Mi siguiente destino después del -fustrado- viaje a Cuba fue Italia. ¿Por que Italia? Está relativamente cerca, tiene pizzas y las mujeres gastan mas curvas que el muñeco de Michelin. ¿Pero que creían? Solo viajo a lugares donde pueda conseguir algo. No se engañen, ustedes hacen lo mismo. La diferencia es que ustedes buscan bonitas fotos que enseñar a su vuelta. Otro de los motivos por los que escogí Italia fue porque es un país donde no necesito visado ni pasaporte ni carta de recomendación alguna. Simplemente coger un avión y volar. (es difícil coger un avión y navegar.... bueno no.... eso es un accidente). Así pues volví a la misma agencia donde Don Tasas e Impuestos No Incluidos me mostró varios catálogos describiendo rutas, museos, hoteles y que se yo cuantas cosas mas. ¿Tan difícil es viajar? Solo pretendía fornicar con italianas. Intentarlo, al menos. Al final me decidí por un viaje en autocar de Barcelona a Roma vía Cáceres. En principio me pareció una ruta un poco extraña pero era barata y eso es lo mas importante cuando eres obscenamente pobre. Además me permitiría hacerle una visita a una de mis mas fieles lectoras que vivía ahí. Quien sabe donde se esconde el fornicio. Nunca hay que desdeñar oportunidad alguna, señores.
El día de la salida me presenté en la estación de autobuses con mi mejor ropa de viaje consistente en una camiseta del mundial 82 con naranjito estampado, pantalones negros de tergal que había cortado a la altura de la rodilla para hacerlos de verano. Zapatos de rejilla y calcetines blancos de tenis. Amén de una riñonera imitación de cuero negro, gorra de visera con el lema "Rectificados Martinez Hermanos" grabado al frente y dos bolsas de plástico del Eroski con ropa interior limpia y dos tomos de la Enciclopedia Infantil Sopena para tener algo que leer a mano. En concreto los tomos "BA a CE" y "FR a GT". Solo los pijos de ciudad se gastan cientos de euros en Coronel Tapioca.
El autobús partía a las cinco de la tarde así que merendé dos latas de berberechos y una tónica en la estación de autobuses. A los diez minutos de comenzado el viaje ya estaba yo recostado contra un árbol y vomitando todo cuanto había desayunado. Berberechos y tónica como merienda: mala idea.
-Tenemos que continuar el viaje -gritó el conductor desde lo alto del autobús.
-Voy ahora mismo -contesté desde los bajos del autobús.
Media hora mas tarde me di cuenta de que el autobús había partido sin mi. ¿Que tipo de agencia de viajes era capaz de abandonar a un de sus viajeros a los diez minutos? Una que hace trayectos de Barcelona a Roma pasando por Cáceres y visitando el Monasterio de Piedra también. Que poca seriedad. Total, por haber vomitado en el asiento, encima de dos viajeros, del guía, del conductor y de dos niños que pasaban por la calle. No era tan grave, digo yo.
Y encima se habían llevado mis bolsas de plástico con la ropa y la lectura. ¿Y que iba a hacer ahora?
Volver a la agencia de viajes y reclamar amargamente, claro. Y eso es lo que me dispuse a hacer después de haber vomitado tres veces mas en el camino. De camino a la agencia de viajes me detuve frente a una pizzeria italiana. Que diablos... había pagado por un trozo de Italia y a fe mía que iba a conseguirlo. Pero resulta que a las seis de la tarde las pizzerias no suelen estar abiertas. Ni aporreando varias veces la puerta conseguí llamar la atención de los que dentro se encontraban. Puede que porque no había nadie dentro, claro. Mientras estaba aporreando la puerta de la pizzeria alguien me tocó en el hombro. Me di la vuelta y vi un fornido señor de metro noventa y luciendo un ridículo bigotillo y un frondoso cabello rizado.
-Che cosa succede? -preguntó el italiano moviendo las manos como los italianos de las películas italianas.
-Quiero una cuatro estaciones y que me la sirva una italiana de grandes pechos. He perdido un viaje a Italia y no estoy para bromas.
-E 'troppo presto. La pizzeria è chiusa.
-Con doble de queso y mucho orégano. ¿Tiene usted alguna hermana con las tetas grandes?
-Ma che cosa dice?
-Tetas... Mamas... Pechis... grandi... grandi pechi... mama putona. Pizza. ¿Comprendes?
Las dos semanas siguientes las pasé en una cama del Hospital Clínico con las dos piernas rotas, cinco costillas también rotas, varios dientes rotos y algunos huesos mas rotos que ni sabía que tenía. Todo roto, en resumen.
Y esta es mi crónica del viaje a Italia. Y sobretodo recuerden, nunca busquen aquí lo que no han conseguido allí. Sobretodo si detrás suyo tienen a un italiano de metro ochenta.
El día de la salida me presenté en la estación de autobuses con mi mejor ropa de viaje consistente en una camiseta del mundial 82 con naranjito estampado, pantalones negros de tergal que había cortado a la altura de la rodilla para hacerlos de verano. Zapatos de rejilla y calcetines blancos de tenis. Amén de una riñonera imitación de cuero negro, gorra de visera con el lema "Rectificados Martinez Hermanos" grabado al frente y dos bolsas de plástico del Eroski con ropa interior limpia y dos tomos de la Enciclopedia Infantil Sopena para tener algo que leer a mano. En concreto los tomos "BA a CE" y "FR a GT". Solo los pijos de ciudad se gastan cientos de euros en Coronel Tapioca.
El autobús partía a las cinco de la tarde así que merendé dos latas de berberechos y una tónica en la estación de autobuses. A los diez minutos de comenzado el viaje ya estaba yo recostado contra un árbol y vomitando todo cuanto había desayunado. Berberechos y tónica como merienda: mala idea.
-Tenemos que continuar el viaje -gritó el conductor desde lo alto del autobús.
-Voy ahora mismo -contesté desde los bajos del autobús.
Media hora mas tarde me di cuenta de que el autobús había partido sin mi. ¿Que tipo de agencia de viajes era capaz de abandonar a un de sus viajeros a los diez minutos? Una que hace trayectos de Barcelona a Roma pasando por Cáceres y visitando el Monasterio de Piedra también. Que poca seriedad. Total, por haber vomitado en el asiento, encima de dos viajeros, del guía, del conductor y de dos niños que pasaban por la calle. No era tan grave, digo yo.
Y encima se habían llevado mis bolsas de plástico con la ropa y la lectura. ¿Y que iba a hacer ahora?
Volver a la agencia de viajes y reclamar amargamente, claro. Y eso es lo que me dispuse a hacer después de haber vomitado tres veces mas en el camino. De camino a la agencia de viajes me detuve frente a una pizzeria italiana. Que diablos... había pagado por un trozo de Italia y a fe mía que iba a conseguirlo. Pero resulta que a las seis de la tarde las pizzerias no suelen estar abiertas. Ni aporreando varias veces la puerta conseguí llamar la atención de los que dentro se encontraban. Puede que porque no había nadie dentro, claro. Mientras estaba aporreando la puerta de la pizzeria alguien me tocó en el hombro. Me di la vuelta y vi un fornido señor de metro noventa y luciendo un ridículo bigotillo y un frondoso cabello rizado.
-Che cosa succede? -preguntó el italiano moviendo las manos como los italianos de las películas italianas.
-Quiero una cuatro estaciones y que me la sirva una italiana de grandes pechos. He perdido un viaje a Italia y no estoy para bromas.
-E 'troppo presto. La pizzeria è chiusa.
-Con doble de queso y mucho orégano. ¿Tiene usted alguna hermana con las tetas grandes?
-Ma che cosa dice?
-Tetas... Mamas... Pechis... grandi... grandi pechi... mama putona. Pizza. ¿Comprendes?
Las dos semanas siguientes las pasé en una cama del Hospital Clínico con las dos piernas rotas, cinco costillas también rotas, varios dientes rotos y algunos huesos mas rotos que ni sabía que tenía. Todo roto, en resumen.
Y esta es mi crónica del viaje a Italia. Y sobretodo recuerden, nunca busquen aquí lo que no han conseguido allí. Sobretodo si detrás suyo tienen a un italiano de metro ochenta.
Si tiene un poquito de paciencia, dentro de algún tiempo podrá apuntarse a los viajes del IMSERSO, donde los viejos comen como si les quedaran sólo cuatro días de vida (lo que es casi cierto) y hay mucho magreo bailando pasodobles.
ResponderEliminarSi todavía le quedan muchos años para jubilarse, pruebe a falsificar el carnet de identidad.
Siempre puedes visitar Montserrat en bicicleta, además de adelgazar es muy bonito. Y yo creo que despues de llegar arriba lo que menos ganas tendrá será de fornicar.
