De donde saques para la olla no metas la tarjeta de crédito. Ya me entienden ustedes. Para cualquier hombre que se precie, lo más importante del mundo debería consistir en introducir nuestro tren del amor en el túnel de la fecundidad. Olvídense del amor, la discreción o la verdad. Meterla en caliente es mas importante que la familia, amigos o incluso trabajo. Pero me voy a tomar la licencia de darles un consejo no solicitado: en la ecuación del sexo nunca utilicen a esta familia, o a estos amigos o a esos compañeros de trabajo pues siempre fracasarán (sobretodo si montan una orgía con todos al unísono).
A propósito del trabajo, tenía yo una compañera de trabajo de grandes senos y melena rizada. No recuerdo su nombre ni creo que lo supiese nunca. ¿Con unas tetas como aquellas quien necesitaba nombre de pila? Tetas grandes estaba casada y tenía un hijo. Yo estaba solo y tenía una permanente erección. Así que lo que comenzó siendo un sutil jugueteo amoroso por mi parte del tipo “tienes los pezones que podría colgar mi abrigo en ellos” o “si te agachas un poco mas a recoger el formulario HTE-442 conseguiré adivinar la marca de tu ropa interior”, acabó con los dos metiéndonos mano en el ascensor, en el metro o incluso en un callejón cercano. Que bonito es el amor cuando es puro. Lo hacíamos en todos lados, o al menos eso intentábamos porque resulta complejo consumar con alguien que tiene todo su tiempo dedicado entre un marido, un hijo y una mesa llena de formularios, imposible encontrar tiempo para que se le pongan los ojos en blanco y le explote la cabeza. ¿Qué sucedió? Pues que como toda historia de amor que se precie debería tener un final agridulce, cuando los vigilantes de seguridad hacían una demostración de los equipos a unas autoridades y aparecimos nosotros en blanco y negro en la cámara de una de las salas de descanso con mi cabeza dentro de su jersey si sus manos desaparecidas dentro de mis pantalones.
Ella aun trabaja allí, yo soy adicto a las colas del INEM. El jefe de personal también era admirador de las tetas grandes.
Resumiendo, por muy grandes que sean las tetas, no os juguéis el sueldo. Porque pueden suceder que os quedéis sin sueldo y sin tetas...
un par de tetas mueven más que mil carretas =D
ResponderEliminar-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
bueno gracias por leer(me) ^^
que tenga un bonito día , o tarde o noche .-
E incluso una sola.
ResponderEliminarLeerla es un placer. Escribe usted muy bien. Espero que sus carretas estén a la misma altura.
Siempre suyo
Un completo gilipollas
Mi adorado y sensual C.G, menos mal que yo tengo el tamaño perfecto y más elegante, es decir p ..... s, no tengo estos problemas, jajajaja.
ResponderEliminarSeñor mío, le dejo una suave caricia rondando la noche de carnaval.
Néctares
Mi querida Néctar. Cuando desee será un placer comprobar tamaños. Espero que usted no desee contemplar mi tamaño y si lo desea... vaya comprando una buena lupa.
ResponderEliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas
Esto que se le ha ocurrido cuando yo le he dicho que las tengo pequeñas?...ay que joderse.
ResponderEliminarOtro que le gusta el melonar, pues sinceramente espero que esté usted al nivel de una CUBANA DE TETAS GRANDES.
Me entiendeeeee????
Mi querida Medea... no mezclemos burros con Meninas. Yo no estoy a nivel de pequeñas ni de grandes, en realidad por no estar no estoy ni sobrio. No se me enfade, que yo a usted la deseo igual... y siempre podemos recurrir a un cirujano plástico... ¿no crees? De acuerdo, yo también me operaré.
ResponderEliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas
Ummm .... Yo creo que pega más de Azafata Sensible, para susurrarle mis deseos en unos cuantos idiomas muy cerca de su ... y después...
ResponderEliminarLe deseo una feliz y electrizante noche ..
Siempre suya
Néctares
Mi querida Néctar. Puede usted susurrarme lo que desee en el idioma que desee. Por desgracia yo solo hablo dos idiomas, castellano y castellano con tacos.
ResponderEliminarPero el amor no entiende de lenguas. O si...
Siempre suyo
Un completo gilipollas
¿Y si sigues teniendo las tetas y el sueldo?
ResponderEliminarMi querida Butterflieswithoutwings
ResponderEliminarNi lo uno ni lo otro, espero que usted me ayude con ambos problemas. Caso de no poder ayudarme mas que con uno en ese caso escojo sus tetas. (¿Que esperaba? No doy para mas)
Siempre suyo
Un completo gilipollas
Mi estimado amigo, un placer volver a deleitarme con sus sarcásticas y siempre acertadas palabras.
ResponderEliminarLleva usted en su pluma el dardo envenenado que muchos quisieran para si mismos.
Siento la noticia que acabo de leer, pero sabe que tiene mi apoyo incondicional. Si me necesita no dude en avisarme tiene la puerta abierta.
Y permita que le diga; G. Clooney no es uno de mis preferidos, en cambio usted me regala alguna fantasía que otra.
Algunas veces Suya
Silencios
Es que el mundo teta siempre implica cierto riesgo... hasta el riesgo de la irritación.
ResponderEliminarPD, es toda una sorpresa para mi salud encontrarle por varios lugares y que constantemente me invite al descojono. Y no, no diga que me invita a nada que sería lo más fácil.
Pues eso, gracias a las fuerzas gilipollas...
Mi querida silencios, por desgracia el único dardo que consigue hacer diana es el de mi pluma. No le miento cuando digo que preferiría otro. Me alegra leer que le regalo mas fantasías que George Clooney, le apuesto dos vacas sagradas hindúes a que no dice lo mismo después de que me quite la bolsa de la cabeza.
ResponderEliminarQuerida Elektra. El mundo teta implica riesgos pero es el nirvana con el que los hombres soñamos. A veces sueño con monos montados en bicicletas pero eso solo sucede en contadas ocasiones. De acuerdo, no le diré que la invito a mi jacuzzi porque solo tengo una pequeña bañera de asiento y las burbujas las hago con... dejémoslo.
Siempre suyo
Un completo gilipollas
Qué injusticia. Perder ambas cosas es demasiado castigo, pero claro, parece que el jefe de personal no es tan diferente a usted (y a la mayoría).
ResponderEliminarLe doy las gracias por hacerme empezar el día con unas risas y por sus visitas a mi casa.
Un abrazo
Querido Sr. Gilipollas
ResponderEliminarEs bien sabido que los hombres sólo quieren pasar de una teta a otra. De la teta de la madre a la teta de cualquiera, la cuestión es mamar.
Como siempre un placer leerle.
Y no se dejé llevar tanto por su hambre, que ya vemos lo que sucede, se queda sin gachas!
A sus pies, señor mio.
La Maga
Mi querida Alis. La vida es injusta por definición (no solo conmigo... también con ustedes). Agradezco su agradecimiento por las risas y visitas, si por Diciembre sigue agradecida yo le agradecería una cesta de navidad.
ResponderEliminarMi querida Maggie. Los hombres somos unos mamones, menuda novedad. Pero piense una cosa... si ustedes -las féminas- no tuviesen pechos, nada de esto sucedería. Así pues... ¿de quien es la culpa?
Siempre suyo
Un completo gilipollas
Tanto en el puesto de trabajo como en otras zonas de obligada concurrencia, debería haber carteles advirtiendo del riesgo: "Peligro: tetas grandes a 20 m.", o algo así. Otra solución sería ponernos unas orejeras y confiar en la voluntad: "No miro, no miro, no miro..."
ResponderEliminarEn cualquier caso, las portadoras de volúmenes superiores a la talla 90 deberían estar señalizadas. Y pagar una tasa por transporte y acarreo de material peligroso.
Buen consejo querido Gilipollas.
ResponderEliminarQue te sepa leve y que se fructuosa la búsqueda de tu "amor puro".
Saludos
Amigo subterráneo, ni voluntad ni aviso. La castración química es la mejor manera para conservar el trabajo. Ahora lo se.
ResponderEliminarEstimada Ainhoa, el amor siempre es puro, por desgracia después vengo yo. De todas formas agradezco sus amables palabras desde una carcel venezolana (ya lo explicaré mas adelante)
Siempre suyo,
Un completo gilipollas
Me temo querido amigo, que en este caso ha sufrido discriminación sexual, no por el tamaño de las carretas, digo tetas de su compañera "tetis loquis", si por el tamaño de su ya famoso micropena, digo pene, si no porque para ser justos tanto uno como la otra deberían de formar parte de los pocos afiliados a las listas del INEM.
ResponderEliminarMe temo que el jefe de personal queria la carreta para el solito, ventajas y desventajas o guerra de sexos en definitiva.
Espero haber aprendido la lección. Me tiraré por las que las tienen más pequeñas pero tienen 7 o 8, parece que por compensación las cosas deben de ser así. Ya te diré.
ResponderEliminarSaludos de Noveldaytantos.
Si en diciembre sigo agradecida, dé por hecho lo de la cesta.
ResponderEliminarY permítame que utilice este espacio para protestar por la propuesta del señor Subterráneo de cobrar una tasa a las portadoras de una talla superior a los 90. No me parece justo, deberíamos cobrar. Si tuviese que llevar él la carga a todas horas entendería por qué lo digo.
Gracias
Mi querida Ondina, efectivamente en mi episodio de la compañera de trabajo lo que sucedió fue una autentica guerra de sexos. Por desgracia en esas guerras siempre pierdo. Será culpa del tamaño de mi pistola, digo yo...
ResponderEliminarMi querido/a noveldaytantos. Parafraseando el chiste:
-Doctor, vengo porque mi mujer tiene tres pechos
-¿Quiere que le extirpemos uno?
-No, quiero que me implanten un tercer brazo.
Querida Alís, la cesta navideña es suya al saber que pasa de la talla 90. En realidad además de la cesta le pondré un piso en Benalmadena (Alicante). Y mi querida señora, si yo tuviese una talla cien no me importaría llevar tal peso, estaría todo el día en el sofá tocándomelos.
Siempre suyo
Un completo gilipollas
Muy buen consejo, pero de todas formas... ¿Cómo conseguiré seguirlo?
ResponderEliminarA mí, si me pasa eso. Me cazan. Pero si al minuto siguiente me vuelve a pasar. Me cazan otra vez.
He de reconocer, señor, que cada dia se supera más... buenas tetas... no lo son todo! es más si esa mujer es una sosa por muchas tetas que tenga le aseguro un aburrimiento en tercer grado (no se pregunte porque he dicho lo del grado... no lo se ni yo (quedaba bien))
ResponderEliminarUn placer volver por aqui;)
Mercè
Iba yo a agradecer su sabio consejo final en nombre de la humanidad libidinosa e inconsciente, pero no sé yo... Al fin y al cabo seguro que sabe Vd. que nadie le va a hacer caso y ha escrito esto por el placer de poder decir: "¿Veis?, ya os lo decía yo."
ResponderEliminarOh por favor!!!! nunca pensé que hicieses pública nuestra historia de amor. Ahora lo sabe todo el ciberespacio. Te odio.
ResponderEliminarNi besos ni ná.
Estimado Jimmy, somos como conejos saltando alegremente en un idílico campo de verde hierba, nos disparan una y otra vez pero seguimos saltando delante de los cazadores. Es nuestra manera de ser. Y disculpe el símil de los conejitos pero los nabos no saltan delante de los cazadores.
ResponderEliminarEstimada Mercè, sabido es que grandes pechos no son grandes soluciones pero mientras no llegue la mujer de mi vida tendré que conformarme con los pechos de mi vida. Pero le aclaro que también me atraen los pechos pequeños y bien puestos...
Querido amigo/a pcbcarp. El placer de decir “¿Veis?, ya os lo decía yo." es de los pocos placeres que me quedan... ¿por que iba a negármelo?
Querida Rosa. No sea tan egocéntrica, en nuestra historia de amor no hay tarjetas VISA ni ollas. No me odie, cuando me refiera a usted lo sabrá porque ilustraré la historia con las 200 fotos que la hice en la cama redonda del club “la ucraniana feliz” en la carretera de Ronda. Besos y too.
Siempre suyo
Un completo gilipollas
¿Asi es señor! ¡Nada con las colegas de trabajo!
ResponderEliminar(¡Que hipocrita soy!)
exacto!!!
ResponderEliminarnunca te rindas
salu2 compañero
Mi querido eltauromquico, nada nada tampoco. Algo si, pero con prudencia. Pregúntese usted: ¿que es mas importante: el puesto de trabajo o dos carretas como dios manda?
ResponderEliminarLo segundo, por supuesto.
Mi querido Duke, yo nunca me rindo, son ellas las que no quieren ir a la guerra.
Siempre suyo
Un completo gilipollas
Señor Gilipollas, me temo que no volveré a hacer caso de sus sugerencias. Después de haber estado más de 24 horas tirada en el sofá tocándome los pechos, he de confesar que me aburrí muchísimo...
ResponderEliminarEso sí, acepto el piso en Benalmádena. Dígame dónde me deja las llaves.
Un abrazo
Mi querida Alis
ResponderEliminarEs mas divertido si se estira usted en el sofá y se los toco yo. O aun mas divertido si me estiró yo en el sofá y me los toca usted. Los pechos, aclaro.
Como puede ver existen miles de combinaciones para el amor verdadero.
Siempre suyo
Un completo gilipollas
En la próxima empresa que tenga el gusto de contar con ud., pruebe a seducir a la jefa de personal directamente. Así evitamos el problema.
ResponderEliminarBesitos!
Dicen que la fe mueve montañas. Y el poder, o el dinero,...yo que sé.
ResponderEliminarPero nooooooooo.
Es una tetaaaaaaa, aunque sea una, la que mueve!!! y revolucionaaa XDDXDXD
pero grande, eso sí.
Un saludo señor Gili
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarQuerida Cris
ResponderEliminarLa ultima jefa de personal que tuve me puso una orden de alejamiento de 600 kilometros... no creo que sea una buena idea.
Querida Magica.
Teta que cabe en la mano no es teta que es grano.
Teta que la mano no cubre no es teta que es ubre.
La buena teta en la mano quepa.
Que curioso resulta que todo el mundo se queda solo con el detalles de las tetas en este post, sobretodo ustedes, mis deseadas féminas.
No somos tan diferentes...
Siempre suyo
Un completo gilipollas
Evidentemente, Don C.G., este es un nuevo caso para la Ministra de Igualdad.
ResponderEliminar¡Saludos!
jajaja, en fin, supongo que como bien dices, meterla en caliente siempre puede más que la razón. En el trabajo sólo es bueno trabajar, y no te creas que no fastidia. Saludos.
ResponderEliminarQueriod Carlos Fox, el unico ministerio de trabajo coherente es de la igualdad. Deseo ferviertemente que hombres y mujeres seamos iguales para que, al fin, las mujeres esten tan salidas como nosotros.
ResponderEliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas
Querida Conchita. En el trabajo solo es bueno trabajar... pero tambien te joden! Joder... ese es el problema. ¿Tiene usted alguna solucion?
ResponderEliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas