Como bien saben ustedes (y si
no... deberían) hace casi un año que mi burro José frenó en seco provocando un
aparatoso accidente que me llevó al hospital y después a
rehabilitación y la rehabilitación me ha llevado a acudir a un psicólogo.
Ustedes comprenderán que yo tengo tantas ganas de acudir al psicólogo como un
cuarentón heterosexual tiene ganas de acudir a una revisión de próstata. Odio
la sola idea de tener que contarle a nadie todos mis problemas, no tengo ni
tanto tiempo ni tanto dinero ni, sobre todo, tengo ganas. Siempre he creído
que ir al psicólogo debía ser tan emocionante como meter barquitos en botellitas. Todos los actos no cotidianos y que no incluyan alcohol o sexo me
parecen una pérdida de tiempo. Sobre todo si cuestan dinero. En la
mutua me informaron que debía acudir a una psicóloga para que evaluase mi
estado mental tras el accidente. Alguna cosa relacionada con las secuelas que no acerté a comprender. Cuando escuché esas palabras me dieron ganas
de contestar “mi estado mental tras el accidente es el mismo que antes del
accidente”, pero la circunstancia de que “psicólogo” fuese “una
psicóloga” hizo que la aclaración no saliese de mi boca y mi cabeza asintiese
cual sumiso criado enfundado en látex y con una bola atada a mi boca.
El dia de la cita me presenté en
el gabinete psicológico con mis mejores galas que ya saben ustedes que consisten
en una camiseta de “Leche Puleva”, pantalones cortos conmemorativos del Mundial
España ’82, calcetines blancos y chancletas de los chinos. Sepan ustedes que
cuando se dispongan a encontrarse con una mujer deben hacerlo siempre vestidos
con sus mejores galas. Las mujeres, a diferencia de los hombres, son seres que
se guían tan solo por la apariencia obviando la verdadera esencia masculina. No intenten ser ocurrentes o inteligentes, no pretendan impresionar a la otra persona con el intelecto. Simplemente cálcense sus mejores galas y esperen recoger los frutos. Es lo que yo hice.
Transcurridos unos momentos de
ansiosa espera en una sala de ídem, entré en el despacho de la susodicha. De
inmediato caí de rodillas y comencé a sollozar sin poder evitarlo. Acababa de descubrir que Dios existia y acababa de fijarse en un ser tan insignificante como yo.
La psicóloga era una muchacha de unos treinta años, morena de pelo largo cual musa de guitarrista jerezano, delgada y estilosa como una gacela bebiendo en un lago africano una noche de luna llena, sus ojos eran grandes, su boca era grande pero, lo único importante: sus pechos eran grandes. Debería existir alguna norma que obligase a las psicólogas a carecer de todo atractivo físico pues resulta imposible concertarse en la mente cuando delante tuyo tienes un cuerpo como aquel. Era hermosa, era joven y estaba dispuesta a hablar durante toda una hora conmigo lo que significaba que era lo más cerca del amor que he estado nunca con una mujer.
La psicóloga era una muchacha de unos treinta años, morena de pelo largo cual musa de guitarrista jerezano, delgada y estilosa como una gacela bebiendo en un lago africano una noche de luna llena, sus ojos eran grandes, su boca era grande pero, lo único importante: sus pechos eran grandes. Debería existir alguna norma que obligase a las psicólogas a carecer de todo atractivo físico pues resulta imposible concertarse en la mente cuando delante tuyo tienes un cuerpo como aquel. Era hermosa, era joven y estaba dispuesta a hablar durante toda una hora conmigo lo que significaba que era lo más cerca del amor que he estado nunca con una mujer.
La muchacha me ayudó a levantarme
del suelo, me acompañó a una silla y comenzamos a hablar. Pronto me di cuenta
de que el algo parecía flota por aquella estancia. Claro: el amor. Una mujer a la que no le interesas nunca te
haría preguntas del tipo “¿Cómo se encuentra?” o “¿duerme usted bien?” o “¿tiene
miedo a coger el metro?”. Todas esas preguntas demostraban un claro interés de
la jamona con estudios hacia mi persona. Contesté todas las preguntas intentando ser lo mas sincero posible e intentando también no acompañar mis respuestas con el inevitable "ai, oma... que rica". Y entonces llegó la inevitable sentencia.
Como si pudiese importarme saber si estaba loco o no cuando lo único que quería era hundir mi cara entre aquellas magnificas glándulas mamarias.
Y resultó que no estaba loco, pero tampoco cuerdo. Como si alguien necesitase cinco años de universidad para llegar a esa conclusión. Cualquier desconocido es capaz de llegar a esa conclusión a los cinco minutos de conocerme. No la culpo, ella estaba haciendo su trabajo. Además era demasiado hermosa para culparla de nada.
-De acuerdo -dije aun recostado en el divan- Y ahora que ya sabemos lo que sabemos... ¿que tal si se acuesta a mi lado en este diván?
-Eso no es un diván, está usted sentado en una silla -replicó ella con un tono tan gelido como esas cubiteras motadas de escharcha al fondo del congelador-. Y no suelo confraternizar con mis pacientes.
Odio cuando alguien utiliza palabras complejas y no tengo un diccionario a mano. ¿Confraternizar? Quizás había querido decir que no jugaba a algún extraño juego de cartas con sus pacientes. O quizás "confraternizar" significaba compartir un bol de cereales. Quien no se arriesga no gana así que me levanté de aquella silla que la psicóloga se negaba a aceptar como "diván" y me acerqué a ella. Antes de que pudiese besarla, la psicóloga cogió un grueso tomo de 1800 páginas titulado "Tratado de psicología social: perspectivas socioculturales" y me arreró con él en todos los morros.
Aquel dia, además de conocer el mundo de la psicología tambien conocí el mundo de los dentistas y el de los medicos de urgencias. Quizas mi cara parezca ahora un amasijo de color morado sin dientes pero algo me dice que esa psicologa me atizó con un evidente ánimo de "confraternizar".
Aunque ella dijese lo contrario. Aunque yo lleve dos semanas bebiendo y comiendo con una pajita de plástico. Tiempo al tiempo.
Como si pudiese importarme saber si estaba loco o no cuando lo único que quería era hundir mi cara entre aquellas magnificas glándulas mamarias.
Y resultó que no estaba loco, pero tampoco cuerdo. Como si alguien necesitase cinco años de universidad para llegar a esa conclusión. Cualquier desconocido es capaz de llegar a esa conclusión a los cinco minutos de conocerme. No la culpo, ella estaba haciendo su trabajo. Además era demasiado hermosa para culparla de nada.
-De acuerdo -dije aun recostado en el divan- Y ahora que ya sabemos lo que sabemos... ¿que tal si se acuesta a mi lado en este diván?
-Eso no es un diván, está usted sentado en una silla -replicó ella con un tono tan gelido como esas cubiteras motadas de escharcha al fondo del congelador-. Y no suelo confraternizar con mis pacientes.
Odio cuando alguien utiliza palabras complejas y no tengo un diccionario a mano. ¿Confraternizar? Quizás había querido decir que no jugaba a algún extraño juego de cartas con sus pacientes. O quizás "confraternizar" significaba compartir un bol de cereales. Quien no se arriesga no gana así que me levanté de aquella silla que la psicóloga se negaba a aceptar como "diván" y me acerqué a ella. Antes de que pudiese besarla, la psicóloga cogió un grueso tomo de 1800 páginas titulado "Tratado de psicología social: perspectivas socioculturales" y me arreró con él en todos los morros.
Aquel dia, además de conocer el mundo de la psicología tambien conocí el mundo de los dentistas y el de los medicos de urgencias. Quizas mi cara parezca ahora un amasijo de color morado sin dientes pero algo me dice que esa psicologa me atizó con un evidente ánimo de "confraternizar".
Aunque ella dijese lo contrario. Aunque yo lleve dos semanas bebiendo y comiendo con una pajita de plástico. Tiempo al tiempo.
Yo saldría contigo.
ResponderEliminarEstimado Gilipollas,
ResponderEliminarNunca se fíe de una mujer que cuando trabaja va de blanco...! :D
Besos.
Yo voy bastante amenudo al psicólogo, pero con el único ánimo de encontrar por fin a un hombre que me mire a los ojos cuando hablo....
ResponderEliminarSi usted ve la necesidad de volver a ver a su psicóloga, siempre puede alegar que la mejor terapia de choque es volver a enfrentarse a ella porque le dejó traumatizado y, una vez conseguido, si quiere continuar con sus citas semanales, una ligera mención a una infancia triste le asegurarán un año de terapia.
No me dé las gracias, entre gilipollas debemos ayudarnos.
Querida Pedazo de carne. Hubiese preferido leer "yo fornicaria con usted" a "yo saldría contigo" pero me tomaré esa primera fase del cortejo como algo inevitable.
ResponderEliminarQuerida Chatnoir. Para mi desgracia la mujer no iba de blanco, llevaba una peligrosa minifalda. ¿Usted como viste cuando trabaja?
Querida La Maripili. Si no se pusiese usted esos escotes mas profundo que una fosa abisal, los hombres la mirarían a los ojos. Tomo nota acerca de dar tristeza pero la experiencia me dice que el sexo por compasión no existe...
Siempre suyo
Un completo gilipollas
Vaya, parece que me expliqué mal....mi intención era darle una pista para conseguir alargar la terapia con la doctora de pechos grandes, y en ese tiempo, conseguir que se enamore perdidamente de usted, y si no es así, por lo menos usted tendría una cita semanal con una treintañera lozana.
ResponderEliminarSí, lo reconozco, mis escotes en verano y mis jerseys de cuello vuelto y sin mangas en invierno no ayudan demasiado a que los hombres aprecien la profundidad de mis verdes ojos....
Un saludo
De blanco. Por eso se lo digo... ;D
ResponderEliminarQuerida La Maripili. Después de la descripción de su vestuario solo tengo una cosa que decir: ¿La habitación del hotel la reservo de fumadores o no fumadores?
ResponderEliminarQuerida Chatnoir. Siempre he tenido una duda. ¿Debajo de esos uniformes blancos llevan ustedes algo?
Siempre suyo
Un completo gilipollas
Cinturones de castidad, por supuesto!
ResponderEliminar:D
Que pase usted un buen día, una se va a traumatizar a alguna pobre alma...;)
Besos.
Fumadores, por supuesto, intento ser una mujer de provecho y tener toooodos los vícios posibles.
ResponderEliminarPerdone por meterme en comentarios ajenos pero....¿de verdad es importante que una mujer vestida de blanco lleve algo debajo??????
Querida Chatnoir. Entonces voy corriendo a una ferretería. ¿Dónde nos vemos esta tarde?
ResponderEliminarQuerida La Maripili. Me gustan las mujeres con todos los vicios posibles, a poder ser que tengan también el vicio de ser asquersosamente ricas. Respecto a si es importante o no lo que lleva una mujer debajo. Bueno... importante no, pero mis filias deben ser alimentadas con regularidad.
Siempre suyo
Un completo gilipollas
Me da una ternura leerte que no te imaginas...y si encima te visualizo sorbiendo con una pajita y la carita amoratada, se me hace el corazón puré de patatas...
ResponderEliminarPrecisamente, la gracia está en que la psicóloga tenga atractivo físico, para que usted no pueda concentrarse y controlar su mente, gilipollas. Así es ella la que tiene las riendas, no se da cuenta? Y en caso de que se le desboque, como es obvio que ocurrió, el tratado de 1.800 páginas es un buen remedio. Sí.
ResponderEliminarEn fín. Qué más da la locura, qué más da la psique, si nadie está bien de la cabeza en estos tiempos. Al menos algunos lo tenemos claro.
Besos mil.
Pobre gilipollas ... para evitar mayores males, paselé el enlace de su espacio ... de su blog ... así no lo pasaría tan mal y no saldría tan "confraternizadooo" ... Besotes de la Vaca!!
ResponderEliminar!!Hola Fernando,buenos días!!
ResponderEliminarQ risas,estupendo post.
Esa psicóloga no es buena persona,se debe a sus pacientes y debe de hacer todo lo q sea por complacerles.
Q se mejore de sus moratones.
Felicidades por el post,mon ami
Te beso Fernando
Su único problema es que debe de pensar e incluso preguntar antes de actuar. Pero éso ud ya lo sabe.
ResponderEliminarEstimada mama de un bebote. Puede adoptarme si quiere. Prometo portarme bien, hacer los deberes y comerme toda la sopa.
ResponderEliminarQuerida CMQ. Tiene razón, nadie está bien de la cabeza pero la mayoría tienen la suerte de fornicar. ¿Comprende mi tragedia?
Querida vacapaca. Si le paso a la psicóloga el enlace a este blog seguro que encuentra alguna manera legal de meterme en un sanatorio mental para lo que me queda de vida. Mejor casi que no...
Querida Lady_Celeste. Por fin alguien que entiende que la psicologa debería haberme besado para curarme. Usted si que sabe...
Estimado hijoeputa. ¿Pensar antes que actuar? Soy hombre... no pida peras al olmo.
Siempre suyo
Un completo gilipollas
Perdone pero me ha quedado una duda; al decir que su burro José frenó en seco, se refiere a José o al burro propiamente dicho.
ResponderEliminarGracias y perdone las molestias.
Estimado Carlos Galeon. Aclarar que mi burro se llama José. O sea, ambos (que son el mismo) frenaron en seco.
ResponderEliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas
Después de su visita no me extrañe que la mujer le diera "el alta", cualquiera pasa una segunda cita con usted. Pobre.
ResponderEliminarNo se queje, al principio quería un ama que le pusiera el bozal en la boca y le arrease. Pues más o menos ha conseguido.
ResponderEliminarY es que una cosa son las fantasias sadomasoquistas, y otra hacerlas realidad.
Querida Aina. Tiene usted razón, me dio el alta para olvidarse de mi. Eso significa que no me he curado y sigo completamente cuerdo ¿no?
ResponderEliminarEstimado Lorenzo. ¿Cuando he querido yo una ama que me castigue? Yo quiero media docena de amas y un marinero sueco como mínimo.
Siempre suyo
Un completo gilipollas
Enhorabuena por tu clasificación preliminar (blog de humor IV) en los premios Bitácoras (y por el blog, por supuesto), espero que subas muchos puestos. Te deseo mucha suerte. Nos leemos. Un saludo.
ResponderEliminarmejor ni le presento a mi psicóloga, ella me hace dudar de mi heterosexualidad... y yo SI la veo todas las semanas :)
ResponderEliminarEstimado Sr. Gili:
ResponderEliminarDos cositas le voy a decir:
1ª Que sea la última vez que va usted con sus mejores galas y se le olvida la riñonera de Videoclub La Extremeña.
2ª Que sea la última vez que le da el alta una psicóloga macizorra(con perdón) sin hacerle el test de Rorschach....con lo divertido que hubiera sido que nos contase que veía en cada lámina...jo!!!!
Besitos con Prozac,
Nuda
ésa ni es es psicóloga ni ná de ná ¡¡ es obvio q no se ha dado cuenta de lo q usted necesita...,en cambio ,yo si. muacccc.
ResponderEliminarEstos psiologos son todos iguales....mucha charla teorica pero despues a la minima te meten un hostiazo
ResponderEliminarUn saludo
Estimado Gorka. Ni sabía donde estaba en los premios. Ahora pondré toda la carne en el asador para perder un año mas. Gracias.
ResponderEliminarQuerida Adriana. Si quiere yo le demuestro su heterosexualidad para que pierda todas las dudas.
Querida Nuda Veritas. La riñonera me la robaron unos pakistanies en un badulake. Declino toda la responsabilidad en eso. Respecto al test de Rorschach diré algo ocurrente cuando sepa que diablos es el test ese.
Querida Mara. Si usted sabe lo que necesito, démelo ya que hace demasiado que camino solo por el desierto y tengo mucha sed.
Estimado Juanjo. A mi que una mujer me de una hostia no me importa. Lo que me preocupa es que cobre por ello. Ella, claro.
Siempre suyo
Un completo gilipollas
La verdad que nadie puede decir que no lo intentes jejeje. Besos.
ResponderEliminarQuerido Gilipollas, es que no puedo con la vida! Va usted, se pone de tiros largos, le cuenta sus sentimientos (que esto a las mujeres nos gusta una barbaridad), se hace el remolón en la silla-diván, y no triunfa? ¿Pero que a que clase de psicóloga va usted, que no cae rendida a sus pies con una estrategia tan... suya? Desconcertante...
ResponderEliminarUn beso!
Querida Tamara. Siempre lo intento. Nunca lo consigo. Ese va a ser el título de mi biografía.
ResponderEliminarQuerida Lili. Yo tampoco lo entiendo. Usted caería a mis pies ¿verdad? Ya la ayudaría yo a levantarse.
Siempre suyo
Un completo gilipollas
Querido no amigo, como se le ocurre ir a un psicólogo, para escuchar/leer sus tonterias ya estamos nosotros. Además le sale gratis.
ResponderEliminarP.D:Lave la pajita de vez en cuando, que nos conocemos.
Ante sde nada, he de decir que mi madre es psicologa. Si, lo he dicho, psicologa. Y puedo decir que la mitad de las cosas que ella ha estudiado, me las sé yo también. Soy un pequeño amago de psicologa, sin titulo, claro jajajaja.
ResponderEliminarBueno, pese a lo que he dicho anteriormente...tampoco iria a un psicologo. Digo yo, si no hablo con mis amigos de siempre sobre lo que pienso o siento. ¿Que te dice que lo haré con una completa desconocida que va a buscar cualquier hilo del que tirar para decirme que me ocurre cualquier sindrome, o cualquier historia de esas suyas que se sacan dios sabe de donde!
no, desde luego yo, no me arriesgaria a tal cosa, mas que nada por que estoy segura de que acabaria en un manicomio de cabeza y con camisa de fuerza por si acaso.. jajajaja.
No se que decir, pero chico, mucha suerte no tienes. Cuidate eh. :)
Un beso!
Por qué no vá usted a la peluquería????que no quiero decir que tenga malos pelos pero.....
ResponderEliminarEn esos lugares uno se relaja y nosotras,con mucha paciencia escuchamos(soy peluquera)....el servicio de corte es más barato que el de su psicologa,y prometo no darle una hostia.....como mucho si se pasa cortarle un poquito la oreja....pero desde el cariño ehhh!!!!!
PD:LAS SILLAS SON MUY CÓMODAS......Y EL LAVABO NI LE CUENTO....BESOS
AHHHH!!!!! yo no trabajo vestida de blanco,jajajaja
Seguro que no le faltan pretendientas ;D
ResponderEliminarPero pobrecito Sr. Fernando, debe usted contener esos instintos reprimidos de besar o "confraternizar" por eso es que le dan por los morros, por atrevimiento culposo.
ResponderEliminar¿No le bastó la mala experiencia con la muchacha melancólica?
Cre que su táctica con las mujeres está fallando y por eso no folla (quitando a las conejitas que frecuenta, pagando claro)
Oiga... se me ocurre una idea, vaya con una de esas conejitas, a la larga son más baratas que la psicóloga, permiten los morreos y sale usted como nuevo después de la terapia sexual
Si es que...
Ve cómo todo se resuelve en la vida?
Besos,
desde las alturas
Mi estimado Gilipollas hoy me ha dejado usted sin palabras después de imaginarlo en un traje de latex negro, amordazado y atado, si sigue usted así voy a obtener una beca con la sola intención de conocerlo y mire que ya no quiero seguir estudiando. Un abrazo..
ResponderEliminarBuenas, sin saber por qué, me he topado con este Blog. Muchas gracias por haberme sacado unas cuantas carcajadas con esta anécdota que no sé si es cierta, medio cierta o simplemente quieres entretenernos con tus, digamos, "gilipolleces". El caso es que me ha encantado.
ResponderEliminarEn cierto modo me ha recordado a los e-mails que recibo de un amigo con el que su día tuve derechos y ahora tengo confidencias, cada día que sale ahora que estamos en diferentes países. Me ha encantado toparme con esto.
Tienes una seguidora más por aquí. Me gustan los gilipollas pues en el fondo, las personas de verdad son muy gilipollas.