ResponderEliminarBesitos donde los quieras
Sr. Gilipollas más barato le hubiera salido ir a Lloret en agosto... Lamento cómo acabó su viaje....
ResponderEliminarBuuuuu ese viaje fue un desastre, creo que su problema es tener la boca grande, o mejor dicho que entre lo que piensa su cerebro y lo que tarda en salir por su boca es instantaneo , ni se lo piensa, esa es su perdicion, mejor haga el esfuerzo de no decir todo lo que piensa y seguro para la proxima conseguira llegar a su destino,aunque tambien le digo que la propuesta que le ha hecho Kotinussa no esta mal jeje
ResponderEliminarsaludos y para el proximo inteto ... buen viaje
jajajajajaja.
ResponderEliminarUn saludo
Por propia experiencia le diré señor Gilipollas, que las italianas no son más accesibles que las españolas, así que a mi parecer el fracaso de su viaje de fornicio inicia ya en el solo planteamiento. Ahora si, digamos que por despecho, desdicha, o simple gula, podría volver de Italia redondeando esa figura atletica de la que presume en la hermosa cifra, nada desdeñable, de 200 kilos.
ResponderEliminarComunque, veramente le donne hanno delle belle tette a Italia :)
Un saludo de un ex-siciliano.
...
ResponderEliminarSi
...
xD
...
Soy la única que al leerlo se le ha salido la cocacola por la nariz... Y no me puedo parar de reir.
En serio esa ruta te pareció la más barata? xD
Ya veo que tienes muy buen gusto vistiendo y camuflándote como un guiri... xD Seguro que visitando así a alguien la seduces y consigues el tan deseado fornicio xD
Oye como es posible que un italiano mengüe y se haga más pequeño?
Como venganza le cortaste los pies?
JAJAJAJAJ
Aí omá...
Besos desde donde tú ya sabes... xD
Si, yo también noté que al principio el italiano media 1.90 mts y al final 1.80 .. debe haber sido por que el italiano perdio la cabeza con el coraje que el sr gilipollas le hizo pasar...hahah :)
ResponderEliminarUn gilipollas por esos mundos de dios. Claro, solo podía acabar así, o peor. Pero al menos lo cuentas.
ResponderEliminarcuatro estaciones con doble de queso! PERFECT!
ResponderEliminarJajaajajajajajajajaajjjajaajajaja veo que por lo menos conoce algo de Italia.... los puños del italiano jajajajajaja
ResponderEliminarMuackssssssssssssssssss
su fan incondicional
jajajaja ;) Italia tiene algo especial! ;)
ResponderEliminarFeliz fin de semana!! ;) Besitooooooos!!
Y lo peor de todo es que no pudo usted visitar a su lectora...que seguro le sigue esperando ansiosa...vaya por Dior!
ResponderEliminarBesicos, querido CG!
Apreciado gilipollas,
ResponderEliminarObservo con con sorpresa y sumo respeto su reiterativa obsesión por el número 187; 187 kilates de pura carne gilipollesca. Debería usted revisar de vez en cuando la exactitud de este número que tanto nos recuerda en sus magistrales relatos.
Si las cuentas no me fallan 187 kilos + PIZZACA 4 Estaciones + Birraza de litro es igual a 192 kilates de los de antaño. Quizá debiera adoptar el 192 como nuevo número obsesivo en sus siguientes relatos.
Con respeto y amor gilipollesco se despide,
Mr. Borx
xDDD al final se quedo sin pizza, vaya! Pero descubrio anatomia humana, aunq no como a usted le gustaria xD
ResponderEliminarQue chulo el blog, le quedó muy bonito :3
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar¿Por qué se va usted hasta Italia a buscar a una italiana teniendo una aquí?
ResponderEliminarJajaja, un momentito que tengo que ir al baño...madre mía ¡qué hombre!, me van a llamar la atención los vecinos por las carcajadas que tienen que soportar cuando le leo.
ResponderEliminarMenudo look más molón para ir de vacaciones a Italia, bolsa de Eroski incluída), lástima que no llegó a su destino.
¡Ojo con los italianos!, mira que decir "mama putona", jajaja
"La mamma è la mamma"
Querido Sr. D. G. acabo de descubrir donde está su futuro, y donde ganará mucho dinero. Una agencia de viajes de aventura, viajes organizados por usted y a su estilo. Lo del puenting, rafting, etc, es para nenazas. Si quieres vivir una autentica aventura viajes G. es una locura.
ResponderEliminarAis CG, ¡cómo me hace reí!
