Aunque últimamente haya estado algo silencioso no les voy a permitir
comenzar argumentar que eso se deba a que haya catado mujer que me aparte del
escarnio público que significa este blog. No he catado mujer, lo he intentado
con todas mis fuerzas y mis mejores armas pero no he conseguido llegar más allá
de unos breves preliminares. Quizás porque mis fuerzas y mis armas no son las
de antaño. Pero lo he intentado, en varias citas de las que ahora pasaré a
narrar la ultima. Una cita que, aunque rodeados de vinos, no acabó en la cata
de la mujer. Pero no nos avancemos, recuerden que las mayores decepciones
necesitan siempre de los mejores preámbulos. Vamos a ello: la conocí como se
conocen a todas las mujeres interesantes que no tarifiquen el amor por horas:
en internet. Obviaré su nombre porque sé que a Amalia no le haría ninguna
gracia que lo relevase. Por internet conoces a muchas mujeres aunque, en mi
caso, siempre acabo descubriendo que son hombres que desean empotrarme cual
armario de los años 60. No obstante, para mi alegría y posterior erección, la
persona que apareció por la boca del metro era una mujer. Y que mujer… ojos
verdes, cuerpo de escándalo, pelo rubio, cuerpo de escándalo, maravillosa
sonrisa, cuerpo de escándalo, y unas graciosas gafas de hipster, además de un
cuerpo de escándalo. Me pellizqué varias veces en el antebrazo después de que
ella me saludase con dos besos, en realidad me pellizque tan fuerte que la
próxima semana tengo cita para que un cirujano plástico me reconstruya el
antebrazo, imaginen como era aquella mujer. Caminamos unos cientos de metros
hasta una bodega de diseño donde el vino se paga a precio de oro líquido y te
ponen tanta cantidad como un par de gotas de la lluvia más liviana. La mujer se
sentó frente a mí, o yo frente a ella, nunca se la diferencia. Poco después apareció
de la nada una especie de sumiller de dudosa sexualidad que nos hizo sentir que
el mejor vino que habíamos tomado en nuestras vidas venía en un tetra brick.
Siempre es un placer ir a un sitio caro, pagar el triple de lo que algo vale y
que encima te hagan sentir un idiota. Pero eso poco importaba puesto que la
mujer de maravillosos ojos verdes valía cualquier suerte de humillación.
Estuvimos hablando un rato mientras las copas de vino desfilaban una tras otra,
en realidad medias copas de vino a precio de botella entera. Pero nosotros
reíamos y sonreíamos y reíamos y volvíamos a sonreír mientras las delicadas
copas de vino chocaban entre sí. Y fue entonces, inmerso en esa especie de júbilo
alcohólico, que recordé que soy más pobre que las ratas y que todo el dinero
que llevaba en el bolsillo era un botón de nácar y media docena de cascaras de
pipas. Muchos de ustedes pensaran que aquella cita había comenzado tan
espectacularmente bien como espectacularmente mal iba a acabar. Pero sepan
ustedes que están leyendo las palabras de un genios y los genios siempre encontramos
ventajas donde otros ven adversidades. Mi plan era sencillo: seguir pidiendo
una copa tras otra hasta que ella estuviese tan borracha que pagase la cuenta y
acabase en mi cama sin darse cuenta. Dos pájaras de un tiro. Olviden todo eso
que emborrachar a una mujer para conseguir sexo es un acto que degrada la
condición femenina. No hay nada malo en eso. Lo que verdaderamente denigra a la
mujer es que un hombre de mi condición no le haga el amor cada noche. O al
menos eso me repito cada día cual mantra sexual. Cuatro horas y veinticuatro
copas de vino más tarde nos dirigíamos tambaleantes hacia la salida y justo
cuando la encargada estaba imprimiendo la factura más larga de la historia de
los idiotas que quieren fornicar con mujeres de ojos verdes, mi acompañante se
llevó la mano a la boca y salió corriendo a vomitar. Pero antes de anticiparnos a lo sucedido
sepan ahora ustedes que también hay rubias inteligentes. Dos horas más estuve
esperando a que la de los ojos verdes volviese al local, cosa que nunca
sucedió. Puede que la rubia de ojos verdes se oliese mi jugarreta y saliese
corriendo, puede que se cruzase con un adonis que se aprovechase de la
borrachera de ella, puede que simplemente se perdiese por las calles de la
ciudad, Pero fuese el motivo que fuese lo que la impidiese volver a mis brazos,
las consecuencias eran las mismas. Desde ese día debo acudir cuatro horas al día
para lavar las copas y los lavabos del
local pero lo que nadie sabe es que lo hago con el mismo trapo, la venganza es
un plato que se sirve húmedo. ¿La moraleja de hoy? El alcohol no es malo, lo
malo es tener que pagar por beberlo.
Bravo!!!... De nuevo a las andadas
ResponderEliminarGracias querido Ruy, Aunque "de nuevo a las andadas" signifique "de nuevo a patadas". Un casto y heterosexual placer.
EliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas
De los ojos verdes... al verde del fairy. Definitivamente no es su color.
ResponderEliminarYa sabe lo que decía la canción de Makinavaja, querida... "La esperanza es esa puta que va vestida de verde".
EliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas
en la capital del "gueino" tenemos una esperanza que es una puta que vestida de colores diversos y alternos.
EliminarY hoy, por ser hoy. Le levanto la bolsa y le planto un beso.
EliminarPues muy mal por la de los ojos verdes. Seguro que no le había desvelado usted su identidad secreta porque, de ser así, hubiese caído rendida a sus pies pagando cuanta factura hiciera falta.
ResponderEliminarCordiales saludos.
Pues no se yo... no se yo...
EliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas
Es que eso de que las rubias son tontas, no sé quién se lo inventaría, pero yo creo que las rubias son las más hijas de p***. De tontas no suelen tener ni un pelo.
ResponderEliminar.Estelle.
Deduzco que es usted una estupenda morena, querida Estelle. Era rubia pero ya conoce el refrán "El color de la ceja, marca el de la almeja".
EliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas
Bueno, estupenda no sé, pero morena sí.
EliminarYo conozco el que dice "Rubia de bote, chocho morenote", y no sé cuál de los dos es más basto XD
.Estelle.
Sr. Gili, no sabe como me alegra saber que sigue ud. en el mercado, o sea disponible para cualquier mujer que quiera y desee estar en sus brazos, yo pensaba que tanto decoro en sus últimos post significaba que al final alguien lo había cazado, pero veo que no, que sigue Ud. entero y virgen.
ResponderEliminarReferente a su amiga la rubia de cajita, decirle que ha sido muy lista, tanto que le dejo el muerto a Ud, leáse la cuenta.
Un saludo y un placer saludarlo
Yo siempre estoy en el mercado, querida. Siempre caducado y en la sección de rebajas. Nadie me ha cazado aun, y eso que siempre ofrezco mi orondo cuerpo para que disparen sin piedad.
EliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas
Si ha vuelto a activar los comentarios!! :-)
ResponderEliminarSiento que esta vez tampoco cuadrara, pero por favor, siga usted intentandolo...
No dicen que el que la sigue la consigue?
Animo, suerte y que el alcohol le ayude mejor a la proxima.
muakis
El que la sigue la consigue es cierto, recuerdo el verano de 2007 que después de mucho seguir a señoras que fumaban en el puerto de Niza, conseguí una gonorrea de cuidado y ladillas del tamaño de un jabalí macho.
EliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas
Señor CC: Debería usted hacer un curso de sumiller para llevar a la próxima mujer directamente a su casa y convencerla de que el vino de caja es lo mejor que va a probar. Se ahorrará unos euros y el riesgo de que escape.
ResponderEliminarEn todo caso, también le recomiendo que siga usted haciéndose experto en preámbulos, pues es algo que nos gusta mucho a las mujeres. Ganará puntos y aumentará sus posibilidades.
Un beso
Querida mía,.. bienvuelta. Soy experto en preámbulos, no se preámbulos a que, pero preámbulos. Un placer...
EliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas
"Lo que verdaderamente denigra a la mujer es que un hombre de mi condición no le haga el amor cada noche". Me quedo con ese mantra sexual prometedor y me reto a ser su más fiel seguidora. Sin ojos verdes pero con ojos y con dinero suficiente para las 24 copas del insultante camarero ¿Acepta?
ResponderEliminarYo SIEMPRE acepto.
EliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas
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ResponderEliminarhttp://eyeswhiteshout.blogspot.com.es/2013/10/menudo-gilipollas.html
"La imaginación consuela a los hombres de lo que no pueden ser. El humor los consuela de lo que son." Winston Churchill
EliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas
jajajajaja Ay, qué gracia.
ResponderEliminarCon el objetivo de echar un buen polvo cual táctica intermedia es bien loable, creo yo.
A partir de ahora, recomiendo pedir el móvil y quizá la dirección para futuras pérdidas antes de catar ningún lindo vino.
Y la duda que me corroe: ¿tendría acaso las cejas medio castañitas?
Querida Birdy, mi objetivo nunca ha sido echar un buen polvo. Con echar uno malo me doy mas que por satisfecho.
EliminarLas cejas las tenía medio castañas, pero no era castañera
Siempre suyo
Un completo gilipollas
Leyendo esto me viene a la cabeza una aplicación .....Hottie or Boozie?? , Pibón o Borrachera?? App interesante para noches de mucho alcohol....
ResponderEliminarSaludos
Siempre escojo "Pivón" y siempre acabo en "borrachera"
ResponderEliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas