La primera ocasión que tuve constancia de lo que era un Mándala sucedió por pura casualidad (traducción: imperiosa necesidad). Antes que nada deben entender que como completo gilipollas me la trae al pairo cualquier religión, creencia o buen rollito espiritual que se de en este planeta repleto de animales de compañía necesitados de cualquier tipo de guía que no sea la Michelín. Mi religión dice que si hay que fornicar se fornica, el resto es palabrería e imágenes de escayola que lloran sangre. Pero sucede que en ocasiones para fornicar hay comulgar con aquello que nos cause mas pena que risa, aun cuando va contra nuestros -escasos- principios morales (quien tenga de eso, claro está). Como bien saben, carezco de todo principio (aunque siempre tengo finales). Si para fornicar hay que bautizarse uno se bautiza, si para fornicar hay que ordenarse cardenal de la iglesia pontifica, uno se ordena toma las medidas para la túnica.
Conocí a la mujer de los Mandalas en un oscuro bar de la calle Petrixtol, eran las ocho de la mañana, estaba yo ingiriendo mi duodécima copa de anís del día cuando la vi sentada en la mesa más alejada. No puedo decir que fuese guapa, tampoco fea, en realidad me había dejado las gafas en casa e iba completamente borracho. Pero era una mujer, eso seguro. Sus dos grandes pechos y su larga melena me lo confirmaron. Podría haber sido uno de los muchos travestís del barrio pero bebía un zumo de naranja y los travestís de mi barrio lo mas cerca que han tenido nunca una fruta ha sido un pepino (nunca ingerido por la boca). Me acerqué a ella dando tumbos de un lado a otro, tropezando con las sillas metálicas, cayendo al suelo y volviéndome a levantar con la escasa dignidad que me quedaba hasta que conseguí salvar los cinco metros que nos separaban en apenas media hora rebozado de serrín, colillas y trozos de gambas cual peculiar croqueta de carnaval. No entiendo porque todos me miraban, siempre hago lo mismo cuando salgo del bar. La mujer alzó la vista de algo que estaba dibujando y me sonrió, puede que solo fuese una mueca. ¿Me escupió? Posiblemente. Le pedí si podía tomar asiento y ella dijo que no así que puse en práctica el truco del ataque al corazón y me senté mientras me apretaba el pecho repitiendo "que me viene, que me viene y me voy, adiós mundo cruel". La mujer volvió al dibujo como si yo fuese invisible (¡ojalá pudiese serlo!). Le pregunté que pintaba y ella me contestó si me había recuperado del ataque al corazón. Aquello prometía. La primera fase del cortejo se había cumplido con nota: toma de contacto verbal y visual. "¿Que pintar tu?" pregunté intentando no parecer borracho. Ella contestó que era un Mándala. Después supe lo que era y créanme que no voy a perder el tiempo explicándolo, muchos tienen incienso en sus casas y les va el buen rollito así que queden entre ustedes en un bar de diseño con psicodélicos posters de diosas de ocho brazos y se lo explican. "¿Y realmente sirve de algo realmente realmente?" pregunté. Por lo visto a ella le servía, en efecto. A mi también, me servía para mantener la conversación, puede que les parezca una conversación patética que a nada -bueno- conduce pero créanme cuando les digo que es mucho mas de lo que suelo conseguir en mis mejores años. "Soy un superherroe: supergilipollas", dije de repente. Ella contestó que no le cabía ninguna duda de que era un supergilipollas. ¿Sería una de las lectoras de este blog? Si era así entonces ya tenía el 99% del trabajo hecho. "¿Has leido mi blog? Soy un escritor". La de los Mándalas negó con la cabeza. Maldita sea. Se imponía una táctica mas agresiva así que me abalancé sobre ella intentando besarla pero ella hábilmente efectuó la maniobra "Dun-tsu" de bloqueo y me pegó un golpe en la boca del estómago. Malditos cursos de defensa personal para mujeres maltratadas. Cuanto daño están haciendo a quien menos lo merece. El golpe hizo que el desayuno y parte de la cena saliese del estómago y acabase sobre aquel Mándala.
Fue la última vez que vi a aquella mujer pero a cambio tengo colgado en la pared de mi comedor un hermoso cuadro con redondas concéntricas de colores y algún que otro resto de cena o desayuno que me recuerda cada día que las mujeres son mucho mas complejas que lo que los hombres creemos.
Y el que suscribe aun más gilipollas de lo que ustedes creen.
Conocí a la mujer de los Mandalas en un oscuro bar de la calle Petrixtol, eran las ocho de la mañana, estaba yo ingiriendo mi duodécima copa de anís del día cuando la vi sentada en la mesa más alejada. No puedo decir que fuese guapa, tampoco fea, en realidad me había dejado las gafas en casa e iba completamente borracho. Pero era una mujer, eso seguro. Sus dos grandes pechos y su larga melena me lo confirmaron. Podría haber sido uno de los muchos travestís del barrio pero bebía un zumo de naranja y los travestís de mi barrio lo mas cerca que han tenido nunca una fruta ha sido un pepino (nunca ingerido por la boca). Me acerqué a ella dando tumbos de un lado a otro, tropezando con las sillas metálicas, cayendo al suelo y volviéndome a levantar con la escasa dignidad que me quedaba hasta que conseguí salvar los cinco metros que nos separaban en apenas media hora rebozado de serrín, colillas y trozos de gambas cual peculiar croqueta de carnaval. No entiendo porque todos me miraban, siempre hago lo mismo cuando salgo del bar. La mujer alzó la vista de algo que estaba dibujando y me sonrió, puede que solo fuese una mueca. ¿Me escupió? Posiblemente. Le pedí si podía tomar asiento y ella dijo que no así que puse en práctica el truco del ataque al corazón y me senté mientras me apretaba el pecho repitiendo "que me viene, que me viene y me voy, adiós mundo cruel". La mujer volvió al dibujo como si yo fuese invisible (¡ojalá pudiese serlo!). Le pregunté que pintaba y ella me contestó si me había recuperado del ataque al corazón. Aquello prometía. La primera fase del cortejo se había cumplido con nota: toma de contacto verbal y visual. "¿Que pintar tu?" pregunté intentando no parecer borracho. Ella contestó que era un Mándala. Después supe lo que era y créanme que no voy a perder el tiempo explicándolo, muchos tienen incienso en sus casas y les va el buen rollito así que queden entre ustedes en un bar de diseño con psicodélicos posters de diosas de ocho brazos y se lo explican. "¿Y realmente sirve de algo realmente realmente?" pregunté. Por lo visto a ella le servía, en efecto. A mi también, me servía para mantener la conversación, puede que les parezca una conversación patética que a nada -bueno- conduce pero créanme cuando les digo que es mucho mas de lo que suelo conseguir en mis mejores años. "Soy un superherroe: supergilipollas", dije de repente. Ella contestó que no le cabía ninguna duda de que era un supergilipollas. ¿Sería una de las lectoras de este blog? Si era así entonces ya tenía el 99% del trabajo hecho. "¿Has leido mi blog? Soy un escritor". La de los Mándalas negó con la cabeza. Maldita sea. Se imponía una táctica mas agresiva así que me abalancé sobre ella intentando besarla pero ella hábilmente efectuó la maniobra "Dun-tsu" de bloqueo y me pegó un golpe en la boca del estómago. Malditos cursos de defensa personal para mujeres maltratadas. Cuanto daño están haciendo a quien menos lo merece. El golpe hizo que el desayuno y parte de la cena saliese del estómago y acabase sobre aquel Mándala.
Fue la última vez que vi a aquella mujer pero a cambio tengo colgado en la pared de mi comedor un hermoso cuadro con redondas concéntricas de colores y algún que otro resto de cena o desayuno que me recuerda cada día que las mujeres son mucho mas complejas que lo que los hombres creemos.
Y el que suscribe aun más gilipollas de lo que ustedes creen.
De verdad que su intención era follar?....
ResponderEliminarNo se...a mi me resulta difícil de creer que con esa curda usted pudiera fornicar aunque tal vez solo cuenta la intención no?.
