¿Sabían ustedes que el arma
virtual más poderosa para ligar no son esas páginas de contactos ni tampoco
Facebook ni aun menos los anuncios por palabras? En Internet existe un arma de
seducción infalible y poderosa llamada “Apalabrados”. Yo, a estas alturas de la
vida, ya había conocido el juego e incluso había escrito un texto sobre "Apalabrados" en este mismo
blog, pero me cansé de poner las dichosas letritas en orden pues me parece más reconfortante gastar mis horas de asueto
leyendo a Schopenhauer y viendo porno gonzo que jugando a encajar letras con un desconocido.
Hasta que un amigo me dijo que donde hay un desconocido también hay una
desconocida y que, con cierta paciencia y un buen diccionario se puede
conseguir fornicio. ¿Un diccionario? ¿Eso qué es? Recuerdo hace años haber visto
alguno en casa de mis padres. Al final encontré uno en casa de un amigo y
descubrí que un diccionario es un libro donde las frases, en vez de contar una
historia, cuentan palabras ordenadas alfabéticamente. Palabras… apalabrados.
Mi amigo era un puto genio.
Lo siguiente fue instalar el
maldito juego en mi móvil, apenas tarde dos semanas en descubrir que en el teléfono fijo de casa no se puede instalar así que cuando me hice con un smartphone y lo tuve instalado, comencé a lanzar partidas al azar
hasta que en una apareció la foto de una hermosa rubia. A por ella. El problema
es que la rubia no hacía honor a su color de pelo y ganó la partida antes de
que yo pudiese poner más que dos monosílabos. “Eh” y “Uh”. Mi primera partida después
de tantos años y parecía un simio tras recibir tres dardos narcotizantes.
Y lo peor de todo es que en las siguientes partidas, las mujeres con las que
jugaba no contestaban a los chats que yo les enviaba dentro del juego con frases de manual del seductor como “en vez de donar tu cuerpo a la ciencia, dónamelo a mi “ o “las rebajas han acabado, pero por ti me vendo barato“.
-No están para chatear contigo,
quieren jugar y distraerse, solo eso -me dijo mi amigo.
-¿Si no quieren chatear como
conseguiré ligar con alguna?
-¿Tu eres gilipollas?
-En efecto… Fernando, para
servirle a usted.
-Es un juego con letras… utiliza
las letras.
Mi amigo continuaba siendo un puto
genio. Las letras...
En mi siguiente partida utilicé hábilmente
las 7 malditas letras del juego para componer alguna palabra seductora. Solo
conseguí colocar “pez”, “silla” y “cafe”. Tampoco funcionó lo cual confirma que
ni los peces ni las sillas ni el café son elementos afrodisíacos. Y además perdí
la partida. Algo no acababa de funcionar así que volví a reclamar la sabiduría popular de mi amigo.
-¡Para qué diablos te dije que
buscases un diccionario, gilipollas! –protestó mi amigo al día siguiente.
-En efecto… Fernando, para
servirle a usted.
Claro, el maldito diccionario. Lo
recuperé de debajo de una de las patas de mi mesa que siempre cojea y lo
utilicé para la siguiente partida. Después de varios intentos conseguí colar la
palabra “bonita” pero la mujer contraataco con “tonto” a lo que reploque con la palabra “tocar” y ella ganó la partida con “viejo”.Quizás había perdido pero al
menos le estaba cogiendo el truco al tema. Claro, ligar con las palabras del
maldito juego…el siguiente paso consistía en escoger las palabras adecuadamente olvidando el juego en si aunque pronto descubrí que también me gustaba jugar.
Después de 245 partidas
consecutivas perdidas donde no conseguí ligar ni remotamente, y transcurridos tres
meses conseguí ligar con las palabras “empujon”, “aceite” y “macho” (las de mi
oponente fueron “total”, “amor” y “siempre”). Por desgracia, cuando le hube
enviado la dirección de mi casa por chat a la susodicha, reparé en que con
tanto fragor había olvidado mirar la foto y en realidad “colegiala69” era un
señor con una camisa apretada y un gran bigote cruzándole la cara.
Llevo dos semanas sin salir de
casa, gracias a Dios tengo el “Triviados” para hacer más llevadera la estancia
en mi escondite jugando con desconocidos. Al menos en ese juego de trivial no
se pueden escoger palabras, solo respuestas. También pierdo pero duele menos.
Sr. Gilipollas, cuando se "apalabra" algo hay que llegar hasta el final. Afortunadamente tengo mucha paciencia y algún día tendrá que salir de casa. Y si lo que le da grima es el bigote, no se preocupe, ya me lo he afeitado...
ResponderEliminarSaludos.
Vaya, ya sabemos quién era "colegiala69". No serás de Soria, ¿no, Elvis?
EliminarCordiales saludos para ambos...
A día de hoy y que yo sepa no soy de Soria. Pero si hay que serlo se es y punto.
EliminarBesos.
Llego tarde y ya han comenzado sin mi... mal
EliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas
uy! ya vemos porqué había pasado tanto tiempo sin escribir sus genialidades!
ResponderEliminar:)
lo extrañé...
Escapando de un señor es Soria
EliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas
Sí. Yo también te echaba de menos. La oficina es mucho más aburrida sin tus entradas. Besotes.
ResponderEliminarGracias querida, cuando ustedes deseen un stripper en su oficina, aquí me tiene. Un stripper lamentable pero un stripper al fin y al cabo. Lo que cuenta es la intención.
EliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas
Querida mía, si quiere que su oficina sea más entretenida siempre pueden alquilarme por gogó a tiempo parcial
ResponderEliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas
Estupendo, voy a proponerte para el puesto. Sólo una pregunta: ¿Puedes venir a Nueva Zelanda? Trabajo allí. Besotes.
Eliminar¿Ciatica? ¿Olivas que estallan? No se de que me habla usted querida, creo que se equivoca de semental. De todas formas mejor parcialmente que nada. ¿Que parte me ha tocado? ¿Puedo escoger?
ResponderEliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas
A ver, yo tengo dos olivas a punto de estallar pero creo que no hablamos de lo mismo... :)
ResponderEliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas
Ami este nuevo apalabrados me ha dejado sin palabras ,no vale para nada yo muero el otro ,el antiguo,como hago para recuperarlo
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