"El secreto del éxito es la honestidad. Si puedes evitarla... está hecho" (Groucho Marx)

27 sept 2011

Mujeres, hombres y disfraces.



Dicen que si quieres que las cosas salgan bien debes hacerlas por ti mismo. Mentira. Llevo 45 años intentando hacer las cosas por mi mismo y no he conseguido hacer ni una sola bien. Ni tan solo una. Si quiero comer bien voy a un restaurante, si quiero buen amor voy al club "el conejito feliz" y si quiero una casa limpia me mudo a un hotel. También hay gente con las capacidades mínimas para hacer cualquier cosa que se propongan, no es necesario que lo hagan bien, son simples supervivientes. Yo ni eso. Muchos de ustedes pensaran que este blog es algo que pretendí hacer y me salió bien. Deben saber entonces que este blog nació con la intención de encontrar a la próxima señora gilipollas o, en su defecto, a alguien que me calentase las noches de invierno. Pero resulta que se acerca el tercer invierno y sigo con las mismas perspectivas que al comenzar. Dicen que si quieres que algo salga bien has de poner todo tu empeño en ello. Mentira también. Por mucho que intente hacer las cosas bien siempre me salen mal. ¿Qué sucede entonces? La suerte claro, esa aliada de los guapos y los ricos. Una vez me regalaron una estupidez de libro de autoayuda que decía que la suerte solo llega si pones empeño en ello. Pues sepan ustedes que yo pongo todo el empeño del mundo pero a mi puerta solo acuden los testigos de Jehova, el cartero y vendedores de aspiradoras a domicilio. Ni supermodelos ninfomaniacas ni tampoco el equipo sueco de bronceado. Y deben saber ustedes que pongo mucho empeño, no solo un empeño leve y distraído. Así pues, si no tengo suerte ni capacidades... ¿que puedo esperar de la vida? 

Muchas veces acudo a referentes masculinos en películas o series para estudiar que es lo que quieren las mujeres. O al menos que les atrae, aunque sea ficción. He llegado a la conclusión que las mujeres se sienten atraídas por los cirujanos rubios con rizos, musculados, con mala leche y una gran pistola. Algo asi como un cruce entre los protagonistas de "Anatomía de Grey", "El Mentalista", "Espartacus", "House" y "C.S.I". Sinceramente, no se que pueden ver las mujeres en todos esos tipos que son mas de plástico que el ultimo amante de la Duquesa de Alba. Pero a quien no intenta las cosas suele llamársele cobarde. O gilipollas fracasado. 

Así pues fui a una tienda de disfraces y compré una peluca de rubios rizos ("El mentalista"), un taparrabos ("Espartacus"), un gorrito de colores de cirujano ("Anatomía de Grey"), un bastón para caminar ("House") y una pistola de plástico con gafas de sol de espejo ("C.S.I."). Así de esta guisa salí a la calle. Ya pueden imaginar el cachondeo que se montó en el barrio. Las mujeres huían a mi paso, los niños me seguían como a un turista en Marruecos y finalmente dos fornidos policías me llevaron a comisaria acusado de exhibición y altercado del orden. Al menos había aprendido algo. Lo mejor no es la suma de los diferentes buenos. Las mujeres no quieren al mejor a no ser que sea ficción. En realidad las mujeres quieren hombres de carne y hueso, con defectos.

Si esto es así yo debería ser el amante por excelencia. Tengo carne de sobra, huesos grandes y todos los defectos del mundo. Pero resulta que las mujeres tampoco lo quieren todo. No quieren la suma de todo lo bueno, tampoco de todo lo malo, ni tan solo quieren la suma de su hombre ideal. Lo cual me lleva a replantearme que quieren realmente las mujeres. 

Para contestar a esta pregunta acudí al club "El conejito feliz" para descubrir que allí las mujeres lo único que querían eran que pagases tu tarifa y no te excedieses del tiempo pactado. No creo que eso fuese el estándar del deseo femenino, ¿Dónde encontrar mujeres aparte de en las rebajas de El Corte Inglés? En un mercado, claro pero ahí comprobé que las mujeres solo querían producto fresco al menor precio. En el bar las mujeres querían tomarse su café sin que un patán como yo las molestase y en la consulta del medico las mujeres querían quitarse esos horribles picores en sus zonas mas intimas. Lo que me llevó a la conclusión de que lo que una mujer desea va en función del escenario, no de sus coprotagonistas. O sea, de nada servía adaptarme al gusto de las mujeres porque ni yo era un coche deportivo ni tampoco un abrigo de pieles ni aun menos yo soy un ático dúplex en el centro de la ciudad. 

Resumiendo: no tengo dinero, no soy guapo ni tampoco inteligente (el episodio aquí descrito de los disfraces confirma esto último). Aun menos se lo que quieren las mujeres. Quizás solo quieran un tipo normal que les mienta únicamente para decir lo bien que les queda el peinado o la ropa. Eso partiendo de la base que las mujeres necesiten a los hombres. Porque me parece que la conclusión de todo esto es que nosotros necesitamos mas a las mujeres que ellas a nosotros. 


22 sept 2011

Muerte (que no destrucción...)


Nunca me he parado a pensar seriamente sobre la muerte aunque eso no evitará que algún día la muerte piense seriamente en mi (lejano día, espero). Tampoco le voy a poner las cosas fáciles aunque ella acabará ganando la partida. No se preocupen, no tengo intención de morirme en breve, al menos en los próximos cincuenta años. Pero a medida que pasan los años y tu hábitat natural son los bares, te das cuenta de que la gente que te rodea desaparece a menudo y no porque se vayan de viaje a un chiquipark. El otro día en el bar, sin ir mas lejos, creía que había pisado una cabeza de gamba cuando lo que estaba pisando era la mano de un cliente que acababa de perder el titulo de "cliente" y también de "habitual". Al poco rato llegó una ambulancia y se lo llevaron sin mas. A mi pregunta de porque había muerto se encogieron de hombros. Cuando alguien muere no recibe las mismas atenciones como cuando está vivo y he llegado a la conclusión de que eso es porque cuando mueres no puedes escribir en un libro de reclamaciones ni tampoco quejarte a los señores que conducen ambulancias.

Lo que mas me asusta de la muerte no es la muerte en si misma sino lo que sucederá después con mi excelso cuerpo. Podrán hacer lo que quieran con él y yo habré perdido la capacidad queja. Debo reconocer que no soy un quejica, suelo aceptar todo con un distraído encogimiento de hombros pero eso no quiere decir que me atraiga la idea de estar desnudo en una mesa rodeado de personas preguntándose porque he dejado de respirar. Mas que nada porque he dejado de respirar y eso es realmente molesto. La muerte es necesaria en la medida que lo es la vida. Imaginen que nadie muriese, la mayoría de ustedes tienen la suerte de fornicar regularmente y, como consecuencia de ello, algunos de ustedes tienen la mala suerte de alumbrar niños con ese acto.

La muerte es necesaria porque de no ser así imaginen naciendo y naciendo criaturas sin que nadie muriese. Sería como la famosa escena del acantilado de "300" donde los espartanos empujan a sus enemigos por el acantilado arrojándolos al mar. No habría espacio para tanta gente. La muerte es tan necesaria como la vida. Por mucho que resulte molesto morirse. Molesto para los que se quedan, no para el que se va. Dicen que el que muere "descansa en paz", teniendo en cuenta que vivimos unos convulsos tiempos de crisis, hipotecas y créditos impagados, está claro que el que muere descansa mas en paz que los que se quedan con sus deudas. 

Supongo que hablar de muerte no es la mejor manera de empujar un blog que se presume humorístico pero sepan ustedes que incluso en la muerte puede haber humor. Sobre todo si mueres en un prostíbulo de carretera rodeado de dos rusas de más de dos metros -cada una- disfrazadas de pastorcillas, una cabra, media docena de consoladores y la orquesta sinfónica de Praga. ¿Han sonreído al menos? Pues estaba hablando de muerte, Morirse no deja de ser un acto cotidiano como untarse los pezones de nata o hacer puenting desde el campanario del pueblo. Desdramatizemos el tema. Morir está sobrevalorado, cualquiera puede morirse pero continuar vivo es mucho mas complicado. Entiéndanme, no pretendo hacer apología de nada, simplemente reflexiono sobre cuanto me rodea. Y la muerte es algo que me rodea, no la mía. Aun no. He dejado dicho en mi testamento que no me incineren, con lo que peso todo es grasa y alcohol y estaría ardiendo más de un mes. Tampoco quiero que donen mi cuerpo a la ciencia por el motivo que he mencionado antes, no quiero imaginarme en una mesa de disecciones de una universidad con media docena de estudiantes señalando mi micropene. Si algún día sucede eso preferiría estar vivo. He dejado dicho que me entierren en un bonito cementerio con vistas alguna bonita playa nudista. Me gustaría imaginar que cuando todo acabe continuaré siendo un voyeur. Porque desengáñense. A todos nos llega el final. Y aunque no sea uno de esos finales felices de peluquería china, tampoco es el peor final que uno puede tener. 

Imagínense una vida eterna escuchando a Belén Esteban o a José Mourinho. 

Pues eso.





19 sept 2011

El conocido que se parece a un señor que anunciaba yogures de esos...



Tengo un amigo que se parece a ese guaperas que, años atrás, anunciaba yougures. Bueno, no es mi amigo, yo solo tengo saludados y algún conocido al que debo dinero. Digamos que este conocido mío tiene un gran parecido con un actor que anunciaba yogures que favorecían el transito intestinal. Ese actor de quien mi abogado me impide que revele que su nombre empieza por José y acaba por Coronado, el cual comenzó haciéndose famoso en la tele haciendo de guaperas que torcía la boca e inmediatamente la ropa interior de la población femenina se deslizaba piernas abajo. Luego ese actor intentó quitarse el sambenito de actor "guapo" haciendo papeles de señor cabreado, lo cual nunca he entendido porque si yo fuese guapo no me esforzaría por parecer permanentemente cabreado. En su lugar aprovecharía mi físico para conseguir lo único que deseamos los hombres. Y llegó el día en que al actor este le dio por anunciar yogures que favorecían el transito intestinal y claro, imaginarse a un guaperas nacional apretando con fuerza sentado en la taza real pues como que no. A partir de ese momento todo el mundo le recordaría como el señor que va regularmente al baño, lo cual resulta vergonzoso incluso para alguien tan guapo y tan famoso. Todo viene a cuenta de este conocido mío que se parece mucho al señor que anunciaba yogures, solo que un poco mas gordo y con peor transito intestinal. Pese a estar un poco mas gordo las mujeres no notan la diferencia y se aproximan revoloteando hasta él cual abejas a un panal y claro, las estadísticas dicen que siempre hay alguna abeja despistada de la que un servidor podría aprovecharse. Así pues hubo una época en que me dedicaba a frecuentar la compañía del conocido con la estúpida esperanza de que las mujeres frecuentasen mi catre. Cual fue mi sorpresa al comprobar que cuando el señor que anunciaba yogures abría la boca las señoras huían despavoridas como si un apicultor se acercase al panal con una máquina de humo. No se trataba de un problema con su dentista sino que el conocido que se parecía a un señor que anunciaba yogures era atractivo pero tenía la misma profundidad intelectual que un tejón después de ser atropellado en una carretera secundaria a medianoche. Puede que ustedes piensen que con mi carisma intelectual y su carisma físico hacíamos un buen equipo pero fue entonces cuando descubrí que las mujeres no quieren la mitad de cada cosa a no ser que sea la mitad de una fortuna y la mitad de un equipo samoano de rugby en su cama. Las mujeres siempre buscan el hombre completo y si es incompleto al menos que no sea ni feo ni tonto.   

Nosotros lucíamos orgullosos ambos estandartes.   

A mi no me importa que una mujer no sea excesivamente inteligente, es mas, casi lo prefiero. Respecto a la hermosura, no negaré que me gustan hermosas pero cuando el hambre aprieta no puedes esperar comer cada día a la carta, algunos días hay que comer de menú de bar o incluso adentrarse en el fascinante mundo del fondo de los cubos de basura en busca de alguna lechuga que, aunque de sospechoso color, sea comestible. Como pueden imaginar, mi nivel de exigencia es proporcional al hambre que atenaza mi bajovientre y si han seguido ustedes mis aventuras comprenderán que ahora mismo pueda ser el tipo mas hambriento de todo el planeta. Por eso no entiendo que aunque una mujer pueda pasar hambre, siga buscando a un hombre que sea lo mas parecido a Stephen Hawkings después de pasar por "Cambio Radical". Las mujeres lo quieren todo y no se conforman con menos. Los hombres queremos lo que nos den y nos conformamos con dormir calientes. Quizás ese sea el motivo por el que los hombres siempre vamos detrás de las mujeres y no al revés. Por supuesto que habrán féminas dispuestas a rebatir esta teoría diciendo que también hay mujeres que van tras los hombres o que también hay mujeres que no buscan un hombre perfecto sino un fornicio perfecto pero resulta que en este blog de ficción no hay cabida para la ficción ajena. Nunca he conocido a esas mujeres y si las hay por favor que alguien me las presente. Estaría encantado de invitarlas a cenar.   

Un momento, voy a revisar el saldo de mi cuenta corriente.   

Estaría encantado de que me invitasen ellas a cenar, eso pretendía decir. Si quieren puedo venir acompañado de ese conocido mio que se parece a un señor que anunciaba yogures de esos...
 

14 sept 2011

Tipos de ligones 2




El pepito piscina: vestigio de los años 60 cuando las suecas llegaron a nuestro país, el pepito piscina va siempre ataviado con un bañador boxer y una gorra de pescados y pasea metiendo la barriga playa arriba, playa abajo en busca de cualquier maciza dispuesta a escuchar sus aventuras en el servicio militar. Lo mejor que puede hacerse ante el pepito piscina es invitarlo a comer en el chiringuito playero y después abandonarlo pues solo hay una cosa que el pepito piscina desea aun mas que a una maciza y esto es una paella acompañada de un tinto de verano. Puede que resulte contradictorio que la mujer tenga que invitar a un pesado a comer para desembarazarse de el pero a todas luces es una gran inversión.


El madrero: Este curioso personaje vive desde siempre con su madre a quien considera como el centro de su particular universo. A pesar de que la madre pertenece al jurásico y no puede valerse por si misma, el madrero hace que limpie para él, cocine para él y cante canciones de Pimpinela para él (haciendo las dos voces). El madrero idolatra a su madre en la misma manera que la considera una empleada de servicio. El problema del madrero es que -inevitablemente- buscará en cualquier mujer una sustituta de su anciana madre. Se reconocen a los madreros porque, además de hablar solo de su madre, buscan en la futura esposa alguien con las capacidades propias de una esposa de principios del siglo XX: que sepa planchar, cocinar, coser, limpiar y jugar al mus. Evitar a un madrero es fácil, con decirle que no saben ustedes cocinar el madrero se encoge de hombros y huye en dirección a casa a comer las maravillosas croquetas de cocido que cocina su señora madre. 

El cuarentón que va de adolescente rebelde: a estos se les reconoce rápidamente porque, recién cumplidos los cuarenta años se dejan coleta (a pesar de estar calvos y tener cuatro pelos en la nuca), se compran una moto y una cazadora de cuero. El eterno adolescente va acompañado siempre de una eterna barriga cervecera que le asemeja a un cachalote embarazado. Van de duros pero sus tatuajes son en realidad calcomanías del bollicao. El problema del cuarentón que va de adolescente es que cree que todo el mundo debería hacer como él sin darse cuenta de que nadie quiere hacer el ridículo como él. Caminan rebotando sobre los talones como John Wayne al bajar de un caballo e impostan la voz porque creen que son mas machos que una viga de acero. Evitar a un cuarentón que va de adolescente es bastante complicado. Lo mejor es pincharles las ruedas de la moto y salir corriendo montados en una moto de verdad que no sea eléctrica.

El concienciado social: viste con ropa del Humana y del Natura y constantemente habla de comercio justo e injusticias sociales. Pese a ello lleva un iPad, un iPhone y una tablet, come hamburguesas del Hard Rock y tiene un coche que consume mas que una central hidroeléctrica. Son de esas personas que creen que el mundo es injusto pero que los que cometen injusticias son todo el mundo menos ellos. Defienden el comercio sostenible pero compran caviar iraní y champagne francés y en sus caras casa tienen siempre todas las luces encendidas como en un concierto de Kiss. Son la elite de los perroflauta pasados de moda. La mujer puede gozar de dos o tres agradables veladas siempre que eviten tocar algunos temas como los bancos o las multinacionales. A partir de ahí lo mejor es huir. El futuro con el concienciado social es un panorama plagado de aburrimiento y documentales de la 2. 

El que no sabe que es gay: este ligón barato resulta especialmente interesante en cuanto puede convertirse tanto en una cita fallida como en la mejor compañera de compras para una mujer. Niegan que son gays pero tienen mas pluma que la jaula de los pavos del zoológico después de la muda. En una mujer buscan siempre la reafirmación de que son machos pero acaban dándoles consejos sobre como conjuntar ropa o maquillarse para una fiesta de fin de año. Se puede reconocer al que no sabe que es gay porque es el único hombre capaz de vestirse totalmente de blanco para ir al cine como si la vida fuese una eterna fiesta ibicenca. El que no sabe que es gay busca la compañía de las mujeres como los perros buscan la pierna de un humano: todo es apariencia. En realidad el que no sabe que es gay ve películas de gladiadores y escucha a Barbra Streisand porque cree que lo vintage es tendencia. No hace falta que la mujer evite al que no sabe que es gay. No hay segundas citas con esos hombre a no ser que sea para ir a un centro de belleza o a una sauna turca. 

El de los tics: este tipo de ligón barato es especialmente complejo debido a su constante tendencia a mover ojos, cejas y labios como un adolescente en un afetr-hours o como pocholo en cualquier fiesta. Es imposible centrar nuestra atención cuando hablamos con este tipo de personas pero lo que, en principio, parece una desventaja, después se convierte en ventaja. Si salimos corriendo el de los tics nunca podrá seguirnos debido a la imposibilidad física de apuntar a un único objetivo.

Continuará... 



9 sept 2011

Tipos de ligones 1



Ahora que se acaban las vacaciones y nos enfrentamos a la recta final del año, muchos de nosotros (hombres, mujeres e incluso tertulianos de Intereconomia) caemos en la cuenta de que no queremos pasar otro invierno con la fría compañía de una almohada en las heladas noches que se avecinan. Es por ello que acudimos a webs de contactos, encuentros de solteros, mercados de esclavos o anuncios de relax. Todo es licito para conseguir alguien con quien compartir el lecho, sobre todo si consiguen llegar a la noche de bodas evitando la boda misma. Y es por que comienza ya este éxodo de mujeres en busca de hombres -y viceversa- que voy a darles unos modestos consejos para evitar ciertos tipos de ligones baratos y como conseguir escapar a ellos. Se preguntarán porque solo voy a dar consejos a las mujeres para evitar a los pesados. Es evidente: cuantos mas descarten mas opciones tendré yo. Porque desengáñense: soy la única opción válida. Algún día se darán ustedes cuenta y cuando intenten ligar conmigo seré yo quien las rechace. Mayormente porque a este paso voy a volverme definitivamente gay. A lo que vamos:

Tipos de ligones  1

El psicólogo barato: son esos hombres que siempre creen que las mujeres tienen un problema y las han de ayudar para conseguir perpetuo agradecimiento que debería ser la llave del catre. No importa que la mujer acabe de hacer el amor con George Clooney y su sonrisa sea mas amplia que doscientos anuncios de dentífrico en un bucle infinito. El psicólogo barato siempre preguntará lo mismo: "¿que te sucede? estás rara". La mujer dice que no pasa nada pero como el psicólogo barato vive en el monólogo continuará con "a mi puedes contármelo, confía en mí" e intentará acercamientos del tipo amago de coger la mano a la mujer o acariciarle la mejilla como si se tratase de un perro abandonado en la carretera. La mejor manera de desembarazarnos de este tipo de personajes es precisamente lo contrario: embarazarnos. A la pregunta "¿Que te sucede? estás rara" hay que contestar de inmediato "si, verás... es que acabo de enterarme que estoy embarazada... y es tuyo". No importa que la mujer nunca se haya acostado con el psicólogo barato porque antes de acabar la frase el tipo estará corriendo a la velocidad máxima que un idiota es capaz de correr alejándose de la mujer. De todos es sabido que los que quieren solucionar problemas ajenos odian los propios.

El perdonavidas: otro que vive en el permanente monólogo. Es de aquellos que creen que están un escalón por debajo de dios. Vamos, entre David Bisbal y Dios. Diga lo que diga la mujer, el perdonavidas siempre sonríe torciendo la boca y alzando una ceja como diciendo "¡bragas abajo!".  No es que el perdonavidas menosprecie a los demás, es sencillamente que los demás no están a la altura del perdonavidas. La mejor manera de sacar algo de provecho de el perdonavidas lo conseguirá la mujer comprando una lata de gasolina y un mechero. Un perdonavidas ardiendo siempre calienta en invierno y alumbra en las noches de verano.

El que too lo sabe: este resulta especialmente cansino y en ocasiones puede llegar a superar al cansino por excelencia que es el psicólogo barato. El que too lo sabe siempre tiene una historia mejor que la de su interlocutora. siempre es una historia mas divertida y siempre es mas grande y lustrosa (a la historia me refiero, no sean malpensados). Lo más divertido es que el que too lo sabe es incapaz de llevar una conversación si no le dan pie pero darle pie es mas  peligroso que tirar a Falete por un tobogán acuático. No se puede callar al que too lo sabe a no ser que acudáis a la cita acompañadas de varios premios Nóbel y una banda de pandilleros sedientos de sangre y dispuestos a todo.

El 2012 (o el apocalíptico): está convencido de que en el 2012 se acabará el mundo y claro, además de intentar convencer a todas las mujeres de ello también intenta convencerles de que han de aprovechar el tiempo antes de que acabe el mundo. Su concepto de aprovechar el tiempo es fornicar con él. La mejor manera de desembarazarse del apocalíptico es decirle que están dispuestas a fornicar pero que lo harán el 1 de Enero del 2013. El apocaliptico desaparecerá pero no porque sepa que es imposible fornicar si se acabado el mundo sino porque ningún hombre espera mas de un año por una promesa de fornicio.

El futbolero: acude a la cita con la mujer vestido con la camiseta de su equipo de fútbol preferido, queda en un bar donde en el televisor están emitiendo fútbol y no deja de mirar las últimas noticias deportivas en su teléfono móvil. Su discurso apenas sale del área pequeña y tiene una prodigiosa memoria para recordar las alineaciones de su equipo desde hace cien años pero siempre olvida el nombre de la mujer con quien habla. Desembarazarse del futbolero es mucho mas sencillo de lo que parece, simplemente hay que observar cual es su equipo favorito (está en su camiseta, su gorra, su bufanda, su cartera y su llavero) y decir que se es del equipo rival.

Continuará...


2 sept 2011

Tarde en el museo




Por si ustedes no lo recuerdan, malvivo en el centro de una gran ciudad. No se preocupen, no era ningún examen sobre mi persona, yo mismo olvido donde vivo casi todas las tardes de vuelta del bar. A lo que vamos: vivir en el centro mismo de una gran ciudad te proporciona cientos de lugares variopintos donde cazar mujeres. Como uno de esos zoo-safari donde el león conduce un automóvil y observa a decenas de personas caminando entre arboles. Solo que ese león es ahora el peor depredador del mundo: yo mismo. Una gran ciudad te proporciona cientos de escenarios de caza y curiosamente los mejores suelen ser también los más inauditos: Como los museos de arte moderno. ¿Cazar rodeado de cuadros y formas indescifrables? En primer lugar en esos lugares no suelen haber muchos hombres (no es un bar ni un estadio de fútbol, vamos), aun menos hay hombres depredadores y todos suelen vestir pantalones apretados y besar a otros hombres. ¿Y que me dicen de las mujeres? Las hay, muchas y sobretodo disfrazadas. Muchachas espigadas, hermosas aunque escondidas tras horrorosas gafas de medio palmo, con el pelo recogido en un moño y una bonita falda de color morado hasta los tobillos. Pero no se engañen, un oso vestido de payaso sigue siendo un oso. Eso si es que hay alguien tan idiota como para intentar vestir a un oso de payaso. Así pues solo hay que saber buscar. Acercarse a una de esas macizas disfrazadas de bibliotecarias y soltar algún comentario interesante sobre la obra que están (ad)mirando. Vamos, que no sirve de mucho ligar con una mujer que está extasiada ante una magnifica obra pictórica con frases del tipo “menuda mierda” o “mi sobrino pinta mejor” o "¿en serio alguien compraría esa basura?". Siempre será mejor frotarse la barbilla emulando al pensador y susurrar para nuestros adentros (aunque perfectamente audible por nuestra presa) algo como “buena composición” o “excelente paleta de colores” o “es interesante”, cualquier combinación de sustantivos y adjetivos que no quieran decir demasiado pero que atraigan la atención de nuestra futura ex-esposa. Sobretodo intenten contener la risa, un museo es un templo de silencio para pseudointelectuales que desconocen que la vida puede ser divertida.

La siguiente historia es tan real como todas las anteriores y sucedió este verano, en uno de esos días en que el Sol parece querer vengarse de nosotros por vete a saber tu que y los termómetros se acercaban peligrosamente a los 40 grados. Mi aire acondicionado acababa de averiarse nueve años atrás así que decidí abandonar mi infecta madriguera arrastrarme hasta el único lugar que reunía las tres cosas mas atractivas para mi en esos momentos: habían mujeres, era gratis y tenían aire acondicionado.

Un museo de arte.

La exposición era sobre jóvenes artistas. Pues vale, podría haber sido un muestra sobre viejos jugadores de petanca y habría sido igual de interesante para mi. Era verano y en la calle apenas se podía ni respirar. Por cierto ¿cuando deja de ser joven un artista? ¿Si un artista muere joven, cien años después seguirá siendo un "joven artista"? Lo siento, tengo demasiado tiempo libre...

Los cuadros, como siempre, estaban ahí colgados para que alguien como yo los ignorase, lo importante no estaba colgado de las paredes. Había algunas muchachas pero todas obviaron mis sutiles comentarios sobre arte moderno hasta que encontré a una con la que conseguí cruzar mas de dos palabras seguidas. Era alta y espigada, con el pelo largo. Ciertamente hermosa. Que digo... muy hermosa. Demasiado hermosa para un tipo como yo. Además no iba vestida como la típica gafapasta de museo que mueve rápidamente su cabeza de los cuadros a una guía como un conejo con sobredosis de café. Esta llevaba pantalones tejanos y una camiseta de colores que dejaba al descubierto su estómago donde pude ver un precioso piercing en forma de pendiente. Irresistible. Así pues, conteniendo mis primarios instintos de sacarle brillo a su piercing con mi lengua, me acerqué a ella y contemplé el cuadro objeto de su reflexión. Representaba el cuerpo de una mujer desnuda, solo el cuerpo, la cabeza había desaparecido por arte de magia, como si las mujeres pudiesen respirar sin cabeza. Era un cuerpo hermoso aunque de color azulado. ¿Quién diablos había pintado aquello? Las mujeres no son azules a no ser que vivas en un bosque y estés en una secta cuyo líder se llame "Papá Pitufo". Sus pezones eran rojos, como pintados con lápiz de labios en una despedida de soltero. Y su sexo era también de color rojo. ¿Que diablos se suponía que era aquello?

Ah... arte claro.

Y un carajo.

La muchacha desvió la vista del cuadro y me observó sin demasiado interés. No importaba, esa es mi manera de relacionarme con las mujeres. Puro y genuino desinterés.

-¿Que le parece el cuadro? -pregunté
-Dímelo tú.

Observé a la muchacha, su expresión estaba confundida. Como si no acabase de gustarle el cuadro. Bingo: mujer azul con sexo rojo. Había que ser muy tonto para no darse cuenta de que el cuadro la había ofendido sobremanera. La mejor vía para llegar al corazón (u otros órganos) de una mujer es decir todo cuanto ella quiere escuchar. Suele coincidir con lo que los hombres nunca queremos decir. O no sabemos.

-¿Cómo se llama? -pregunté.
-María.
-Mire María de mis entretelas, esta obra es un claro menosprecio hacia las mujeres -comencé señalando al azar el lienzo- mire esas caderas anchas y descompensadas, el trazo grueso, los pechos caídos, los brazos fofos. Nunca querría tener a una mujer así a mi lado al despertar por las mañanas. Es la obra de un pintor, hombre evidentemente, el cual no tiene demasiada idea de lo que es auténtico arte y cuya misoginia le lleva al común desprecio del universo femenino .¿Quien si no le cortaría la cabeza a una mujer azul? A no ser que estés dentro de la película "Avatar" y sea una guerrera sangrienta, claro. Y no es el caso, porque el cuadro no está en tres dimensiones. ¿Qué opina usted?
-Es un cuando fantástico.
-Me parece que no entiende usted demasiado de pintura. Déjeme que le haga notar una cosa: el tipo que ha pintado a la gorda es un aficionado. No tiene nada que ver con las mujeres de verdad, mujeres como usted. Hermosa, grácil ...y con una cabeza.
-El cuadro no lo ha pintado ningún hombre sino una mujer. Mi hermana. Y la gorda soy yo, soy su modelo.
-Pero eso no es posible, usted tiene cabeza y está muy buena.
-Siento no poder decir lo mismo de ti -apuntilló con una sonrisa tan amplia e hipócrita como la de una azafata de vuelo al decirnos "bienvenidos".

La muchacha desapareció y yo me quedé frente a aquel cuadro. Volví a observarlo. La conversación con la mujer había acabado como siempre, con ella dejandome con la palabra en la boca y solo. Pero al menos esta vez había sido diferente.

Volví a mirar el cuadro.

Al menos esta vez había conseguido verla desnuda. Aunque fuese de color azul.










Dedicado a las hermanas Arregui (una de las cuales será mi futura esposa aunque ella aun no lo sabe)


La obra que acompaña esta entrada se titula "Pudor" y es original de Ana Arregui
http://anaarregui.blogspot.com/
http://retoricascorporales.blogspot.com/

Si desean bucear mas en el arte visiten el blog de María Arregui y María Olivero
http://critica-de-arte.blogspot.com/