ResponderEliminarUn beso.
Narración ingeniosa señor dispuesto a liarse con la de-manda-la. Un abrazo.
ResponderEliminarSr CG: optimismo no le falta, o tal vez fuesen las doce copas de anís. Si la mujer le hubiese propuesto fornicar no sé cómo habría respondido.
ResponderEliminarAl menos, logró un recuerdo de aquel encontronazo.
Pero... qué otra cosa podría estar haciendo una mujer maltratada en un oscuro bar de la calle Petrixol, dibujando un mandala a las ocho de la mañana... si no esperándolo a usted mismo?
ResponderEliminarNo se da usted cuenta de nada mi gilipollas
siempre suya, tuya, nuestra, vuestra, etc
A.
No hay mal que por bien no venga don C.G. Piénselo de esta forma. Si hubiese tenido éxito en su intento fornicatorio, en ese estado alcohólico Usted habría quedado (además de doblemente gilipollas) con su "ego" (entiéndase por ego aquello que se encuentra a medio camino entre su ombligo y sus rodillas) totalmente difamado, aturdido, abofeteado en su orgullo más íntimo.
ResponderEliminarSin embargo ahora tiene un poco más decorada alguna pared de su morada.
Y que viva el anís. Salud!
Estimado Completo:
ResponderEliminarA veces, tomando una copa, uno aumenta su capacidad de charla, debido a la euforia producida por el alcohol.
La próxima vez recuerde mi consejo y tómese una copa. Pero una!!!!!!
Jajajajaja, me ha hecho mucha gracia lo de la croquetilla de serrín, colillas y gambas , jajajajajajja.
ResponderEliminarParece ser que lo de los mandalas vale para todo, está ahora muy de moda. A mis alumnos la orientadora les manda colorear mandalas, y luego los observa sesudamente, como un arúspice de la antigua Roma observando el hígado de un animal recién sacrificado para adivinar el futuro. Y así te dice los problemas que tiene el niño. Para que los resuelvas tú, claro. Como no es cosas tuya, normalmente pasas, y los mandalas acaban en el bidón del papel para reciclar.
ResponderEliminarPero a lo mejor a usted le sirve el mandala, Sr. Gilipollas. Siéntese en un bar coloreando uno, y a lo mejor se le acerca una señora sumamente borracha que intenta ligar.
Kotinussa
Mi querido Sr. Completo Gilipollas:
ResponderEliminarLa escena que Ud. describe es la típica de los hombres buscando una conquista con algunas diferencias claro está, a veces no están tan idos por las copas de anis o de un buen whisky, consiguen llegar a la presa sin tardar tanto tiempo (cuando se lo proponen atraviesan montañas), la presa en cuestion puede variar respecto al físico ... Pero el objetivo es el mismo en resumidas cuentas tal como ya lo explico tan brillantemente ahora.
Ahora que las mujeres somos extremadamente complejas no lo discuto, los hombres exageradamente simples y Ud. no es tan gilipollas como piensa, como le dije, su comportamiento es el mismo que el de todos en este caso.
Me encantaría descubrirlo en otros.
Saludos
Pd. igual lo querré.
¡Divinos recuerdos que nos devuelven nuestras glorias al mirarlos!
ResponderEliminarQuerida © MEDEA, ¿por qué pregunta si de verdad mi intención era el fornicio? Mi querida amiga, como si a estas alturas no supiese usted que mi intención SIEMPRE y UNICAMENTE es esa
ResponderEliminarEstimada Minerva, ni con curda ni sobrio puedo practicar el fornicio. El estado etílico es indiferente. El problema es el continente, no el contenido.
Mi querida emejota, gracias por sus amables palabras. Yo estoy dispuesto a liarme con cualquiera, incluso con aquellas mujeres de diferente filiación política a la mía. Yo solo tengo una filia y este no es el momento de mostrarla...
Querida Alis, el optimismo y el alcohol son malos compañeros. Si la mujer me hubiese propuesto fornicar habría respondido: despertándome del sueño.
Adorada Adriana. Soy consciente que todas esperan, de eso siempre me doy cuenta, pero por desgracia siempre están esperando a otro.
Estimado El Vocero ¿Qué importa el ego si existe el fornicio? Y aun en el caso que el “ego” sea una alegoría de mi micropene. ¿Qué importa eso? Prefiero un gatillazo a la indiferencia. Al menos te llevas a casa media docena de besos.
Querido chapete. Siempre recuerdo su consejo de tomar una sola copa, lo malo es que lo recuerdo cuando llevo diez copas. Debe ser que el alcohol me despierta la memoria.
Querida Wen, me alegro que le hiciese gracia lo de la croquetilla de serrín, colillas y gambas. ¿Trabaja usted por un casual en el gremio de la limpieza de ropa? Porque los de la tintorería también se alegraron.
Querida Kotinussa, desconocía que se utilicen Mándalas también en la escuela. Puede que aquella mujer fuese una maestra. Maldita sea, debería haber pedido que me lo enseñara... TODO.
Estimada Tatiana, soy hombre además de un completo gilipollas. ¿No esperaría usted que me comportase como una mujer? Ardo en deseos de que me descubra todo cuanto desee, porque se refería a mi ¿no es así? (igual me dejaré querer).
Querida Duschgel. Cuando dice lo de “¡Divinos recuerdos que nos devuelven nuestras glorias al mirarlos!” ¿se refiere a mi persona o a las cogorzas de anís?
Siempre suyo
Un completo gilipollas
Sr. Gilipollas, debe saber que seguramente los travestis de su barrio si ingieren pepinos por la boca. Es muy gilipollas por su parte no saberlo jeje ;)
ResponderEliminarUn besito
Por Diosss, no va a echar un puñetero polvo en la vida. ¿Pero qué mierda de forma de ligar es esa? ¿Está usted seguro de que no le hipnotizó con el mándala? Porque preguntarle a una mujer rebozado de serrín y gambas "¿Qué pintar tú?", jajajaja, es que no puedo con sus historias, no sé si reírme o llorar. Me reiré mejor jajajajajajaja, es usted un genio.
ResponderEliminarEsta pasando por una Racha de Mala Suerte, le hicieron un Maleficio o Qué?? Su tenacidad se agradece, aunque sólo obtuvo como premio de consolación un cuadro. Mucha Suerte, y me sigue robando algunas sonrisas. Un Abrazo.
ResponderEliminarQuerida Sara. ¡¡¡¿¿¿También por la boca???!!! Los que son viciosos son viciosos sean del genero que sean...
ResponderEliminarQuerida Ana. Soy consciente de que mi futuro en lo que atañe al sexo es bastante exiguo. Pero no pierdo la esperanza... ¿Usted no se llamará Ana Esperanza?
Querida * C@p3rucilla Roj@ * Mejor robarle sonrisas que robarle la cartera aunque puestos a robarle le robaría el corazón y los tangas de Intima Churri.
Siempre suyo
Un completo gilipollas
Mi querido Sr. Gili, me alegra mucho que sea un hombre con todas sus letras y con todo lo que ello involucra, no tengo ninguna desviación hacia el otro lado, cosa que respeto y no critico ni mucho menos.
ResponderEliminarClaro que me refería a descubrirlo a Ud. (y lo que Ud. me permita), a su comportamiento en otros casos diferentes a este que escribe ahora del que concluí que: con copas o no, en un bar o en la biblioteca, con bolsa de papel o no, es siempre el mismo en todos los habitantes masculinos del planeta.
Me olvidé comentarle que la foto que acompaña al post es realmente cómica y patética, refleja el anti anti anti requisitos de los que le hablaba anteriormente, por favor Sr. Gili, digame que esa foto no tiene ni un aprecido, ni meramente coincidente con Ud.
Un abrazo
Escribes muy bien!! publica un libro :) yo me lo compro seguro!
ResponderEliminarun saludo completo gilipollas
Con la sonrisa en la cara me deja una vez más :-)
ResponderEliminarEso de estar tan borracho a las ocho de la mañana quizá impida lograr su objetivo principal de fornicar ¿no?
Escribe genial.
Saludos.
Anda! Pues yo dentro de poco voy a hacer un blog de mandalas!!! y no es coña, eh! Pinté como 200 en una época mía muy chunga, muy deprimida, y me venía muy bien para relajarme. Además me quedaban chulísimos :D
ResponderEliminarEso sí, yo no les buscaba significados extraños, simplemente me ayudaban a desconectar y me lo pasaba bien coloreando, como los niños pequeños...
Y tampoco los pintaba en un bar, los pintaba en mi casa viendo la tele.
Un abrazo!
¿Por qué no prueba a dibujar mandalas ud. mismo en una barra y esperar a que una bella dama se acerque a alabar su espiritualidad?
ResponderEliminar(besitos)
Estimado Gilipollas,
ResponderEliminarVeo que usted sólo dice gilipolleces, y eso me encanta. Yo también he utilizado la técnica del vómito para ligar, sin exito alguno. Si es que hay cosas que no se pueden entender.
Un saludo.
Mi estimado Don Completo, cuanto siento que este lance también terminara sin fornicio! pero hay un punto que Ud. toca en su escrito que me ha llegado al alma. Si ella fuese una de mis lectoras...Ahí si que hay miga, Señor mio. Siga Ud. tan gilipollas como siempre y pronto aparecerá la mujer a su altura. No pierda la esperanza.
ResponderEliminarA sus pies, caballero.
La Maga Moderna
pd: los mandalas siempre funcionan, esa mujer era demasiado para Ud. pero no se preocupe, veo una mujer llamada Espe, en su vida.
Al cuadro de mandala.
ResponderEliminarSr.G, pues no. Afortunadamente trabajo en un sector más festivo... sólo me hizo gracia le imagen. Ahora que lo pienso, está mal reirse de las desgracias ajenas... si hay infierno voy derechita!
ResponderEliminar"Prefiero un gatillazo a la indiferencia. Al menos te llevas a casa media docena de besos."
ResponderEliminarSi es que en el fondo es un sentimenta...
Está mas que demostrado, que si cortejas a una mujer, con un poco de sangre en las venas, el resto cazalla,las probabilidades de fornicio son practicamente nulas, a no ser que la mujer sea una ninfomana enfermiza con furor uterino..o que se llame Sue Ellen ...o las dos cosas a la vez, que no tiene que ser necesariamente incompatible.
ResponderEliminarPero me temo que este tipo de mujeres no abundan,o solo se pasean a la hora de la siesta y por ello pasan desapercividas.
Asi que tendremos que recurir al viejo y entrañable: Perdona ¿¿estudias o trabajas ??.
No es que esta genial estrategia de resultado, pero por lo menos evitamos nuestro vómito...y el de ella.
Un abrazo amigo.
Querido CG...una preguntilla ¿Es usted el de la foto al salir de aquel bar???
ResponderEliminarRealmente, espero que no...Y no por la pinta del especimen que en ella aparece, si no porque usted perdería todo el morbo que le da esa bolsa en la cabeza...Y créame, lo de la bolsa, puede que llegue a funcionarle para fornicar siempre y cuando no lo convine usted con la técnica del vómito...Esa no funciona nunca, creáme, nunca...
^^
Querida Tatiana, efectivamente soy un hombre con todas sus letras (de la C a la S) y con todo lo que ello involucra (ser un gilipollas reconocido con la ISO2010 de Gilipollismo). Usted puede descubrirme cuanto desee siempre que no implique un análisis de sangre (odio las agujas y las arañas). Le reconozco que el de la foto no soy yo... pero podría serlo.
ResponderEliminarQuerida |MGM| Ya he publicado mas de un libro pero me cuidaré muy mucho de decir cual. Mi identidad es tan secreta como la de Superman. Me pongo las gafapastas y ya soy Clark Kent.
Querid Claire. Da igual que estuviese borracho a las ocho de la mañana, sobrio tampoco fornico.
Querida Su. Quizás fuese usted la de los Mándalas... no se yo.
Querida Cris. Lo intentaré.
Jauroles, yo no sólo digo gilipolleces, sino que siempre digo gilipolleces. Si fuese inteligente perdería todo mi encanto. Yo lo se, ustedes lo saben y eso me encanta. Yo también he utilizado la técnica del vómito para ligar, sin exito alguno. Si es que hay cosas que no se pueden entender.
Querida Maga Maggie, cuando dice que pronto aparecerá la mujer a su altura ¿se refiere al equipo femenino sueco de volleyball playa? Eso ya lo sueño cada noche. Como siempre, despues despierto.
Querida Duschgel ¿mande?
Querida Wen, si va al infierno derecha guárdeme sitio en la cola.
Querida Juno, por supuesto que soy un sentimental. No me queda otra.
Querido Miguel. Gracias por sus amables palabras y sus interesantes consejos. Los pondré en práctica en cuanto me recupere de los 25 anises con los que he desayunado.
Siempre suyo
Un completo gilipollas
Y yo que pienso que se estaba haciendo de rogar... ella eh!, no usted.
ResponderEliminarDeja la bebida.Aficiónate a la nocilla.
ResponderEliminarSiempre suya
Querida Martha. No, no soy el de la foto, pero como he dicho antes... podría serlo.
ResponderEliminarEstimado Tom (me resisto a llamarle "querido"). Todas las mujeres se hacen de rogar... siempre y si. Menos mal sino... estaríamos todo el día fornicando en vez de trabajando.
Querida S. ¿La nochilla sola, con pan o en su cuerpo? (aunque no creo en Dios rezo porque sea la tercera)
Siempre suyo
Un completo gilipollas
Créame, Dr. Gilipollas, no era yo... si un hombre borracho rebozado en gambas y colillas, trata de besarme en un bar, le aseguro que me acordaría, tiene que ser una experiencia inolvidable :D.
ResponderEliminarUn abrazo!
Pues qué pena que no sea usted el de la fotografía, es un hombre verdaderamente atractivo.
ResponderEliminarMi querida Su, yo soy una experiencia inolvidable rebozado de gambas o no. Inolvidable no por buena, precisamente, la advierto.
ResponderEliminarMi adorada Sonia. No soy el hombre de la fotografía pero si le parece atractivo puedo ponerme a ello.
Siempre suyo
Un completo gilipollas
La intención es lo que cuenta!
ResponderEliminarMi querida Jo T. Gracias... pero mis intenciones siempre son las mas gilipollas.
ResponderEliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas
joder CG como las preparas, a eso lo llamo yo liarla y a lo grande!
ResponderEliminarpor lo menos lo intentaste, ke bien me lo pasaria de fiesta contigo, nos reiriamos mogollon jeje.
salu2
Qué quiere que le diga, yo me desharía del cuadro que únicamente le va a servir para recordar el terrible ridículo.
ResponderEliminarClaro es que debe estar Vd. bien acostumbrado, para eso es un completo gilipollas.
¿O no?
Bicos
Sr CG: Leo que Miguel le propone que retome el tradicional recurso de ¿estudias o trabajas?. Le propongo que utilice la versión moderna, si no más efectiva, al menos sí más directa: ¿me estudias o me trabajas?
ResponderEliminarUn beso
SI llega a tener ocho manos como Shiva, no la deja usted escapar aunque se le crucen los chacras. ¡Más madera!
ResponderEliminarEstimado señor Completamente Gilipollas:
ResponderEliminarHacia una eternidad que no me reia tanto.
Mis sinceras felicitaciones.
Volvere
Un saludo
Perfida
Le dejo mi blog por si le apetece a usted pasarse
www.laperfidacanalla.blogspot.com
Querido Gilipollas
ResponderEliminarTengo algo que confesarte...
Era yo... es que estaba enfadada, porque cuando llegué con la pizza, dormías y me la tuve que comer sola en el rellano y por cierto... no era un mándala... era uno de esos mantelitos de papel, que ponen en las mesas, como protección, y los círculos... la marca de los vasos y platos del desayuno, pero si te sirve... :P
Besos y feliz tarde.
Estimado Duke, cuando quiera nos vamos de fiesta, tendremos el doble de posibilidades de ligar ¿cuanto es el doble de cero?
ResponderEliminarfonsilleda, yo guardo todos los recuerdos, sobretodo los desagradables, no tengo de otro tipo.
Querida Alís ¿me estudias o me trabajas? La fornico, directamente.
Sensei Katorga ¿para que quiero ocho manos si solo tengo un miembro?
Estimada La Perfida Canalla, me alegra que se riese, me apena que hiciese una eternidad que no riese tanto. Si quiere reir mas a menudo le enviaré una foto de mi micropene para que lo guarde de fondo de pantalla de su movil.
Querida Silvia_D, maldita sea. La pizza... olvidé nuestra cena! Es igual, la dejaré colgada de la pared. Siempre me recordará a usted.
Siempre suyo
Un completo gilipollas
Sr C.G de verdad es que tiene Ud, estómago,querer hacer el amor con esta señora,espués del vómito, guacalaaaaaaaaaaaaa!!!
ResponderEliminarun saludo
Sr C.G de verdad es que tiene Ud, estómago,querer hacer el amor con esta señora,espués del vómito, guacalaaaaaaaaaaaaa!!!
ResponderEliminarun saludo
Estoy mareada con tanto atrezzo, vuelvo cuando se me pase.
ResponderEliminarjaja
Un beso desde mi mar.
Querida Yo, tengo estómago para eso y para mas. Una oportunidad que aparece no puede desaprovecharse. Me refiero a una oportunidad cada seis años, más o menos. Más bien menos.
ResponderEliminarQuerida Ondina. Vuelva cuando quiera, siempre es bienvenida (incluso deseada).
Siempre suyo
Un completo gilipollas
Usted dice que tiene el cuadro del mandala, ¿no? Pues es un recuerdo de sus glorias, por llamarlo de alguna manera. Cada vez que lo mira, revive aquello. Es que que a veces me explico como un libro sin hojas y sin cubiertas. No me lo tenga usted en cuenta.
ResponderEliminarQuerida Duschgel, recuerdos tengo muchos pero glorias pasadas ninguna.
ResponderEliminarAl menos espero tener algún futuro...
Siempre suyo
Un completo gilipollas
A mi me encandila su sinceridad!!!.
ResponderEliminarA mi una vez me dió por comprarme una libreta de esas que venían mandalas para colorear. Tenía en la contraportada toda una serie de instrucciones sobre como rellenarlos y sobre la simbología de los colores. Chico, a mi aquello me pareció un rollo igual que cuando de pequeña me compraban aquellos odiosos cuadernos de dibujos para colorear, con lo bonito que es el dibujo libre y el amor libre!!!!
Besoss
Querida Rosa, muchas gracias. Estamos pues de acuerdo en que los Mándalas son un "pinta, colorea y si te atreves... recorta" y también en que el amor tiene que ser libre. Espero que estemos de acuerdo en muchas mas cosas.
ResponderEliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas
Estimado Sr. Gilipollas, si le voy a adoptar, cómprese Primperan. Yo no dibujo mándalas ni puñetera falta que me hace, pero queda Ud. advertido, a la primera vomitona le arreo dos patadas y no le dejo salir de su caseta en lo que queda del día -lo del título de la peli me ha salido sin querer-.
ResponderEliminarRealmente creo que lo que le sentó mal fue la duodécima copa... once es el número ideal.
Suya siempre,
Lo de las "glorias" es una ironía como una catedral XD
ResponderEliminarQuerida Honey Baby. La informo que he adquirido en el mercado negro farmacéutico 200 litros de Primperan (caducado y con licencia Rusa). La vomitona ni por asomo. ¿Ya podemos preparar los papeles para que me adopte?
ResponderEliminarQuerida Duschgel... ¿no me diga? Y yo que pensaba que lo de las "glorias" era real a pesar de que carezco.
Siempre suyo
Un completo gilipollas