Cuando se acerca el final del año, miles de solitarios que vivimos en las redes sociales comenzamos -sin el menor pudor- a
exponer nuestros propósitos para el año que está a punto de comenzar. Puede que un
resumen del año a punto de caducar. Somos tan inocentes que creemos
que un día en un calendario puede cambiarlo o resumirlo todo. Como si los políticos
corruptos fuesen menos corruptos el año que viene porque este año ya han cerrado
la campaña 2011 de corrupción. Olviden eso de dejar de fumar y adelgazar o apuntarse a un gimnasio o volver a leer. Eso puede hacerse cualquier día del año. ¿O acaso solo el 1 de enero nuestras ex nos borran del Facebook? Cualquier día es bueno para la desgracia. Cualquier día es bueno para que te despidan, te atropellen o sintonices Intereconomía por error. La desgracia no entiende de fechas señaladas.
Pero es que la felicidad tampoco.
Pero es que la felicidad tampoco.
Y como soy un completo gilipollas no voy a
resistirme a confeccionar mi particular resumen del 2011.
El 2011 ha sido el año de los
indignados quejándose contra políticos y banqueros, de banqueros quejándose de
pobres que son incapaces de pagar sus hipotecas y de políticos quejándose de
otros políticos. Ha sido el año de la queja global. Eso que nos une y nos
convierte en una especie animal donde los gritos y las malas caras son nuestra forma de relacionarnos. Al fin tenemos un
objetivo global: quejarnos del tipo que tenemos a nuestro lado porque actúa o
piensa diferente a nosotros. O simplemente quejarnos porque a ese tipo le
regalan trajes y a nosotros no. La queja tampoco tiene porque ser bienintencionada.
Cuestión de perspectiva. Como el cine en 3D.
Pues a quejarse mas, que la risa provoca arrugas y hay que envejecer terso y estupendo aunque para ello debamos estar permanentemente cabreados.
Pues a quejarse mas, que la risa provoca arrugas y hay que envejecer terso y estupendo aunque para ello debamos estar permanentemente cabreados.
Este ha sido también el año de
Mariano Rajoy, ese señor que parece un leñador de Nebraska al que –un mal día-
un tronco le dio en pleno rostro. Don Mariano ha ganado las elecciones. ¿Su
mérito? Bueno, lo tenía todo a favor y si no hubiese ganado las elecciones los del PP lo habrían puesto de encargado del turno de fin de semana en un McDonald’s. Lo
tenía todo a favor, de acuerdo. Cuando eres George Clooney y estas frente a una
top-model completamente borracha es difícil no llevártela al catre. Ha dicho
Mariano que deberá hacer recortes. Querido Mariano ¿Qué crees que llevamos
haciendo los últimos años? Recortando nuestras vacaciones, nuestros vermús y
recortando el número de gintonics que nos bebemos en los clubs de carretera.
Este año ha sido el año de Mariano Rajoy pero viendo la que se avecina no se si
se le presenta el peor año de su vida.
Al menos él tiene trabajo, ahora mismo no es el mejor trabajo del mundo, pero es un trabajo.
Al menos él tiene trabajo, ahora mismo no es el mejor trabajo del mundo, pero es un trabajo.
Este ha sido el año del auge y la
caída de los programas del corazón, dispuestos a todo por una décima más en el
ranking de las audiencias. Para todos ellos mi más sinceras pedorretas. Y por favor, que alguien le diga a Belen Esteban que tiene la nariz torcida. O que le regale un espejo para reyes.
También ha sido el año -una vez más- de las redes sociales. Ahora cualquier tonto, como el que suscribe, tiene cientos de "amigos" en cualquier red social que le siguen y le ríen las gracias. De nuevo el 3D y las perspectivas. Digamos las cosas por su nombre: los hombres utilizamos las redes sociales para buscar a nuestras ex
novias (y un caluroso reencuentro) y las mujeres utilizan las redes
sociales para ver si sus ex novios tienen
unas mujeres más guapas que ellas. No sirve para mucho más. Bueno, también para jugar a ser granjero virtual o para comprar gadgets mas innecesarios que una televisión en una noche de bodas.
Ha sido el año de la caza y
captura del dictador, un divertido y reconfortante deporte que debería ser olímpico. Siempre ganarían los Estados Unidos. Nos llevan demasiada ventaja en eso. ¿Se imaginan el tiro al plato lanzando dictadores en vez de platos? Yo me apunto siempre que lancen cambien políticos y banqueros. Bueno, y también al perro de mi vecino, que no deja de ladrar por las noches. Es mas divertido matar a los que no piensan como nosotros que dialogar con ellos. Además, si les matas siempre puedes conseguir el premio Nobel de la Paz o una caja de gambas congeladas a buen precio. Ser menos malo también tiene su recompensa.
¿Cómo ha sido su año? Y sobre
todo… ¿Qué esperan del año que viene? Dicen los budistas que si no esperas nada, nada podrá decepcionarte. ¿En serio van a hacer caso a alguien que bebe en un cuenco de madera y no sabe lo que es un teléfono móvil de última generación? Yo espero lo de siempre: fornicio. Mucho
fornicio, claro. A poder ser con una
mujer. O varias. Pero fornicio al fin y al cabo. Si todos fornicásemos mas habría
menos políticos corruptos, menos guerras, menos tontos, pero sobre todo… menos
mala leche.
A fornicar y feliz 2012.