El Rotring. Lo que significó el Rotring para la paciencia de los adolescentes de los 80s no tiene comparación con ninguna otra enfermedad conocida o por conocer. Tener un Rotring y conseguir hacer una linea sin que al final una gruesa gota apareciese lentamente para joder el ejercicio era una tarea mas imposible que ver las fotos de verano de la Duquesa de Alba y conseguir retener el desayuno en el estómago. Y además eran caros de narices con lo que no podías decirle a tus padres que aquel invento era una mierda del carajo porque llevabas varios curso suplicándoles para que te los comprasen y ser el mas molón de la clase. La escala social se representaba en el numero de grosores que tuvieses en tu poder. Los pobres teníamos uno del 0,5 que apretábamos suavemente para hacerlo mas fino o deslizábamos con lentitud para hacerlo mas grueso. Los ricos tenían dos docenas de grosores, una casa en la playa y un criado llamado Sebastián que rotulaba los ejercicios por ellos. Sepan ustedes que los pobres odiamos lavar platos siendo adultos como consecuencia del hastío por limpiar cientos y cientos de veces los putos Rotring de los cojones bajo el grifo. Con perdón. A los ricos no les sucede eso porque han cambiado a Sebastián por un lavavajillas ultimo modelo.
ZX Spectrum. Si algún lector o lectora de este lamentable blog tiene la desgracia de padecer colesterol o la tensión alta entonces es que ha jugado con un Spectrum de 48k. Se llama "tener una edad". Se desconoce si el colesterol o la hipertensión son consecuencia de esta consola pero solo los viejunos recordamos la primera consola (popular) de juegos. Por aquel entonces alucinábamos con unos gráficos con pixeles tan grandes como la nariz de Karl Malden (otro chiste para hipertensos). Era una época en la que no importaba ser el que mas fornicaba, el que era mas guapo, mas alto o mas inteligente. Quien tenía éxito en la red social de la vida era el poseedor de un ZX Spectrum. Tu pequeña habitación se llenaba de amigos que observaban con ansia como una cinta de cassete giraba y giraba durante minutos y minutos para al final dar un error de carga. De ahí que haya tanto mercado homosexual para gente de mediana edad. Selección natural se llama: todos en una habitación sudando de la emoción y el puñetero videojuego no cargaba. ¿Qué otra cosa podíamos hacer? Además de por provocarte colerterol o ser gay, la ZX Spectrum también provocaba rampas en los dedos de tanto teclear una teclas diminutas para que algo de colores que parecía un coche no chocase contra algo de colores que pretendía ser un árbol.
Los calentadores. Otro de los inventos mas imbéciles de los maravillosos 80s fueron los calentadores. ¿Calentadores de que? Deberían haberse llamado calentadores de tobillos porque el pie estaba desnudo y de la rodilla para arriba todo seguía también igual de frío (a no ser que los luciese una ninfómana diagnosticada). En España se pusieron de moda gracias "Fama" o "Flashdance" aunque en ese escenario tenían su lógica porque los calentadores servían para que las bailarinas calentasen los gemelos al comenzar a ensayar para evitar lesiones (la ninfómana declarada también calentaba gemelos: se llamaban Paco y Manolo y vivian en el piso de arriba). ¿Qué diablos pintaban unos calentadores en una adolescente de Motilla del Palancar con sobrepeso e intentando entrar sin demasiado éxito en la discoteca de dos pueblos mas al norte? Los 80s era una época en la que copiábamos cosas sin el menor sentido porque creíamos que era más importante la estética que la función (como cuando vemos una película porno por primera vez). Contemplar una discoteca en los 80s con todas las mujeres con calentadores era como entrar a una taberna en pleno Tibet y saber que vas a acabar en la cama del Yeti. ¿Que fue de los calentadores? Ahora se llaman calefactores y los tenemos en el baño.
Los juguetes de boxeadores. Cuando la corrección política era solo un sueño en las mentes de los progres, los niños y las niñas de los 80s podíamos disfrutar de maravillosos juguetes que fomentaban el machismo, la violencia y la separación de géneros. Una época maravillosa para los socios del Club de Amigos de Intereconomía. De todos los juguetes que hoy en día todos prohibirían y que mas nos gustaban eran uno donde tomábamos el mando de dos boxeadores enzarzados en plástica confrontación. Y digo "plástica" por el material con el que estaban hechos, porque eran feos de cojones. Dos muñecos de plástico que manejabas con unos botones y tenían un contador de los golpes que recibías. El mecanismo siempre se encasquillaba o el muñeco tenía tanta movilidad que parecían diagnosticado de artrosis. Conseguir dar un golpe al muñeco contrincante era tan imposible que a los pocos minutos, el histerismo se apropiaba de ti, arrojabas el juguete al suelo y pasabas a la modalidad "live" mientras tu madre gritaba desde la cocina que os estuvieseis quietos. Los juguetes de boxeadores eran a la vida real lo que los preliminares al sexo.
(Continuará...)
De todo lo que comentas, sólo tuve Rotring. No recuerdo de cuántos grosores, la verdad. Un vecino mío tenía Spectrum y sí que recuerdo esas eternas esperas hasta que cargaba el jueguito de marras, que solía ser tan soso que no sé yo si valía la pena esperar tanto. Lo que sí tuve fue una Nintendo NES. La primerita que salió. Por lo menos, con ésa no había que esperar. Besotes!!!
ResponderEliminarLa NES era un transbordador espacial comparada con la ZX, Lo mismo que yo comparado con George Clooney. Nota aclaratoria: George Clooney es la NES o el transbordador espacial.
EliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas
Spectrum 48K: tengui.
ResponderEliminarY el rotring para mí iba íntimamente ligado con el compás, que tenía una especie de adaptador para enroscar el rotring. Menudos círculos que hacía... ni uno limpio, joder.
Ese adaptador de plástico era el diablo en persona, cuando creías que ibas a acabar el circulo perfecto se desalineaba y conseguías un mojón del tamaño de la Sagrada Familia. Suspenso asegurado.
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Un completo gilipollas
No se dé que os quejáis a mí me trajeron los reyes el rotring de 0.5 con el compas y a la semana me lo birlaron en el recreo ( si ya sé, tanto jugar al fuchinbol y no vigilar la cartera, que le vamos a hacer) ante la diatriba de la superbronca, me pase todos los cursos de dibujo técnico con un tiralíneas regalado por un amigo poseedor de rotrings de todos los tamaños.
ResponderEliminarResultado, aquello escupía la tinta el doble que el rotring. Hasta que el hermano mayor de un amigo, ya casi ingeniero el hombre, me explicó el truco del asunto, desde entonces todos me miraron mal en clase de dibujo mis planos perfectos y yo el unico sin rotring.
(Nota para curiosos, raspar la cara interior del tiralíneas con lija fina y curar dejándolo en un vaso con lejía esa noche. Mano de santo oigan autenticas técnicas ancestrales)
Que reconfortante conocer el secreto de algo que no nos sirve para nada. Nota para curiosos: Franco tocaba el clavicémbalo.
EliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas
El rotring. Yo me robaba cuanto rotring mal parado encontraba por ahi... Y las demas niñitas se robaban mis dibujos perfectos.
ResponderEliminarA mi nunca me robaron ningún dibujo, ahora lo entiendo todo.
EliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas
"Pasar a la modalidad live"? Jajajaja.
ResponderEliminarBueno, yo tenia juguetes mas inofensivos y creativos, como un juego para hacer disenyos de moda a una especie de Barbie recien cambiada de sexo (la munyeca de ese juego antes se llamaba Manolo).
Lo de los Rotring ciertamente era un desastre...
Y sepa usted que los calentadores han vuelto! Al menos aqui en Alemania. Yo soy tan friolera, que ninguna de mis capas es suficiente, asi que los uso, aunque a veces me faltarian otros calentadores para los muslos.
Saludos!
P.D: A este paso le van a contratar los pesados de "Yo fui a E.G.B" :-)
Great post! Thank you for the information.
ResponderEliminarjeux de aventure
En mi casa no había rebobinador de cintas de vídeo. Claro que cuando aprendí a poner una película en un aparato ya existía el DVD, o el extinto LaserDisc. Eso si, si que
ResponderEliminarPD: Lo que si que habían eran rebobinadores de cintas de radiocassette. Ya sabe usted a lo que me refiero, un boli Bic y a tomar por culo, y nunca mejor dicho porque la cinta solía salir disparada sino eres un poco hábil.
Saludos.
madre mia que recuerdos, yo tenia los rostring cuando estaba estudiando y tenia del 0.2, 0.4 y 0.8, estudiaba delineación y cuando se me rompió uno estuve todo el curso pidiéndoselo a mis compañeros por no decírselo a mis madres XDDD
ResponderEliminarun saludo y gracias por los recuerdos XDD
¡De maravillosos nada!, hoy, siempre hoy, lo demás, es sólo sexo.
ResponderEliminarEn mi cole no te dejaban usar el rotring. Yo, en efecto, tenía el 0'5 y creo recordar que luego conseguí un 0'8. Aquellos planos de plástico, sí. Qué absurdos.
ResponderEliminarLo peor, sin embargo, era el Basic. Una hora escribiendo líneas de código para que un cursor se moviera dos centímetros por la pantalla. Aún me acuerdo de rutinas, información basura en mi cerebro.
H.
A mí los años 80 me parecieron muy interesantes, lástima que yo era un poco peque.
ResponderEliminarSaludos desde www.malagasensual.blogspot.com
Ah! el rotring de mierda. Mi padre era delineante y lloraba al ver mis churretes al correr el cartabón o la escuadra (no había reglas normales en mi casa) hacía abajo en vez de levantar. Solo tenía uno, el 0.5. Mi padre me dijo que a él le había costado media vida conseguir los otros números y que diera gracias que no me mandaba con el tiralineas al cole. Discutió mucho con el profesor de dibujo aquel año sobre la necesidad de que una tarada como yo tuviera en sus manos un artilugio como el rotring. Me aprobó para que no repitiera y no tener que volver a ver a mi padre por ahí.
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