Mis queridos animales de compañía, siento comenzar este post reconociendo que no puedo más: estoy mentalmente agotado. Puede que mi vida sea una absoluta gilipollez que carece de todo sentido, realmente lo es aunque ustedes crean que todo es un montaje destinado a llamar su atención. Puede que antes de comenzar este blog me pasase todo el día tumbado en el sofá observando como las arañas tejían autopistas entre el armario y la televisión. Puede que la última vez que tuve mas de dos palabras con una mujer fuese en un bar de carretera llamado “la teta enroscada” y la mujer solo hablaba ruso. Lo reconozco: mi vida antes de comenzar este blog era aburrida y carecía de todo sentido. Vivía solo, no tenía amigos y las mujeres utilizaban la capucha de mi impermeable como cenicero. Mi vida ahora no es mejor. Debería serlo pero no lo es. Gracias a este blog he conocido -virtualmente- a cientos de personas y lo que es mejor: la mayoría son mujeres. Lo que sucede es que mi profunda sumisión y sentido de la inferioridad me lleva a responder todos y cada uno de sus comentarios porque me siento obligado. Pienso que si no re-comento ustedes no volverán (además de que soy consciente que muchas veces las replicas son mejores que los post en si).
He calculado que entre escribir los posts, leer sus comentarios, responderlos y visitar todos sus blogs además de comentar sus entradas me lleva cerca de tres horas al día. Cada día de Lunes a Domingo. Por fin ya no estoy tumbado en el sofá sin hacer nada, ahora solo estoy estresado y me siento culpable si no les devuelvo la visita a tiempo.
Sus comentarios son todos fantásticos. No saben lo que los agradezco. Sus blogs son interesantes todos (incluso los que no lo son). No saben lo que disfruto -castamente- leyéndoles y comentándoles. Pero no puedo más. A partir de ahora si no comento en sus respectivos blogs o no respondo todos sus comentarios a mis posts... no es porque no este interesado ni tampoco porque se me haya subido el éxito a la cabeza, es sencillamente que debo centrarme en lo realmente importante: hacer de este blog un sitio donde puedan reír una y otra vez y para ello necesito tiempo y tranquilidad pero sobretodo no verme obligado a devolverles todo cuanto me están regalando porque sencillamente esto se ha hecho tan grande que ya no tengo tiempo para todos ustedes y estoy comenzando a cambiar disfrute por obligación (como una vulgar meretriz de callejuela oscura).
Además mi trabajo diario (por el que me pagan, no como ustedes, ingratos gorrones) también me obliga a estar todo el día delante de una pantalla. Deben saber ustedes que desde que comencé este blog, el completo gilipollas que suscribe ya debe usar gafas de cerca. Unas hermosas gafas rosas con incrustaciones de rubís verdes, eso si.
Ruego me perdonen si a partir de ahora no comento todos sus comentarios ni visito todos sus blogs con asiduidad. He muerto de éxito. Así de simple.
Son libres de volver si quieren, yo seguiré escribiendo en este blog pero dosificaré mis comentarios y mis visitas. Dosificare mis fuerzas. Lo siento y les reitero mi más infinito agradecimiento. Sobretodo a los cientos de lectoras que me envian fotos suyas desnudas (de acuerdo, esto último no ha sucedido nunca, pero no pierdo la esperanza).
Siempre suyo
Un completo gilipollas