Hoy es el día de San Calcetín, maravillosa tradición donde los enamorados
se regalan calcetines en forma de ofrenda para sustituir a los que ya lucen con
tantos agujeros que parecen una tomatera de cultivo ecológico. El día de San
Calcetín suele decirse todo aquello que no se dice el resto del año, cosas como
“seremos calcetines el resto de nuestras vidas” o “me encantan tus calcetines”.
Es un día para celebrar, por supuesto,
no todos los días renovamos la ropa interior o los complementos. Por cierto…
¿San calcetín es el santo de la ropa interior o de los complementos? Siempre he
pensado que era un sentimiento muy interior, pero, con el paso de los años, me
he dado cuenta que es la fiesta de los complementos. Dicen las malas lenguas
(aquellos que no regalan calcetines ni por Navidad) que la fiesta de San
Calcetín se instauró para que las mercerías vendiesen más calcetines, apelando
a ese vínculo de fraternidad textil que existe en cualquier pareja que se
precie. Que puedo saber yo… hace siglos que nadie me regala calcetines ni tan
solo por San Calcetín, en vez de eso debo acudir a mercadillos de extrarradio
para, previo pago, encontrar el calcetín para mi pie. Aunque esos calcetines
son tan solo una ilusión, algo que se rompe de inmediato cual boleto de la
lotería no premiado. Solo espero que hoy, día de San Calcetín, alguna alma
caritativa se apiade de mis desafortunados pies y le regale esos calcetines que
hace siglos estoy esperando.
Sea como fuere: ¡feliz san calcetín a todos!
Desde que se han puesto de moda los calcetines de rayas, los tipos de márketing de la industria del calcetín (esos gilipollas) han venido trazando una suerte de estrategia que es la mayor gilipollez de cuantas se hayan desarrollado en el incipiente e innovador campo del márketing del calcetín (esa práctica tan gilipollas): viene a consisitir en que te compras un par rayado y se acompaña en un pack con otro par liso, más o menos a juego. No pretenden que su público potencial vaya por la calle con calcetines desemparejados, pues en eso caso se hubieran dejado de hacer el gilipollas y venderían calcetines por unidades, para que cada cual combinase como le saliera de los pies (viendo que eso supondría reducir a la mitad las ventas, no tardará en salir algún gilipollas del markéting de calcetines que lo proponga; en ese momento, todos los demás gilipollas del calcetín de márketing harán lo mismo, intentando no quedar como gilipollas que, para ellos, viene a ser no estar a la última).
ResponderEliminarBien. Mi pregunta es (la mejor forma de intentar dar a entender que no te importa si te consideran gilipollas pasa por preguntar, y preguntar MUCHO): ¿qué se les ocurre a los gilipollas del márketing de calcetines que voy a hacer con el par liso si se supone que me gusta llevarlos a rayas? Si fuese un tipo sobrio, de los que llevan calcetinos lisos, ¿los calcetines gilipollas del márketing suponen que me animaría a ponerme un estrambótico para de calcetines rayados y salir con ellos a la calle, exponiéndome a que me consideraran gilipollas? ¿Cómo se entiende la nueva gilipollez de poner botones en los laterales de UNO de los calcetines -aceptando que ambos son simétricos y por tanto no sabes si vas a llevarlo por la parte exterior o la interior de la canilla- más que como la nueva ocurrencia del más gilipollas de los gilipollas del calcetín de márketing?
Gracias, creo.
Me pregunta usted como si yo fuese el Dios que todo lo sabe. Que lo soy, de acuerdo.
EliminarMis respuestas a todas sus preguntas: cómete las espinacas, nene... y no des la brasa (lo siento, no tengo otra respuesta)
Siempre suyo
Un completo gilipollas
cómo es posible que esta pregunta/comentario sea más extensa que la entrada del blog? quizá debería plantearse escribir su propio blog....
EliminarEs un día para disfrutarlo, como bien dices, no todos los días le regalan a uno unos calcetines... o unos gayumbos, así que a disfrutar con los pies calentitos y... lo demás en su sitio.
ResponderEliminarSaludos.
A mi nunca me han regalado unos gayumbos aunque si que me han regalado un picardias talla gordo que me queda de miedo, literalmente.
EliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas
Pues, pese a llevar emparejada desde más tiempo del que soy capaz de recordar, nosotros no nos regalamos ni calcetines ni nada. De hecho, ni hemos hecho mención al día de San Calcetín. Será que vamos surtidos de calcetines.
ResponderEliminarBesotes!!!
O eso o se nos acabó el amor de tanto usarlo... mejor los pies calientes, siempre.
EliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas
Calcetines descombinados forever!
ResponderEliminarNo lo había mirado así... por eso San Calcetín cae en febrero... más tarde empezamos a llevar chanclas y antes hace tanto frío que los calcetines son como una segunda piel que se queda ahí desde octubre hasta que se la merienda la bota o salen tomates en el fondo de la misma. (Razón por la que hay tomates todo el año).
ResponderEliminar¡Biba San Calentín!
ResponderEliminarSi no has perdido a tu pareja.. has fracasado como calcetín
ResponderEliminarJajaja ¡Qué graciosa entrada! Las parejas en el mundo de los calcetines es muy duro, casi nunca vuelven a estar juntos tras el viaje a la lavadora... Si queréis algo de vidilla en vuestras vidas, os recomiendo mi sex shop online favorito, un gran tesoro del placer! ¡Salud y felices calcetines!!
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