"El secreto del éxito es la honestidad. Si puedes evitarla... está hecho" (Groucho Marx)

27 mar 2009

La mujer con la nariz más grande del mundo


Os pondré al día de mis desventuras sexuales en el mundo del flirteo mas rancio. Desde los últimos posts han pasado algunas cosas, os preguntareis si he conocido a alguna mujer en todo este tiempo, yo también me lo pregunto, en realidad incluso las mujeres con las que he quedado deben estar ahora preguntándose si realmente conocieron a un hombre. Digamos que encuentros los ha habido, claro. Todos desafortunados, por supuesto. Haciendo memoria -y revisando mi exigua agenda- compruebo que desde mi última cita aquí descrita debo haber quedado con una persona, mas o menos, quizás con ninguna. Tampoco quiero que mi memoria me traicione. Una persona -o ninguna- en un mes y medio. Mi media sigue tan exitosa como siempre.

¿Quien era ella? Ahora ha llegado el momento de eso que os gusta tanto que consiste en bautizar a mis conquistas. “La mujer con la nariz más grande del mundo”.

La mujer con la nariz más grande del mundo” es extranjera, como la mayoría de mis citas por Internet. Debo aclarar que la fauna local ya conoce mi fama así que solo me queda tirar la caña a las extranjeras desesperadas por encontrar marido que les proporcione los papeles para quedarse a vivir o a aquellas que acaban de aterrizar en la ciudad y están demasiado confusas y despistadas. “La mujer con la nariz más grande del mundo” sería una mujer atractiva si no fuese porque su nariz es tan grande como el resto de su cara. Sus ojos son azules como el mar, su pelo es rojo como un atardecer en Ibiza, sus labios son finos y delicados como la porcelana china... y su tocha es lo mas grande y terrorífico que he visto en mi vida. Lo reconozco, nunca el físico me ha hecho retroceder, soy demasiado gilipollas y estoy demasiado desesperado. Pero esa nariz... La conversación fue agradable. Posee un cuerpo envidiable para su edad (no, no voy a revelar su edad, soy un caballero y nunca diría que tiene 41 años). Parece inteligente. Incluso podría decir que le gusto sobretodo porque ha sucedido algo que nunca sucedió antes: me ha pedido una segunda cita. Pero es que esa nariz... a mi cabeza solo llegan imágenes de mis manos saliendo de sus orificios nasales como si me hubiese esnifado tal que una droga blanca y polvorienta y yo intentase escapar... a mi cabeza solo llegan imágenes de su nariz taladrándome el estomago mientras intenta, infructuosamente, meter mi micropene en su boca.

¿Que hago? No hay bolsas de papel lo suficientemente grandes para tapar su cabeza, esa solución ya se me había pasado por la cabeza. Estoy desesperado, no la amo, quizás ni tan solo me guste, quiero meterme en la cama con ella, pues claro... pero esa nariz... ¿Que diablos hago? ¿Acepto la segunda cita? Tengo miedo...