ResponderEliminarun beso y grrrracias
¡¡Mucho orégano!! Adoro el orégano ¿Sabe usted?
ResponderEliminarEn fin, tiene muy mal ojo para elegir contrincantes a duelo, le vamos a tener que regalar una espada entre todos. O mejor, una armadura.
Estimado Sr. Gili.
ResponderEliminar¿qué necesidad de irse tan lejos? Podría haber tenido la misma experiencia aquí mismito, este desprecio a lo nacional, no puede ser.
Perfecto atuendo para ir a Italia pasando por Cáceres. Sí señor, y que no falta la lata de berberechos, jajaja.
ResponderEliminarQuerida kotinussa. ¿Sabe que tiene cien dientes y dos ojos? Un cocodrilo. ¿Sabe que tiene cien ojos y dos dientes? Un autocar de viajes del IMSERSO. Mejor de momento continuaré mis viajes en solitario y con gente que no se levanta al lavabo cada diez minutos.
ResponderEliminarQuerida montse rodriguez. Nunca osaria fornicar en la abadia de Montserrat. No porque sea un lugar eclesiástico, eso me es indiferente. Es porque arriba de esa montaña hace mucho frío y no es buena idea tener tanto tiempo las posaderas al viento.
Querida MERI. En Lloret hay demasiada competencia (Alemanes e Ingleses borrachos todos y en busca de fornicio). Aunque pensándolo bien, en Italia hay italianos. Debería escoger un destino con menos competencia. La isla de pascua, por ejemplo.
Querida Delia. Yo lo tengo todo grande, la boca también. Bueno, hay una cosa que no la tengo grande. Ya puede usted imaginar cual... no seamos obscenos en publico.
Estimado Orballo. Me ha abierto usted los ojos: pretender ligarme a una italiana en un lugar rodeado de italianos es una tarea imposible para alguien como yo. Creo que voy a escoger Papua Nueva Guinea para mi próximo destino. Es usted un ex-siciliano pero no pertenecerá usted a un clan de pistoleros ¿no? En mi descargo he de decir que nunca intenté nada con una siciliana.
Mi adoradisima ElenaNito. Que bella estampa, saliendo la cocacola por la nariz. Eso es amor ¿verdad? Supongo que no era la ruta mas barata pero era la ruta donde acabaría conociendo a mi amor secreto. Lo bueno nunca es barato...
Querida Veronica. Los hombres menguan en mi presencia. Eso se debe a que soy un supeheroe. "El gilipollas menguador de italianos". Puede estar tranquila, solo menguo italianos hombres o hombres italianos.
Estimado amigo dezaragoza. No quiera usted saber mis proximos viajes... no insista, no le adelantaré nada.
Querida Adriana. Siempre me ha gustado el doble en todo: el doble de queso, el doble del sueldo o el doble de mujeres en mi lecho.
Querida mariangi. Tambien conozco de italia el queso parmesano y las liras (las antiguas, las que proporcionaban mujeres, no música).
Queridisima IreneCandy. Todos los países tienen algo especial si los vemos así. Estoy seguro que con usted cualquier país es mas que especial!
Querida Martha. Eso espero, que mi fiel lectora me siga esperando ansiosa. Para calmarle el ansia de la manera que mejor se. Emborrachandola con licor de menta, claro.
Esimado Mr. Borx. Su ejercicio de numerologia me ha acojonado un poco. Comienzo a creer que soy el hijo del diablo. 666
Querida So payasa. Descubrir la anatomia humana ajena siempre es un placer excepto cuando lo ajeno es un hombre o es un puño, en efecto.
Querida Cristina PS. ¿Es usted italiana? ¿Cenamos juntos? Yo con doble de queso... le aseguro que los postres no serán tiramisu ni limoncello.
Querida Nélida. ¿Siempre que me lee tiene que ir corriendo al baño? Me siento como un desayuno rico en fibra.
Querido papacangrejo. Montemos esa agencia de viajes de aventura. Yo pongo la cara (la bolsa de papel) y usted pone el dinero. No ponga esa cara, hombre. Si siempre ha deseado usted ser un socio capitalista.
Querida Juno. Otras cosas me gustaría hacerla. De nada.
Querida cuentacuentos. Yo también adoro el orégano (y la canela). ¿Inventamos un plato de comida con estos ingredientes y su cuerpo desnudo?
Querida Pilar. Yo no desprecio lo nacional, son las nacionales quienes me desprecian a mi.
Querida Sonia Martínez. La lata de berberechos que nunca falte. Sirve para comer, beber y como arma de filo caso de que le ataquen doscientos monos ladrones amaestrados.
Siempre suyo
Un completo gilipollas
Desde luego querido gilipollas usted no es un iman de la buena suerte.
ResponderEliminarEs fantástico tenerle lejos :)
Feliz distancia,
Cris.
Tendré cuidado de nunca toparme con el increíble italiano menguante... :-)
ResponderEliminarComo en casa en ningún sitio??
Salu2
Veo que la violencia final es reiterativa en sus historias, tal vez debería comenzar por ahí: ir directamente a los puños. En una de esas termina con alguna enfermera por demás ¨amable¨ o el destino de la golpiza lo lleve a conocer otros ¨lugares¨ (posiblemente la comisaría, pero quién sabe), ojala no le hallan quedado secuelas de esta historia.
ResponderEliminarUn saludo cordial.
Sr. G., con lo maravilloso que es viajar, cuanto siento que no sea lo suyo.
ResponderEliminarUn besito y espero su pronta mejoría que sus seguidor@s no podemos estar sin usted.
Querido Gilipollas, sois un crac. Un personaje como ninguno, siempre regalando esas historias tan graciosas, un placer pasarse por aquí.
ResponderEliminarBesos grandes
OOOhh que historia con final triste para ti Gili, y en cambio gracioso para nosotros los lectores de tu valioso blog! a ver si se anima ud. a echar un vistazo por el mío y me deja un comentario, así sería el primero y me haría muxa ilusión, ya que el título de mi blog es "vivir sin ilusiones" mi vida también es triste como la suya, pero intento entretenerme leyendo sus historias.
ResponderEliminarTambién fui a Italia, pero tuve más suerte que ud.
Le recomiendo que vuelva a intentarlo y no vuelva a cometer el error de merendar semejante salvajada!! deje los berberechos para el aperitivo y no los mezcle con bebidas como la tónica;)
Un saludo!
Querida Cristina. ¿Alguna vez ha probado a tenerme cerca?
ResponderEliminarQuerido Markos, en efecto: como en casa en ningún sitio. Sobretodo si es el lavabo (sentado en el trono blanco, para ser mas exactos).
Querido jeremias. Ya que no hay fornicio hay violencia. El caso es golpearse unos contra otros en posición horizontal o vertical. No sabemos mas.
Querida Aspirante a Miss Divina. Yo solo viajaría si fuese con usted y como equipaje solo llevase usted dos docenas de tangas.
Querida Adam Ink. Un placer que me lea usted. Hay otros placeres pero la vergüenza me impide enumerarlos.
Querida Marisol. Ya me he pasado por su blog. No esta mal... ¿nos casamos y lo hablamos en la noche de bodas?
Siempre suyo
Un completo gilipollas
Querido Fernando, me encantan sus viajes, son mejores que los de Marco Polo, que ya es decir eh?..... que pena de mundo cruel que no lo comprende.
ResponderEliminarQuerido sr. Gilipollas:
ResponderEliminarCreo que lo suyo no son los viajes. Recorte fotos de los folletos y diga que estuvo ahí. Lo del fornicio con italianas siempre se puede arreglar previo pago y la pizza, con llamar tiene.
Creo que nunca me había reído tanto. El atuendo viajero, el desayuno de los campeones y el increíble italiano menguante han sido demasiado. Por favor, no deje de contar sus intentos de viaje.
Siempre suya,
Pau
Para qué viajar tanto si cada mes el corte ingles se convierte en un país.
ResponderEliminarjajaj estas como una chota, pero mola.
:( Pobrecito mi querido Sr.G... Mire que usted nunca haría daño a nadie... xD
ResponderEliminarvistiendo de esa manera lo raro es que vomitara usted y no todo el resto de viajeros
ResponderEliminarQué putada! con lo bien que pintaba ese viaje... Y menudo energúmeno el italiano. Si es que con Italia no hay que meterse que el que más y el que menos tiene un primo de la camorra esa para joderte completo. Lo que me intriga es a dónde irían a parar esos tomos de la enciclopedia que llevaba usted consigo. Igual están a la venta en e-buy VIP o algo, y puede recuperarlos!
ResponderEliminarPaso por delante del clínico a diario. Si se alarga su estancia le puedo llevar unas magdalenas y subirle la prensa gratuita que dan en la puerta!
Mi querído gilipollas, veo que lo de los vajes no es lo suyo, más parecen deportes de alto riesgo, ha provado usted hacer excursiones cerca de su ciudad, o en su misma ciudad??
