En mi incansable búsqueda del amor horizontal no tarificado, he conocido cientos de
mujeres (incluso algún travieso) y puedo asegurar con orgullo que todas me
rechazaron (excepto el travieso). No es que yo sea un tipo despreciable pero
soy hombre y eso, a los ojos de la mayoría de las mujeres, me hace más
despreciable que encantador. Cuando el machoi pretende encandilar a cualquier hembra, se ve obligado a desmontar todos los mitos que aseguran que en la búsqueda del amor,
el hombre es un ser despreciable. Aclaremos algo, esta afirmación es erronea: el hombre no busca el amor. Mentimos para follar, sin más.
El amor son daños colaterales que ham de ser evitados.
¿Pero como seducir con mentiras a una mujer a quien nada impresiona?
Los hombres mentimos para impresionar porque creemos que impresionar nos
llevará al follar. ¿A que somos básicos? Pues ustedes las mujeres siguen
empeñadas en cambiar eso y en que seamos honestos. Son ustedes las que no
aprenden nada. El hombre es despreciable porque es hombre, intentar cambiar eso sería como intentar que Belén Esteban se sacase el graduado escolar.
Conocí a “porque yo lo valgo” hace tres dias, ella era una mujer rondando los cincuenta, pelirroja y
con un peinado al estilo príncipe de Beckelar que la hacía parecer un travesti
perdido en un descampado. Vestía ropas que ocultaban casi todos sus encantos (si es
que los tenía). Con esto quiero decir que la mujer podía ser simpática (que
tampoco) pero guapa aun menos.
Aunque deben saber ustedes que para creerse la
mejor yegua del establo no tienes que ser la más lozana sino la que más corre.
-Mira –comenzó ella blandiendo un
gintonic frente a mi rostro- yo tengo la autoestima a la altura de los cohetes
que se dirigen a la Luna. Soy una tía divertida, inteligente, guapa, capaz, con
un gran trabajo, cariñosa. Soy la mejor tia que puedes conocer. Ni lo dudes.
Sus palabras sonaban razonablemente bien, eran las palabras propias de una
persona segura de si misma que no necesita que los demás la halaguen. Pero
había algo en ese discurso que no me cuadraba. Ni a mi ni ustedes ¿verdad?
-Permíteme una pregunta, pelirroja –dije poniéndome en pie y dirigiéndome al
resto del bar como si yo fuese el fiscal y ellos el jurado- Has dicho que en
los últimos meses has tenido cincuenta citas a ciegas. ¿Es eso cierto?
-Si –contestó ella desconcertada.
-Entonces contesta pelirroja... ¿si
eres tan maravillosa porque has necesitado cuarentainueve citas más con otras
cuarentaineve víctimas?
-Nadie me resulta interesesante.
-O sea. La culpa siempre es de los demás... Pero veamos: tu pelo parece una
ardilla muerta que se te ha caído en la cabeza, vistes como si acabases de
salir de un todo a cien con ropa cinco tallas mas grandede lo que necesitas, te faltan la mitad de los dientes y eres más fea que un frigorífico por detrás..
Además, eres una soberbia, solo te escuchas a ti misma y desde que nos hemos
conocido solo haces que hablar de tu trabajo. Cosas todas, incluido tu peinado,
que me resultan tan atrayentes como un gato atropellado en una noche de lluvia.
-Tú tampoco eres una maravilla.
-Pero yo no me vendo. Yo soy
consciente de lo lamentable que soy y no pretendo vender mi Ferrari cuando en realidad
conduzco una oxidada bicicleta infantil.
-Que poco te quieres –dijo ella dando un último trago al gintonic.
-Existe una gran diferencia entre ser realista y quererse poco. Es una
diferencia tan abismal como creerte la pieza más cara de la joyería cuando en
realidad eres un par de bragas de rebajas en un centro comercial abandonado.
-¿Tratas así a todas las mujeres?
-No, solo a las lerdas como tú.
Evidentemente no volví a ver a la “porque yo lo valgo”. Tampoco voy
llorando por las esquinas por ello. Mujeres hay muchas, casi tantas como bares.
Mi vida puede que no sea todo lo feliz que podría pero al menos no me engaño
pensando que soy Cristiano Ronaldo y, sobre todo, no pretendo que el Real
Madrid me fiche por cientos de millones.
Mi regate no es tan bueno. Queda demostrado.
Me acabo de dar cuenta de que eso que nos cuenta de que todo le viene bien, no es así en realidad. Por lo que veo, usted también tiene sus filtros...
ResponderEliminarCordiales saludos.
¿Que yo tengo filtros? Venga usted con ropa de encaje y verá cuantos filtros tengo...
EliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas
Personalmente, no me agradan las mujeres que tienen mala opinión de si mismas. Quizás Ud. se vió en una situación exageradamente contraria, pero una mujer sin autoestima es un caso perdido, al menos para mi. Si no se trata bien a si misma, no podrá tratar bien a los demás.
ResponderEliminarAunque siempre podría decirle que se aplique la regla nº 2 de Bill Gates para la vida: "Al mundo no le importará tu autoestima. El mundo esperará que logres algo, independientemente de que te sientas bien o no contigo mismo."
Y ahora que lo pienso, a Ud. podria aplicársele la nº 1: " La vida no es justa, acostúmbrate a ello."
Saludos cordiales sin la mano en el bolsillo.
Prefiero la regla numero 3: ¿Cuanto por un completo con copa incluida?
EliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas
Muy chistoso relato, con el ingenio de la casa aunque nos deja sin comprender para que salió con una tía que le parecía tan fea como la descripción y encima pesada.
ResponderEliminarO quizás el motor de la ficción por sí misma le forzó a vivir ésta interna realidad.
Pues, como dice el refranero popular... "No hay mujer fea por donde mea"
EliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas
ufff que mujer tan insoportable.
ResponderEliminarMi problema es que no me se vender. O me vendo demasiado barata. Igual nadie me compra. Será que necesito teñirme de rubia boba?
vamos, que no sé si lo valgo...
Usted vale mucho, el problema es que la tienda donde la venden a usted está demasiado lejos.
EliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas
Muy buena reflexión. Esa chica realmente no se quería. Cuando tienes una buena autoestima no te hace falta decirlo. Puede ser que incluso fuera disfrazada para la ocasión y te soltó esa chulería como escudo de su propia inseguridad. En fin...
ResponderEliminarGracias querida. Realmente la chica no quería. ¿Usted quiere? (acabo de poner dos cirios, quince barritas de incienso y nueve rezos a la virgen de los imposibles para que la respuesta sea: SI)
EliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas
Ay, la autoestima o su ausencia, el venderse o no venderse. El problema es nuestro por querer complicarlo todo de más, con lo sencillo que sería acercarse a un hombre y decirle: "Tú, yo, a la cama, ahora."
ResponderEliminarAcabo de llegar, me quedaré unos días.
Bienvenida. El día que una mujer me diga "Tú y yo, a la cama, ahora" creo que comenzaré a creer que Dios existe realmente.
EliminarLa respuesta será siempre: "A sus ordenes señorita Rock'N Roll"
Siempre suyo
Un completo gilipollas
Querido hijo mío, tenga usted cuidado con esas mujeres de valía tan dispar que no se sabe nunca si son de temporada o permanecen inalterables tooodo el aňo.
ResponderEliminarEn su búsqueda incansable del amor horizontal no tarificado, vaya más allá del blanco inmaculado merengue. Si pretende regatear en corto hay colores más sufridos a la par que seductores. Y no sea sumiso, está demodè.
Siempre suya, La Abadesa
¿El rojo "me visita una vez al mes? ¿O el marrón "he comido demasiados tacos mejicanos? Seguro que esos colores son mas adecuados. ¿A que si?
EliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas
Que de todo lo dicho me quede con la palabra "lerda".....pero es que me he reído tanto!!!
ResponderEliminarSaludos, m.
Gracias querida... muchas gracias. Que alguien te diga que se ha reído contigo es lo mejor que puedes experimentar (placer carnal aparte)
EliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas
Es que no ha visto usted mi nevera por detrás. Riamos, riamos... al menos ese placer no debemos olvidarlo.
ResponderEliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas
¿Que le está pasando Sr Gilipollas? No ha intentado liarse con ella
ResponderEliminarDebe ser que mi paciencia es menor que mi deseo...
EliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas
Gracias señor Gilipollas por hacerme reir con todas sus entradas.
ResponderEliminarSonia
De nada querida, aunque sepa que otras cosas me gustaría hacerla además de reír.
EliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas
El problema es que por muchos bares que haya, cuando realmente los necesitas, están cerrados...
ResponderEliminarSucede lo mismo que con las mujeres...
EliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas
No es más fácil sino un "follamos?" que toda esa parafernalia, seguro que de los 50, a 5 se ha tirado, estoy segura, porque hombre también los hay desesperados, y porque no, con pelo ardilla también. Alomejor le hubiera gustado y tendría un grato recuerdo entonces.
ResponderEliminarVale... ¿Follamos?
EliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas.