Ayer mismo publiqué un post donde
cuestionaba la religión católica como secta atractiva y también cuestionaba que la
Semana Santa sea algo bueno más allá de los cuatro días de fiesta. Seamos
sinceros, en pleno Siglo XXI en la época de la comunicación y la velocidad… ¿en
serio la Iglesia Católica puede sobrevivir sin una buena campaña de marketing?
Estoy convencido que si preguntásemos a los dulces infantes sobre el significado
de la Semana Santa, no sabrán lo que significa más allá de sonreír por una
semana entera sin colegio. Cierto es que la felicidad no necesita de motivos
pero mi mensaje no va dirigido a los receptores sino al emisor.
Carta abierta al Papa Francisco
“Querido Papa de Roma. En primer
lugar permítame una pregunta: ¿si usted es argentino porque dicen que es “de
Roma”? Ya me contestará a la vuelta. A
lo que vamos, le escribo para hacerle llegar unas sugerencias para hacer más atractiva su secta. En primer lugar, las iglesias
ganarían mucho con un tirador de cerveza junto al confesionario, también unos
leds de colores, a lo largo de los bancos de madera con ceniceros (en eso ganarían a los bares). Si además cambian el maniquí
ese de madera y lo sustituyen por una
barra y una stripper, los feligreses no desviarían la vista del altar. Tampoco es mala idea que el cura, en vez de contar historias de miedo
protagonizadas por viejunos, contase chistes de Arévalo. Total, se pasan ustedes toda la misa hablando de gangosos, cojos y mariquitas, pues al menos nos echamos unas risas. Tengan también en cuenta lo de los flyers, repartir publicidad en la puerta de las iglesias promocionando 2x1 o "la noche de los chupitos" es un gran reclamo. En cuanto al resto, si sustituyen las penitencias por una buena
barbacoa con chuletones gigantes y lo del ayuno de Semana Santa se convirtiese
en orgías, entonces ya ni le cuento. Sé que mis consejos quizás
se alejen de los valores que representan su iglesia pero han de saber que sus
valores están un poco alejados del siglo en que vivimos (unos 500 años de
retraso, vamos). De nada y a seguir tan cachondo.”
pd. En efecto su santidad, he escrito "mariquitas" en vez de "homosexuales", es que si no los chistes de Arevalo no suenan tan bien.