ResponderEliminarQuerida Eva, el mundo no me entiende pero es que yo tampoco entiendo al mundo.
ResponderEliminarQuerida Paula. Continuaré mis crónicas de viajes. No lo dude. Al menos ya que yo no viajo que ustedes rían.
Querida Blog A. Tengo una orden de alejamiento que me impide entrar en los establecimientos El Corte Ingles. Por eso viajo. No me pregunte el motivo... es que visten a las dependientas como mujeres de moral dudosa... he dicho que no me pregunte, diablos.
Querida Mar. Tiene razón, yo nunca haría daño a nadie. No tengo ni la fuerza ni el valor suficiente.
Querida Jos. Si usted no entiende de moda por favor, no hable. Iba vestido a la ultima moda para viajeros de 1962.
Querida Jo Grass. Yo también paso por el clínico a diario, dos veces al día. No, no soy medico ni paciente, me pilla de camino al trabajo. Podrá reconocerme porque voy montado en burro y llevo una bolsa de papel en la cabeza.
Querida Juana La Loca. Cada día hago excursiones a los bares del barrio. ¿Eso cuenta? Hago muchos.
Siempre suyo
Un completo gilipollas
Obviamente Sr. Gilipollas iba usté preparado para todo lo que le iba a suceder: Los pantalones de tergal pican de toda la vida de dios eh…eso para empezar…jajajaj
ResponderEliminarBesitos
Sin duda un viaje inolvidable! jaja cambie usted de agencia y ya veras como no te va tan mal!
ResponderEliminarechaba de menos pasar por su maravilloso blog!
un saludo completo gilipollas! :D
eres un guilipollas alucinante xD
ResponderEliminarLlevo mucho sin leerle por falta de tiempo, pero ya he vuelto y veo que sigue usted tan fantástico como siempre, Don Gili. Un saludo :)
ResponderEliminarQuerida La niña mala. Lo de que los pantalones de tergal pican en verano es un hecho. Pero cada invierno lo olvido.
ResponderEliminarQuerida MGM. ¿A usted le gustan las experiencias inolvidables? Anoto su consejo de cambiar de agencia de viajes. EN cuanto decida volver a viajar, claro.
Querida Aren Gil. Gracias.
Querida Claudia. Sigo como siempre, en efecto. Aunque no se si alegrarme o echarme a llorar.
Siempre suyo
Un completo gilipollas
Cómo siga usted así, me veo a los de callejeros viajeros en el paro. Lo estoy deseando...
ResponderEliminarSaludos.
Querido Jauroles. Me ha dado usted una idea "callejeros gilipollas". Voy a hacer un memorandum para presentar a la televisión. Bueno, cuando sepa lo que es un memorandum comenzaré.
ResponderEliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas
"Querida Adriana. Siempre me ha gustado el doble en todo: el doble de queso, el doble del sueldo o el doble de mujeres en mi lecho."
ResponderEliminarNo es por nada, pero el doble de cero, es cero. Lo digo por las mujeres, no por el queso o el sueldo.
Querido hijodeputa. El doble de nada es nada, pero mejor pensar que tienes el doble que no pensar que tengo nada.
ResponderEliminarEso me recuerda el mal chiste de "Actualmente fornico el doble que antes. Antes no fornicaba nada y ahora nada de nada."
Siempre suyo
Un completo gilipollas
Mamma mia!! Caro Signore Completto!! Lo suo fue una vera odisea!
ResponderEliminarLo meglio... il suo atuendo de turista.. jjjajaj!! Para che cazzo gastarse dinero en ropa di Coronello Tapiocca pudiendo ir con la gorra de Rectificati Martínez Fratelli??? Claro que sí... así mi piace: creando stilo!!
Per certo... molto rara la agencia de viaggi quella, che va a Roma desde Barna pasando per Cáceres y el Monasterio de Pietra, caro amico.
Espero que ya esté Ud totalmente recuperatto, dopoo l'altercatto con il pizzero mafioso.
De todas formas... per si le sirve de consuelo: para che cazzo quiere ir a Italia con quello gilipollas maggiore: Berlusconi???
Bacci gattuni!!! ;)
Querida La gata. No he entendido nada pero por si acaso la respuesta es: "si, en su casa, de acuerdo, pago yo".
ResponderEliminarSi quiere demostrarme su dote de lenguas hagamoslo lo en la intimidad.
Siempre suyo
Un completo gilipollas