquellos cartones de tabaco (superaban con creces el tamaño "paquete"), el que suscribe sintió que guardaba entre las piernas la herramienta mas diminuta de toda la ferretería. Si son hombres y en algo estiman su hombría, huyan de los espectáculos de ballet. O eso... o conviertanse en bailarines para enfundarse en mallas rosas sin la menos vergüenza. Así pues me dediqué a intentar ver las enaguas de las mozas mientras a mi lado, una muchacha morena y pizpireta que iba vestida como si acabase de salir de la sección de perfumería de El Corte Inglés (y a juzgar por su olor, de ahí venía), roncaba profundamente. Dicen que "allá donde fueres, haz lo que vieres" e imitando a la bella moza, me dispuse a dormir hasta que el espectáculo acabó. Por eso no tengo mucho mas que contar.

Bueno, si... una cosa, ayer vi en el cine la ultima película de Misión Imposible y  -gracias a Dios- Tom Cruise no sale enfundado en unas mallas. Mi recomendación cultural para estas navidades es que se olviden del ballet y vayan ustedes al cine a ver ostias, explosiones y tetas. Lo demás es pura fachada.

Ah, felices navidades a ustedes también, panda de desviados.



14 dic 2011

Mamá, quiero ser artista.

 
 
Cuando era joven siempre quise ser vedette de El Molino. Por si ustedes lo desconocen, El Molino era un cabaret ubicado en el Paral.lel de Barcelona donde alegres mujeres (que no mujeres de vida alegre) bailaban y cantaban convenientemente desvestidas mientras jovencitos de dudosa sexualidad daban vueltas cual moscas alrededor de la vedette vestidos con plumas y tangas de color plateado. Era una época donde lo sugerente adquiría todo su significado, una época ahogada por los grandes espectáculos y el porno en Internet. ¿Quien va a pagar para verle medio pezón a una vedette que tuvo épocas mejores cuando en Internet tiene cientos de pezones de todas formas y tamaños? Ahora el arte de sugerir solo funciona en la intimidad de una cena de empresa. El cabaret de El Molino se cerró para siempre y así se mantuvo durante muchos años hasta hace poco, cuando algunas personas con mas dinero que sentido común, decidieron rehabilitar el edificio y volverlo a poner en funcionamiento. Imaginen mi gozo al pasar frente al restaurado El Molino y comprobar que volvía a estar en funcionamiento. Me apresuré puertas adentro y pregunté en la recepción cuando hacía las audiciones para el nuevo cuerpo de baile. Que alguien que con mi físico pregunte por el cuerpo de baile provocaría carcajada, mofa o escarnio, siempre estoy preparado para eso, la gente se ríe de mi físico solo porque no conocen mi intelecto. Si no... se reirían de ambos. Pero para lo que no estaba preparado era para recibir la noticia de que todos los espectáculos que estaba programados ya tenían sus respectivos cuerpos de baile contratados.
 
 -¿Y vedette? ¿Tienen vedettes? -pregunté en última instancia- Yo podría serlo, canto razonablemente bien, no me caigo del escenario y esta misma noche puedo comenzar un estricto régimen de biomanan y leche desnatada.
 -Ya no hay audiciones para este tipo de espectáculos.
 -¿Y mi oportunidad? No se pueden ustedes gastar dinero en restaurar un edificio tan maravilloso como este para luego desposeer a los ciudadanos de sus sueños.
 -Pruebe en la ONG "vedettes sin fronteras".
 -¿Existe?

La mirada de burla de la mujer me dio a entender que no estaba hablando en serio. Intenté protestar airadamente pero dos fornidos muchachos vestidos de negro me dieron a entender que ese no era el camino, cogiéndome de los brazos y lanzarme a la (puta) calle.
 
Por mis 187 kilos que esos gañanes no iban a destruir un sueño. Nunca permitan que dos tios forzudos destruyan sus mejores sueños. A no ser que sus mejores sueños aparezcan precisamente dos señores forzudos, claro.
 
Esa misma tarde fui a una tienda de chinos, compré unos pantys, también compré una almohada que abrí en canal cual psicópata de película barata y con todas las plumas que contenía me las pegué a mi desnudo cuerpo una a una con pegamento superfuerte. Y de esta guisa, encima de unos zapatos de tacón de color rojo y convenientemente tapado con una gabardina, me dirigí al caer la noche a la puerta de El Molino.
 
El espectáculo comenzaba a las diez de la noche y pronto comenzaron a arremolinarse en la puerta los espectadores esperando a entrar. Era mi momento. De gloria o no. Pero era mi momento.
 
-Queridos amigos y amigas -comencé alzando la voz todo lo que podía- es triste de pedir pero mas triste es de robar. Y yo no quiero robar el protagonismo a los profesionales que van ustedes a contemplar ahí dentro así que voy a pedirles que vean mi espectáculo, aquí en la calle y cuando entren en el teatro reclamen también una oportunidad para esta pobre vedette que soy yo.
 
Y diciendo esto dejé deslizar sensualmente la gabardina por mis hombros descubriendo mi cuerpo desnudo dentro de unos pantys de color carne, un tanga de color rojo, dos trozos de cartón dorado pegados a mis pezones y el cuerpo lleno de plumas.
 
Intenté caminar como si estuviera en el escenario, contoneándome y mirando pícaramente al público pero unos tacones que soportan unos zapatos de 5 euros de los chinos no estaban preparados para soportar 187 kilos de gilipollas. Pronto estuve en el suelo y nadie se ofreció a levantarme, no les culpo. Así que rodé sobre mi mismo como el trabajador de una gasolinera que ha olvidado la prohibición de fumar en el trabajo y recuperando la poca compostura que me quedaba, me agarré a una farola y, medio incorporado, comencé a cantar.

Gilipollas soy y aquí vengo
del Paral.lel la artista
a todos entretengo
no soy la mas lista
tampoco pechos tengo
pero soy artista
y a todos entretengo.
 
Se preguntarán ustedes si -gracias a este triste espectáculo- soy ahora soy la nueva vedette de "El Molino". Puede que yo sea un gilipollas pero ustedes serían realmente idiotas si aun creen que me quedaba alguna oportunidad. La verdad es que mi espectáculo acabó en los calabozos de la policía donde, gracias a mi vestimenta de vedette, hice buenos amigos que ahora prefiero evitar a riesgo de que me recuerden lo que sucedió esa noche en la intimidad de nuestra celda. Recuerden siempre que los sueños deben ser buscados por mucho que esfuerzo que cueste. Se lo dice alguien que esa noche acabó durmiendo en los brazos de otros hombres. Les aseguro que esa noche fui la vedette de otro tipo de espectáculo. Y hasta aquí puedo contar...




7 dic 2011

El bufón




Cuenta la historia que hubo una época en que no existía derechas ni izquierdas, no existían nacionalismos ni nada que acabase en “ismo”, una época en la que tampoco existían los periodistas de Intereconomia (aunque ahora todos parezcan de otra época),  cuenta la historia que en esa época de reyes y señores, de vasallos, perfumadas doncellas y guerreros que descuidaban la higiene personal, en esa época vivía un descarado bufón de inmensas proporciones y tocado con una curiosa bolsa de tela ocultando su rostro. Era una época sin titiriteros, ni políticos, ni tertulianos de programas del corazón y de esta manera el bufón gilipollas era el único divertimento obsceno en la corte.  Tal bufón vivía en una casucha en la parte más sucia, fría y peligrosa de la ciudad, a pocos minutos del castillo. Allí gastaba sus días con la vista fija en un techo de paja esperando a que el rey o sus cortesanos requiriesen sus servicios para reír un rato. El bufón no era especialmente querido entre sus iguales debido a su peligrosa tendencia a reírse de los demás y a también su peligrosa tendencia a acostarse con las mujeres de los demás. Gracias a dios, dentro de los límites del castillo había algunos establos donde yeguas y multas saciaban los instintos del bufón mientras esperaba nuevas víctimas. Ambas necesidades saciaba, así es, pero no se escandalicen, era otra época, una época en la que estaba bien visto acostarte con tu mula o ponerle un yugo de arar a tu señora esposa.

Desconozco si soy descendiente de este peculiar bufón pero a juzgar por mi pinta y mis maneras, creo que algo debo haber heredado de tan curioso personaje. El caso es que hace dos semanas, paseando por mi ciudad, reparé en una especie de tienda de antigüedades donde exponían un palito de madera con la diminuta cabeza de un tipo con una bolsa de papel en la cabeza. ¡Yo mismo! Entré en la tienda y el amable anticuario me explicó que los bufones llevaban siempre consigo esos divertidos palitos con diminutas cabezas que les representaba a ellos mismos. Así fue como conocí del bufón con una bolsa en la cabeza. Para mi desgracia, no pude conseguir el dichoso palito debido a su precio y a que el anticuario guardaba una pistola en un cajón. Después de salir corriendo de la tienda mientras las balas silbaban a mi alrededor, me dirigí a una biblioteca decidido a saber más sobre el maldito bufón de la cara oculta. En poco menos de dos semanas encontré lo que quería. Puede que parezca demasiado tiempo pero como nunca he estado en una biblioteca me costó dos semanas reconocer una.

Cuenta la historia que el bufón de la capucha en la cabeza vivió como pudo, se ganó cientos de enemigos por sus mofas hacia todos y finalmente murió ajusticiado por el rey por sus constantes bromas sobre el peso de la reina. Lo reconozco, no es una magnífica historia. De hecho es una mierda de historia. Pero me sentí profundamente identificado con la gente que se mofa de los demás poniendo en riesgo su integridad física. Cuentan que los bufones eran personas con defectos físicos, normalmente enanos. Ya saben ustedes como es mi físico. Es imposible que mas defectos los tenga una sola persona. Yo también me rio de los demás y llevo una bolsa de papel en la cabeza. Queda claro que yo era el descendiente del desafortunado bufón.

Desde entonces camino por la calle con un tosco palito que pretende ser mi cabeza en miniatura, siempre saltando lo alegremente que mi peso lo permite. Ni que decir tiene que mi reputación no ha mejorado. Es más, me he ganado más de un golpe por reírme de los demás. Pero créanme cuando les digo que este país necesita más bufones y menos políticos. 

No, esperen…

Este país necesita mas risas y menos idiotas. Ahora si. 



1 dic 2011

¡A caminar por la montaña!

 
 
Ya conocen ustedes de mi animadversión hacia el ejercicio y la naturaleza. Caminar por una montaña combina mis dos peores pesadillas a las que hay que sumar mi desconocimiento de lo que mueve a la gente a caminar por la montaña. Quizás sea el mismo motivo que les mueva a volar en ala delta, a bucear o a ver programas del corazón. Queremos ser los animales que nunca hemos sido, somos, ni nunca seremos. Desde que el ser humano es un ser inteligente y evolucionado, que nuestro hábitat natural son los McDonald’s, los centros comerciales o los bares. Asfalto y cemento, que maravilloso aroma. Los únicos árboles que conocemos son aquellos que nacen de un agujero en la acera. Pero aun hay algunos indocumentados que se resisten a ello y entran en tropel en las rebajas de El Corte Ingles para comprar anoraks, botas y gorros de lana. Y pertrechados de esta manera, se lanzan a caminar sin mas objetivo que llevar a un lugar perdido en la montaña para después dar la vuelta, volver al coche y conducir hasta sus cómodos hogares. Cansados, sudados, hambrientos y con los músculos de las piernas a punto de reventar. ¿Se han fijado ustedes en la ropa que llevan los que caminan por la montaña? Debería estar prohibido que un hombre lleve mallas para caminar o correr, por muy cómodas que sea. Las mallas están reservadas única y exclusivamente para estilizados bailarines de dudosa sexualidad.

No hace demasiado que unos amigos me invitaron a pasear por la montaña y yo, en mi infinita gratitud por la invitación (nadie suele invitarme a absolutamente nada), acepté sin tener demasiado claro a lo que iba. Pronto me di cuenta de que la cosa no estaba bien encaminada sobre todo cuando te das cuenta que tu vas vestido con pantalones cortos, chancletas de plástico y camisa hawaiana de poliéster mientras ellos van pertrechados como si fuesen a escalar el Everest. Porque esa es otra... ¿se han dado ustedes cuenta como van vestidos los que van a caminar por la montaña? Amundsen llego al polo norte con mucho menos. Pero a pesar de que mis pies estaban castigados por las piedras del camino, mis pantorrilas castigadas por las zarzas y mi cabeza castigada por el sol, hice un esfuerzo sobrehumano y caminé y caminé. Hasta que transcurridos cincuenta terribles metros me detuve y pregunté entre resoplidos "¿queda mucho?". ¡Ah, queridos míos, que inocencia la mía! Nunca pregunten a un experto montañero si queda mucho. Siempre quedan diez minutos, aunque sea una caminata de cuatro días y acaben de salir. Siempre quedan diez minutos o la llegada estará siempre en la siguiente curva. ¡Mentira! El aire puro les convierte en mentirosos compulsivos. Diez minutos... diez hostias le daba yo con la varita esa que utilizan para caminar. Esa es otra... ¿se han dado cuenta que los que caminan por las montañas van siempre armados de unos bastoncitos para caminar? ¿Acaso necesitan ayuda para caminar? Los bastoncitos deberíamos usarlos para subirnos a la espalda de esos avezados montañeros y azuzarlos cual borrico para que nos lleve a nuestro destino. Y además tienen la desfachatez de asegurar que en la naturaleza puedes contemplar maravillosos animales salvajes. Otra mentira, sepan ustedes que el único animal salvaje que encontraran serán otros caminantes como ustedes o un gato muerto en la cuneta. Los animales saben por donde andamos los humanos y precisamente por eso nos huyen. Ellos si que saben. Porque claro, para caminar por la montaña hay que seguir un único camino que está perfectamente marcado. Que es una puta loma, joder. Subes por un sitio y bajas por el otro. ¿Se imaginan a los antiguos exploradores estudiando durante una semana un mapa para cruzar un bosque? Se cruza el bosque y luego se le pega fuego para que los siguientes exploradores no se pierdan., Así se ha hecho toda la vida y así debería seguir haciéndose. Pero no, ahora ya ni podemos fumar en los bosques, ojo con las colillas, ojo con los papeles, vigila esa lata de refresco que estas bebiendo, no tires la botella de agua al suelo. O sea, salimos a caminar con una mochila llena de refrigerios y volvemos con una mochila llena de basura. ¿No se dan cuenta que -en realidad- son todos unos pijos vestidos con ropas caras, que transportan basura y suben una loma para volverla a bajar? ¿Acaso hay bares en lo alto de las montañas? Seguimos empecinados en subir y bajar lomas, en cruzar bosques y en bordear lagos con total sinsentido, empeñados en volar o bucear, empeñados en escapar al asfalto y la contaminación. ¿Y que me dicen de esos que hacen caminatas de doce horas por la montaña? "Caminata popular". A ver, lo primero, si se apuntan 50 personas no es popular, en el bar de mi pueblo hay mas gente en un partido del Barça-Madrid y no lo anuncian como "Partido Popular". Bueno, si que anuncian el Partido Popular, pero es porque son un poco rancios y de derechas. En cuanto a las carreras por la montaña es curioso ver como caminan todo el día (incluida la fría noche) y cuando llegan, después de doce horas caminando, les dan un bocadillo cutre y un vaso de chocolate caliente. Sepan ustedes que si un héroe camina doce horas de noche bajo la lluvia, tendrían que esperarle media docena de modelos brasileñas dispuestas a complacerle en absolutamente todo. Queda claro que cuanto mas te gusta la montaña, mas masoquista eres, o mas tonto. O ambas cosas. Queda claro, queridos animales de compañía, que el hombre pertenece ya a los centros comerciales y los coches (en cambio, las mujeres pertenecen solo a los centros comerciales) y por mucho que nos empeñemos en volver a la montaña no significará mas que un breve paréntesis para recordarnos los que una vez fuimos pero nunca seremos. Si quieren dar la espalda al progreso allá ustedes, pero entonces sean coherentes, váyanse a una cueva en la montaña y vivan cazar animales salvajes. ¿Saben cuanto durarían? Exacto, el tiempo justo en darse cuenta de que en las cuevas no hay enchufes para cargar el teléfono móvil. Recapaciten, nuestro hábitat natural es el alquitrán y el cemento. Cualquier otra cosa no significa mas que aumentar los beneficios de las tiendas de ropa de montaña.

Hace poco fui a caminar con esos amigos y después de dejarme un pulmón, medio hígado y todas las uñas de los pies en el esfuerzo, cuando llegamos a lo alto de la cima se me ocurrió preguntar: "¿y ahora que?". ¿Saben que me contestaron? "Ahora toca bajar". Pues eso, mas tontos y nacemos persiana.


25 nov 2011

Mi primo el listo



Todos tenemos una familia. Incluso aquellos que no deberían tenerla, como los políticos o yo mismo. Ustedes ya conocen un poco acerca de mi familia pero lo que no saben es que, aunque todos nos apellidamos "Gilipollas", no todos lo son. En toda familia siempre existe la desgracia de tener un maricón (no un gay), un artista conceptual o una solterona. Nosotros tenemos la terrible desgracia de tener un listo. Y no es de esos listos que sueltan frases pretendidamente ingeniosas en las comidas familiares, me refiero a un listo de verdad. Uno de esos que estudian, leen los periódicos y se perfuman después de ducharse. Una persona casi normal, vaya. Y tener uno de esos en una familia como la nuestra es como que en el congreso de diputados haya un diputado honesto: un serio inconveniente para el resto. Mi primo el listo se llama Joaquín y mi teoría es que su inteligencia se debe a que debió darse un golpe cuando de pequeño trepaba por la biblioteca en busca de los clásicos griegos. Debo aclarar que un clásico griego no tiene nada que ver con agarrarse a la retaguardia de una jubilada, son esos libros llenos de letras que se supone que debes leer para ser mejor persona. Yo lo he intentado y solo he conseguido un mejor dolor de cabeza. Mi primo el listo lee a los clásicos griegos, hace sudokus y visita museos con la osadía de quien se detiene a mirar los cuadros. En una ocasión me llevé a mi primo a uno de los bares que frecuento y el muy descarado tuvo la poca vergüenza de ponerse a hablar de noseque tonterías sobre el universo con el camarero. Un poco mas y me quedo sin primo, debido mi continua ingesta de alcohol, erré el golpe y la botella pasó a escasos centímetros de su cabeza. ¡Se puede tener mas cara! Mis conocidos no necesitan conocer los entresijos del universo ni tampoco contemplar libros sin fotos. Mi cultura es la cultura del piropo barriobajero o la sabiduría de los trucos de bar para conseguir cervezas gratis. No necesito saber mas. Por supuesto fue la primera y única vez que me llevé a mi primo de fiesta. Todos tenemos una oveja negra en la familia y procuramos apartarla poco a poco de nosotros, no nos vaya a contagiar con sus carencias. Recuerden siempre que es mas peligroso y listo que un tonto pues el tonto se limita a reírse de sus tonterías al tiempo que trozos de comida salen despedidos entre sus escasos dientes mientras el listo se regodea en sus presuntos conocimientos mientras intenta cambiar a los demás con su peligrosa verborrea. Y encima los listos tienen la poca verguenza de no hablar cuando están masticando. En este mundo hay tres tipos de personas: los gilipollas, los listos y los colaboradores de "Sálvame". Intenten no ser los dos últimos, es letal para su salud. Hace meses que no veo a mi primo el listo, le huyo como si fuese uno de mis múltiples acreedores. Hagan ustedes lo mismo con sus listos. Como los políticos honestos, los listos son letales para el bienestar global. Si todos fuésemos listos... seríamos igual de tontos. Piensen en ello, yo como es viernes no pienso mas que en tomarme un Gin-Tonic y dormir entre los brazos de una mujer. Como siempre, solo alcanzaré lo primero (y eso si consigo engañar a algún parroquiano del bar para que me invite). Feliz fin de semana tontuelos míos.



21 nov 2011

Retorno a las buenas costumbres


Atendiendo al cambio electoral que aconteció ayer creo que ha llegado el momento de recuperar las buenas costumbres de toda la vida que en los últimos años cierta panda de progresistas nos han arrebatado en pos de memeces tales como que todos somos iguales. Por fin volvemos a vivir en un país donde al negro podrá llamársele negro, al maricón podrá llamársele maricón y a la mujer podrá llamársela "¡Eh tu!". No somos todos iguales de la misma manera que la rectitud es la única manera de alcanzar la espiritualidad que nos lleve a poder engañar a nuestra mujer sin sentimiento de culpa.

La televisión
¿Qué es eso de una televisión donde se habla del corazón y los colaboradores son mas gays que Justin Bieber en una fiesta de la espuma? Debemos volver de inmediato a la televisión de toda la vida, esa que habla de fútbol, toros y oficios artísticos. Hay que volver a rodar series con Arturo Fernández y Lina Morgan. Es mas, voy a comenzar una campaña para que se recupere la televisión en blanco y negro con presentadoras con minifalda y jersey de cuello alto. Basta ya de programas del corazón o de atletismo femenino. Recuperemos a Alfredo Amestoy o a José Luis Balbin y "La Clave". Recuperemos los programas de 4 horas en un único escenario donde el presentador no anunciaba dietas milagrosas o yogures para combatir el colesterol y donde los tertulianos (todos hombres) fumaban en pipa y vestían sobrios trajes oscuros.

El tabaco
Nunca he entendido que se haya prohibido el tabaco en lugares públicos. Una de las características diferenciales de nuestro país era el olor a tabaco, fritanga y sudor. Ahora, para nuestra desgracia solo olemos a fritanga y a sudor. Habría que recuperar la costumbre de celebrar la llegada de un nuevo hijo fumando un gran puro en la maternidad o de que nuestro medico de cabecera nos reciba fumando. Hay que instaurar la costumbre de que los profesores fumen incluso en las guarderías. ¿Que es un bar sin humo? Un local donde los hombres lucen una dudosa heterosexualidad, sin lugar a dudas.  El tabaco es una de las principales fuentes de ingreso para nuestro país. Hay que ayudar al país fumando mas y sobre todo educando a nuestros hijos en la cultura del cigarrillo permanentemente colgado de los labios, con ello contribuimos al negocio de dentistas, médicos y fabricantes de ceniceros a quienes tanto hemos perjudicado innecesariamente en los últimos años.

El matrimonio homosexual
No tengo nada contra el matrimonio homosexual pero opino que no debería llamarse matrimonio ni tampoco deberíamos permitir que lo hiciesen los homosexuales. Dijo la gran filosofa Ana Botella que "si se suman dos manzanas, pues dan dos manzanas. Y si se suman una manzana y una pera, nunca pueden dar dos manzanas, porque es que son componentes distintos. Hombre y mujer es una cosa, que es el matrimonio, y dos hombres o dos mujeres serán otra cosa distinta". Se puede decir mas alto pero no mejor. Procedamos a cambiar las leyes para anular el matrimonio homosexual y a todos los homosexuales que ya se han casado hay separarlos a ciudades diferentes y ponerles películas de Alfredo Landa persiguiendo a suecas. Los valores del matrimonio se basan en la desigualdad y la sumisión de una sobre el otro y eso es algo que debemos recuperar. Me gustaría recordar aquí que la grandiosa Ana Botella es la misma filosofa que postuló esa gran frase que es "La Cenicienta es un ejemplo para nuestra vida por los valores que representa. Recibe los malos tratos sin rechistar, busca consuelo en el recuerdo de su madre."  Propongo que sea esta señora la que dirija el derribo del edificio del ministerio de la igualdad y después sea ministra de un nuevo ministerio donde se instaure de nuevo la ley de vagos y maleantes para que podamos censar a todos esos hombres que llevan pantalones ajustados, besan a otros hombres y cometieron la terrible osadía de casarse con otros hombres.

La Seguridad Social

Basta de tecnologías innecesarias, ¿qué es eso de una resonancia magnética o una reducción de estómago? Debemos exigir que el doctor de familia de toda la vida fume en la consulta y recete una aspirina y un vaso de agua para cualquier tipo de dolencia. Hay que volver a esas enfermeras con cofia o aun mejor, a esas enfermeras monjas permanentemente malhumoradas y que te dicen "no protestes" en vez de darte una pastilla para el dolor. Hay que eliminar de las farmacias todas esas tonterías que venden y volver al laudano, al Agua del Carmen y al Optalidon. ¿Y que me dicen de los psicólogos? Dos hostias dadas a tiempo ahorrarían a la seguridad social miles de euros en psicólogos y psiquiatras.

Y por último pero no menos importante...

El Gin-Tonic
Las moderneces actuales y el hecho de que a los hombres se les permita caminar de la mano de otros hombres nos ha llevado a perder la excelsa costumbre del Gin-Tonic de toda la vida. Ahora los Gin-Tonics son servidos en copas balón previamente enfriadas, con hielo puro, aromatizadas con el aceite que contiene la piel de un limón y servidas con excéntricas ginebras y tónicas propias de señores que se depilan el pecho y utilizan caras colonias. Olvídense de eso, el auténtico Gin-Tonic se sirve en vaso de tubo de plástico, con dos hielos pequeños de esos de cubitera de chinos, mucha ginebra barata (Larios a poder ser) y la tónica Schweeps de toda la vida. Es una solución barata, clásica y funcional. Solo un hombre de verdad es capaz de apreciar la calidad en la simpleza. Y nada de beber esos Gin-Tonics para modernos después de la cena como copa en locales de diseño. El Gin-Tonic se bebe en el bar de toda la vida a las cuatro de la tarde y sin sacarse el palillo de la boca.

Un país que pierde sus mas rancias tradiciones se convierte en un país abocado al fracaso. Países donde la memoria cede el paso a la corrección política son países que acaban oliendo a colonia de jengibre (y de todos es sabido que a las grandes potencias mundiales les encanta reírse de los países que mean colonia). Deberíamos aprovechar esta nueva coyuntura que hoy comienza para retomar la época de nuestro máximo esplendor donde todos nos admiraban por las corridas de toros, por nuestras paellas y por los hoteles a pie de playa. España no puede ser un país de homosexuales diseñando ropa, tampoco de mujeres dirigiendo nuestras empresas. Volvamos a las buenas costumbres: entre todos conseguiremos salir de la crisis. Llevamos demasiados años intentando ser modernos ¿y que hemos conseguido? Ser uno de los países que está a la cola del tren europeo. En estos últimos ocho años de libertinaje solo hemos conseguido una cosa buena: ganar el mundial de fútbol. Usamos coches eléctricos, llevamos los zapatos limpios y tenemos que salir a la calle a fumar. Algo no está funcionando y estoy convencido de que Rajoy, con la ayuda de todos los españoles de pro, conseguirá devolvernos a la época de nuestro máximo esplendor. Pongámonos a ello, entre todos podemos. He dicho "todos", masculino plural. Las mujeres que vuelvan a la cocina a hacer pasteles que para eso ha ganado el PP, que diablos.






15 nov 2011

The Go Too P'atrás Theory



Supongo que si recuerdan mis anteriores experiencias en museos, recordarán también que la cultura no es uno de mis puntos fuertes. Si no son lectores habituales, me complace informarles que la cultura continua no siendo mi fuerte. Es mas, no tengo ni puta idea y no se diferenciar un cuadro de Van Gogh de una guía telefónica. Pero aunque a veces el escenario no es el preferido, vale la pena si consigues tu objetivo. Como un descampado en un ataque de diarrea, vamos. Así pues, los museos (mi particular descampado cultural) siguen siendo un lugar idóneo para encontrar fornicio gratuito, y digo idóneo aunque nunca haya sido idóneo para mi puesto que la idoneidad siempre es un concepto subjetivo (esto lo he leído en el dominical de "El País", no se lo que significa, espero que ustedes si). Tras un rápido sorteo decidí que comenzaría con las exposiciones del museo Thyssen, en concreto una llamada "Las Vanguardias Rusas" que imaginé que mostraría las portadas de la versión rusa del diario "La Vanguardia". Lo primero consistió en empaparme a fondo sobre el museo Thyssen para no parecer lo que siempre parezco: un gilipollas indocumentado que está en permanente fuera de juego. Para ello leí con detenimiento todos los textos que encontré en Internet, revistas y prospectos de medicamentos, leí absolutamente todo sobre el conflicto entre la baronesa Thyssen y su hijo y la neumática mujer del hijo y los hijos de la baronesa que dicen que son hijos del hijo y el hijo del hijo de la baronesa que la baronesa no conoce... etc. y de esta manera, habiendo leído todas las revistas del corazón, me dirigí al museo con paso presto y decidido que en mi caso es lo mas parecido a un elefante desbocado. Pedí una entrada para la exposición de "Las Vanguardias Rusas", pagué con billetes del Monopoly, llamaron a seguridad, me echaron del museo, volví al cabo de tres días después de tres días pidiendo dinero a la salida de las discotecas de ambiente y de esta manera tan simple me planté frente a todos aquellos cuadros a la espera de que alguna indocumentada cayese en mis brazos. 

Mientras daba vueltas por el lugar pude darme cuenta de lo torpes que eran los pintores esos rusos que leían "La Vanguardia", ni los marcos sabían escoger. Dijo el que mas sabe de esto que en el arte existe la ley de "haberlo hecho tu primero", pues parecía que aquellos rusos habían llegado tarde a todos lados. Rayas, cuadrados, cuerpos azules y rayos que partían casas. Ni un solo bodegón como Dios manda, de esos de una jarron lleno de agua, un plátano y dos manzanas. Lo de toda la vida de pintor bueno, vamos.

Al cabo de un rato se me aproximaron dos jóvenes pelirrojas con las mejillas sonrosadas y chaquetas de punto. Dos inglesas de vacaciones de esas que beben vino barato y llevan sandalias en invierno. Las víctimas perfectas para mi ejercicio de extrema seducción.

-Por favore -comenzarón ellas con un inglés dulce y armonioso- ¿dónde estar lavabos? 

Mi inglés no estaba tan oxidado como creía. Perfecto.

-Este museo es de la madre del cabezón ese que esta casado con la tia buena -informé rápidamente.
-¿Sorry? -dijo la otra.
-Si, es una zorra, por eso no quiere presentarle los hijos a su suegra hasta que le de todo el dinero.
-No entender.
-Claro que no lo entiende la suegra -continué en mi perfecto inglés hispano- pero es que parece que los hijos no son sus hijos sino los hijos de su hijo, ya sabéis, meten la pilila en un tubo, miran una peli porno y esperan. De la misma manera que estos cuadros no son cuadros, yo creo que en realidad son posters comprados en los chinos.
-¿Lavabo? -preguntaron al unísono las extranjeras.
-Exacto, una mierda. Algo digno de un lavabo.
-¿Dónde estar lavabo?
-Ah, el meodromo. Go too p'atrás -dije con mi mejor acento inglés de las islas británicas- junto a los ascensores, ese artilugio que es go too p'arriba, go too p'abajo.
-What the fuck!
-Go too p'atrás -repetí lentamente pero alzando la voz como si hablase con un sordo al que se le han agotado las pilas del Whisper XL. 

En esos instantes se acercó a mi uno de los guardas del museo.

-¿Podría bajar la voz?
-Pues claro que no -protesté airadamente- ¿No pretenderá usted que hable estirado en el suelo? Soy una persona, gorda, eso si, pero una persona al fin y al cabo. Además si bajo la voz y hablo desde el suelo estas señoritas creeran que quiero mirar debajo de sus faldas. ¿Cómo se llama usted?
-Rosario.
-Ese es nombre de mujer o de gato. No me creo que se llame Rosario.
-¿Ha bebido usted? -preguntó el guarda.
-Cada día, sigo una estricta dieta basada en cervezas y GinTonics. ¿Usted no bebe? ¡Go pa'l bar y deje de molestar, Rosario!

Cinco minutos mas tarde, varios empleados me invitaban amablemente a abandonar el museo lanzándome desde el primer piso sobre el jardín. 

Definitivamente, odio la gente sin el menor sentido de la sensibilidad artística. 



9 nov 2011

Consultorio del doctor gilipollas (11)



Doctor Gilipollas: he cogido ladillas y como soy alérgico a los insecticidas quería saber si se pueden ahogar o resisten debajo del agua, y si es así cuánto tiempo, para darme un baño en vez de ducharme. Firmado: Alérgico,
Estimado Alérgico. Lo primero que debe hacer es comprar una lata de gasolina, cerillas y pomada para quemaduras. Después vaya a un descampado, a poder ser de día porque como se va a desnudar no sea que además de las ladillas pierda su hombría en manos de unos vagabundos de dudosa heteroseuxalidad. A continuación desnúdese, échese la gasolina por esas partes nobles donde viven las ladillas y pégueles fuego. Con que ardan veinte segundos es mas que suficiente. Se preguntará si a continuación debe aplicarse la crema para quemaduras en las quemaduras. Pues no. Olvide eso porque hay que ser idiota para pensar que unas quemaduras de primer grado se curan con una pomadita de 2 euros. Vaya corriendo a urgencias y que le ingresen. De acuerdo, es doloroso, pero mas doloroso resulta pegarle a tu mujer las ladillas. Sobre todo cuando se entere.

Hola Doctor, mi tia Elvira le pide por favor algunos consejos de lo que debe hacer para volver loco en la cama a un hombre soltero o casado(puede ser vos). Ella ya vos agradece de antemano. Firmado: Nocheluz.
Querida Nocheluz. Para volver loco a un hombre en la cama solo hay que hacer una cosa: apagar el televisor cuando den fútbol.

Querido doctor. Despues de ver el debate Rajoy-Rubalcaba creo que me he enamorado del moderador (Manuel Campo Vidal) cuando se puso a hablar en portugués. Le he pedido a mi mujer que se deje bigote y moderé entre mi suegra y yo pero ella se niega y tampoco creo que esa sea la solución. Es la primera vez que me siento atraído por un hombre y no se que hacer. Firmado: Antonio.
Querido Antonio. No importa que se enamore de un hombre hablando en portugués. Los hombres portugueses también se enamoran de personas con bigote que hablan portugués (así son las mujeres portuguesas). Lo mejor que puede hacer para salvaguardar su heterosexualidad es irse a vivir a Portugal... y dejar de mirar la tele.

Mi apreciado Señor Gili tengo un chico que está super enamorado de mi, pero yo no de él, pero cuando salgo con él mis amigas lo miran porque está muy bueno. Sé que al verme con él les da rabia que sea yo quien esté con él y no ellas. Qué debo hacer sigo con el chico aunque no lo ame, y se lo dejo a mis amigas. Firma Yo alias la egoísta
Querida amiga egoísta. , si quiere usted estar con alguien a quien no ama está en su derecho. Conozco a miles de modelos jóvenes que están con viejos adinerados por el mismo motivo y no pasa nada. Bueno, en realidad no las conozco, he oído hablar de ellas. Bueno, he visto alguna en los desplegables de alguna revista. Pero vamos, mi consejo es que siga fornicándose a ese tipo mientras le hace cortes de mangas a sus amigas. Es de lo mas liberador, créame.

Estimado Doctor. Me gusta tener sexo con desconocidos. ¿Que opina? Firmado: gafapastas.
Querida Gafapastas. Espero no conocerla nunca.






Envíen sus preguntas a completamente.gilipollas@hotmail.es o déjenlas en los comentarios. Y recuerden: cuenten siempre la verdad aunque sea mentira.

3 nov 2011

Amor


Hay muchos tipos de amor, cientos de miles de hecho, hay casi tantos tipos de amor como aficionados histéricos a Harry Potter. El amor puede discutir desde el amor incondicional a una estatua de madera que representa a un anorexico clavado a una cruz hasta el amor exaltado de aquel capaz de pegar tiros por amor a sus ideales o a su país. Amor a los animales (tanto el moral como el amoral), amor por un potente coche (a poder ser con una rubia neumática en el asiento del copiloto) o amor por una bonita, ruidosa, reluciente y macarra motocicleta que nos haga creer que somos jóvenes pasados los 40.

El río del amor no entiende de humanidades, serpenteando por los afluentes de objetos, paisajes o intangibilidades varias. Hay gente que experimenta un desmedido amor por el dinero pero en realidad nunca han tenido ese dinero entre las manos. Ni lo tendrán. Amamos aquello que deseamos. Una utopía como el graduado escolar de Belén Esteban. Así pues deberíamos sustituir "amor" por "deseo" y entonces nos acercaríamos mas a ese sentimiento que, desde tiempos inmemoriales, el hombre intenta definir.

Amor es egoísmo.

¿Pero que es el amor cuando hablamos de personas? En el caso del hombre, el amor es esa necesidad de tener una mujer de servicio (café, copa y puro) que además te sirva en las frías noche de invierno. En el caso de la mujer el amor es un príncipe azul montado en un corcel alado. Puede que sean tópicos de lo mas rancios pero sepan ustedes que estos tópicos siguen grabados a fuego en nuestro adn, nuestra boca dice "que mujer mas inteligente" cuando nuestro fuero interno dice "menuda jamona de bellota". Y la mujer dice "que hombre mas interesante" cuando en realidad piensa "como tenga el miembro como esas inmensas manos me voy a volver loca". El amor es mentira y no porque no exista sino porque nos encanta engañamos a nosotros mismos. Nos gusta enamorarnos de cosas bonitas de esas que cuentan las novelas en cuyas tapas hay un bruñido caballero con la camisa abierta sosteniendo entre sus brazos a una despeinada dama. La realidad es que nos enamoramos del calendario de bomberos o jugadoras de waterpolo.

Amor es mentira.

Pero sucede que mi evidente estupidez me libra de todo eso. Cuando yo digo "ai jamona que te voy a poner mirando a Ceuta" no quiero decir "me pareces una mujer de lo mas interesante":  Evidentemente, mi sinceridad es mi mayor enemiga. He llegado al convencimiento de que todos queremos que nos mientan, sobre todo después de sesiones de peluquería o dieta con desafortunados resultados, Sepan ustedes que cualquier frase teóricamente amorosa que incluya la palabra "pero" es una bomba de relojería. "Te queda bien el peinado pero hay otras veces que te lo han dejado mejor" (traducción: "ese peinado te queda como el culo de un mandril, querida y ciega esposa". O "Claro que te quiero pero a veces te pones un poco pesado" (traducción: "eres un trozo de piedra caliza mas cansino que el mocito feliz"). Y así repitan ustedes la formula hasta el infinito. Desengáñense, en toda relación amorosa hay siempre un indispensable "pero" (o varios).

El amor se basa en el egoísmo y la mentira.

Cuando entiendan eso quizás entenderán el motivo por el que siendo tan feos (pero inmensamente ricos) llevan colgados de su brazo a una top-model 25 años mas joven. Imagino que sus comentarios a este texto irán en la línea de "a mi no me pasa eso" o "el amor es mas bonito de lo que dices". Lo cual confirmará mi teoría: el amor es egoísmo y mentira. Pero no se asusten, esa es la base del ser humano. Sobre todo si eres una top model de 20 años o un completo gilipollas.



28 oct 2011

Cosas que no son y además nunca deberían dejar de haber sido



Entiendo que un texto como el siguiente va a alejarme irremediablemente de ese universo femenino que tanto admiro (sobre todo cuando el universo está desnudo en un jacuzzi). Pero hay ocasiones en que un hombre debe hacer lo que cree que debe hacer (o lo que esas vocecillas en su cabeza le dicen), aunque reciba ordenes de alejamiento o bofetadas. Lo que pretendo explicar es que no entiendo como hemos perdido ciertas costumbres ancestrales en favor de lo políticamente correcto. Lo escatológico forma parte también de nuestras vidas, por mucho que queramos convertirlo en algo precioso y con olor a ambientador de pino.

Porque, desengáñense, lo mejor que sale de ustedes siempre sale cuando están sentados en el lavabo leyendo prospectos de medicinas. El resto son películas de Terrence Malick.


Carajillos de anís
¿Por que ahora todos los carajillos son de Baileys o Fernet Branca o Cointreau? ¿Dónde diablos están los típicos carajillos de anís que quemaban la garganta y te dejaban el aliento en modo "arma de destrucción masiva" durante horas? Lo políticamente correcto significa que nuestros alientos deben oler a pastillas de menta. Pues no, el aliento de un hombre debe oler a perro muerto un día de lluvia y eso solo se consigue con un estricto abandono de la higiene bucal, fumando puros y sobre todo ingiriendo cantidades industriales de carajillos de anís,

Ruidos en el lavabo
¿Dónde están esos ruidos en los lavabos públicos? ¿Por que ahora lo políticamente correcto es ahogar flatulencias diversas? Me niego a sentarme en un lavabo y tirar doscientas veces seguidas de la cadena para que el ruido del agua oculte el ruido de mis juguetones intestinos. Puede que ahogar los ruidos propios de los humanos sea lo políticamente correcto pero dudo que vaciar los embalses para ello sea lo correcto. Abogo pues a que los lavabos públicos tengan la misma banda sonora que los privados, una deliciosa melodía de cosas (sólidas o no) cayendo en el agua. Y sobre todo, nada de vaciar a todas horas la cisterna del lavabo. No hay mancha que un bien dirigido chorrito de orina no pueda desincrustar.

Fumar en locales públicos
Que no les engañen, la prohibición de fumar en los locales públicos solo afecta a las personas que besan a personas de su mismo sexo. Los hombres y mujeres de verdad encienden un cigarrillo donde sea menester. ¿Que es eso de recibir a un recién nacido con una sonrisa? Al bebe hay que recibirlo como siempre, con un humeante puro en la boca, llenando de humo la maternidad y acostumbrando a los nuevos infantes a lo que significa la hombría. Porque fumar es de hombres. ¿Ustedes han escuchado las voces de las mujeres que fuman? Pues eso...

Quioscos con revistas porno a la vista

¿Dónde están esos quioscos donde había cientos de revistas con explicitas portadas de mujeres practicando sexo? Es mas... ¿dónde diablos están las revistas de sexo explicito? Antes, cuando eras un tierno infante a ibas a comprar el tebeo al quiosco podías ilustrarte con negros taladrando a colegialas o rubias comiéndose todo el moreno. Maravillosas revistas con títulos tan sugerentes como "tacones altos", "edad legal" o "negro y duro". Pero no, ahora Internet ha acabado con el sexo en papel couché (porque el papel higiénico sigue siendo indispensable para el sexo) y ahora los niños se educan con la fotografía de la ultima operación de Belén Esteban o con cientos de revistas especializadas en cosas tan apasionantes como el maquetismo o el punto de cruz. Ahora lo mas pornográfico que puede encontrar un infante en un quiosco es la portada de "El Mundo".

Orinar
Ahora solo podemos orinar en los lugares indicados explícitamente para ello. Antes podías mear en cualquier lado, desde el portal de tu casa a la calle pasando por todos los árboles, estatuas o policías locales (esto último si ibas realmente beodo). Pero eso pertenece al pasado.  Ahora está mejor visto mearse encima que hacerlo en un árbol de la calle. ¿A donde hemos ido a parar? ¿De que tenemos miedo? Volvamos a mear entre los containers y a defecar en los pipican de los parques. ¿Acaso no lo hacen los perros? ¿O es que ellos son mejores y mas inteligentes que nosotros?

Que descansado que he quedado, oigan.



24 oct 2011

La emperatriz de la comunidad de vecinos



Deben saber ustedes, queridos animales de compañía, que uno de los mas inhóspitos pero mejores lugares donde conseguir contactar con personas del sexo opuesto son los tendederos de ropa de los patios interiores. A esto debo aclarar que sirve también para contactar con personas de su mismo sexo si lo desean pero siempre me ha parecido una pérdida de tiempo el buscar fornicio con una persona de tu mismo sexo, para eso ya estamos nosotros (nuestras manos, mejor dicho). Los tendederos de ropa de los patios interiores, además de darnos la posibilidad de cotillear la ropa interior de nuestros vecinos, también nos permite un intercambio de esas mismas prendas cuando, por accidente, caen de un piso a otro. Cientos de veces he dejado caer yo mi ropa interior en el tendedero de la vecina de abajo y en todas esas ocasiones repite lo mismo cuando voy a reclamar lo que es mio: "¿Esa cosa sucia y agujereada era tu ropa interior? Pensaba que era un trapo para tirar y eso he hecho precisamente". No aprendo. No obstante ayer por la tarde sucedió algo con esta vecina digno de relatar.  Me encontraba yo por décima vez consecutiva dejando caer mi ropa interior sobre sus braguitas perfectamente colgadas (lo se, mi perversión no conoce fronteras), cuando vi que ella estaba montando una especie de tendedero de madera de esos plegables en su terraza. Sepan ustedes que para ver el interior de la terraza de mi vecina de abajo tuve que asomarme de tal manera que, además de estar a punto de caer al vacío, la vecina levantó la vista y vio al gordo de siempre con los mismos calzoncillos de siempre en la mano. Una vista que no debe ser como un amanecer en la playa, lo reconozco.

-Eh Gilipollas, te vas a caer -dijo ella.
-¿Que hace usted mi querida vecina? -pregunté yo haciendo malabares con mi oronda barriga en la barandilla cual funambulista del Circ Du Soleil que se ha saltado la dieta los últimos 30 años.

-Intento montar este tendedero pero no lo consigo.
-¿Necesita ayuda?

La vecina me observó y se encogió de hombros. En menos de diecisiete segundos ya me encontraba yo aporreando su puerta. Para mi sorpresa me permitió el paso y me acompañó hasta donde estaba el aparato infernal a medio montar.

-¿Que diablos se supone que significa esto? -pregunté como si aquel aparato me hubiese pisado un juanete.

La vecina me tendió un folleto con las instrucciones de montaje.

-No lo entiendo -comencé imitando la voz del señor que dobla a Robin Williams cuando imita a Michael Caine hablando cockney-. Si ya tiene usted un tendedero.
-Es para los días de lluvia.
-¿Que pasa con los días de lluvia?
-¿Que se moja la ropa...?

A mis 45 años acababa de descubrir el porque los días grises, la ropa que tenía tendida tardaba días en secarse. Vale, no soy Einstein ni un meteorólogo. Recuperé el folleto y empecé a mover tornillos, maderas, varillas de plástico y muchas otras cosas que no tengo ni idea de como se llaman.

Y al final lo conseguí.

O sea, conseguí construir una especie de jaula de madera y plástico que nada tenía que ver con la fotografía del folleto y que al plegarla aprisionó una de mis manos, uno de mis pies y una de mis orejas. Respiré aliviado entre terribles dolores. Al menos había aprisionado partes de mi cuerpo de las que tenía copia. Y lo peor de todo es que al plegarse sobre mi, saltaron unas cuantas piezas que hicieron imposible su natural apertura. Resumiendo: que estaba delante de mi vecina maciza, atrapado dentro de un tendedero y llorando como un político cuando le quitan el coche oficial.

-Hay que ver lo tonto que eres chico -dijo mi vecina mientras intentaba sin éxito liberarme.
-¿Usted cree que cabremos en su coche con el tendedero? El hospital está a menos de diez minutos. Lo digo porque hay ciertas partes de mi cuerpo que están adquiriendo un feo color morado.
-Lo que necesitamos es una ferretería, no un hospital.

La vecina desapareció para aparecer al poco rato con otro vecino, el gay del quinto primera. Un tipo alto y fornido con unos alicates en la mano. Iba vestido con pantalones cortos y una camiseta ajustada. Mala señal, al menos para alguien tan heterosexual y homófobo como yo.

-Vamos a solucionar esto -dijo el recién llegado.
-A mi ni me toques, hombre de dudosa sexualidad -dije rodando sobre mi mismo atrapado en el tendedero al tiempo que rompía todo cuanto pillaba a mi paso.

Se preguntarán ustedes como acabó esta historia. Lógicamente no podía acabar bien. Es mas, hubiese sido un milagro ya que si todas mis historias que incluyen mujeres en circunstancias normales acaban mal, esta ya ni digamos. Aquel día aprendí varias cosas. A saber, que los tendederos se llaman como las emperatrices austriacas, también aprendí que cuando un folleto anuncia "montaje fácil" significa "vas a perder el riego sanguíneo de tus extremidades", aprendí que tener 45 años, berrear y sollozar como un niño y romper medio comedor no es la mejor manera de ligar con tu vecina maciza. Y lo peor de todo: aprendí que el vecino del quinto primera no es gay. Ahora es el quien se beneficia a mi vecina.

Espero que ustedes hayan aprendido algo. De momento, aléjense de esos endemoniados tendederos.