Un saludo desde estas tierras.
Estimado papacangrejo. El día que usted se ponga la faldita que llevaba la psicóloga entonces ya hablaremos... Espere, mejor no.
ResponderEliminarQuerida Want to be perfect. Nunca tengo suerte, buena suerte me refiero. Mala si, siempre. Si usted sabe mucho de psicología podía vestirse como la susodicha y... ¿tiene usted un diván a mano?
Querida Bego. Le aseguro que lo mas cerca que he estado de tener placer con una mujer es -cuando tenia pelo- ir a una peluquería a que me lavasen mi (añorada) cabellera. Que placer, oiga...
Querida en las nubes. Pretendientas no me faltan, en efecto. El problema es que todas duermen los fines de semana en sanatorios mentales y pasean con un cuchillo jamonero escondido en la espalda.
Querida CaroNu.O sea, que la solución que me da usted es que acuda a las mujeres de pago en vez de a las mujeres gratuitas. El problema es... ¿de dónde saco todo el dinero que necesito para saciarme?
Querida Luzy. Ya sabia yo que mi imagen vestido de látex era demasiado tentadora...
Querida Eliza Day. Me ha hecho gracia eso de "un amigo que en su día tuve derechos y ahora tengo confidencias". Por desgracia yo no tengo amigas a las que hacer confidencias y mucho menos derechos...
Siempre suyo
Un completo gilipollas
Amigo mío, definitivamente creo que estamos frente a un personaje distinto e inusual. Me explico: No estar ni cuerdo ni loco no se ajusta al promedio, pues lo normal es arañar algunos de los extremos y en general estar más próximos a la locura que lo otro; entre los cuerdos sólo hay algún genio como Miró, Picasso o Billy Wilder y muy, muy pocos gafapastas.
ResponderEliminarAnte semejante psicóloga, también habría perdido la poca cordura que conservo.
Querido, creo que dados los resultados que ha cosechado hasta ahora debería hacerse mirar lo del atuendo, sobre todo los calcetines blancos y las chancletas y empezar a vestir como un hombre entrado en la cuarentena.
ResponderEliminarPor lo demás, eso es moral y no la del Alcoyano.
Besos.
Ánimo que la tienes en el bote...la dentadura quería decir :-D
ResponderEliminarSalu2
Estimado Sergio. No se engañe. Yo estoy loco, se mire como se mire...
ResponderEliminarQuerida Princesa.¿No visto como un hombre entrado en la cuarentena? Creía que los calcetines blancos y las chancletas son precisamente de eso... de cuarentones desesperados.
Estimado Markos. Es usted el festival del humor. Reciba una cordial patada en las gónadas. De nada.
Siempre suyo
Un completo gilipollas
Podría vestirme como la susodicha, ajá. un divan no, pero tengo un sofá que es realmente cómodo, ¿Te sirve de algo?
ResponderEliminarUn beso :)
Si Ud. quiere me pongo bata blanca y le escucho todo lo que me quiera decir.
ResponderEliminarQué dice voy a comprar la bata?
un saludo
Paso por verte pero estoy más gili que tú y me da pereza leer tantas letras... espero recuperame pronto ... o tendré que consultar un psicólogo ...saludos
ResponderEliminarQuerida Want to be perfect. Si, me sirve ese sofá... siempre que quepamos los dos.
ResponderEliminarQuerida Yo. Olvide la bata, no soy diestro desabrochando botones.
Querida ALTIVOLANTIS. Pues vale.
Siempre suyo
Un completo gilipolas
Que si señor mio, que la tiene usted en el bote XD
ResponderEliminarEstimado gilipollas....en la pelu además de cortar.....se puede rasurar...masajear....y.......bueno si quiere le hago unas fotos,jajaja....
ResponderEliminarUN SALUDO!!!!
Querida BEGO. Usted hagame las fotos que desee, pero no se quede solo en eso :)
ResponderEliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas
oye pues ni lo dudes, te adopto, vente a casa con nosotros...cambias de aires y cuido de tí....
ResponderEliminarQuerida mamá de un bebote. Voy... por cierto ¿hay jacuzzi?
ResponderEliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas