Nunca he sabido que es eso de la dignidad. Quizás yo mismo la haya tenido en algún momento, pero soy incapaz de recordar donde la dejé. Supongo
que mi dignidad, si es que la tuve, hace años que desapareció sustituida por la
vagancia profesional, el consumo desproporcionado de anís y unas ansias de mojar el churro que
desafían las leyes de lo razonable. Cuando veo una mujer que me parece hermosa
(para mí todas son hermosas), pierdo la dignidad. Cuando veo que tengo que
trabajar (para mí todo es trabajo) pierdo la dignidad para evitar doblar el
espinazo. Y cuando tengo delante una botella de anís pierdo toda dignidad con
tal de que cualquiera me invite a la siguiente copa.
¿Ustedes tienen dignidad? Pues
que suerte. O no. Porque seamos serios: ¿de que sirve la dignidad?
Volvamos, una vez más, a
las definiciones de la RAE, que sirven para ejercer el maravilloso deporte del copia/pega y evita tener
que pensar para escribir.
DIGNIDAD
Del lat. dignĭtas,
-ātis.
1. f.
Cualidad de digno.
2. f.
Excelencia, realce.
3. f.
Gravedad y decoro de las personas en la manera de comportarse.
4. f. Cargo
o empleo honorífico y de autoridad.
5. f. En las
catedrales y colegiatas, prebenda que corresponde a un oficio honorífico y
preeminente, como el deanato, el arcedianato, etc.
6. f.
Persona que posee una dignidadDig
(‖ prebenda). U. t. c. m.
7. f.
Prebenda del arzobispo u obispo. Las rentas de la dignidad.
8. f. En las
órdenes militares de caballería, cargo de maestre, trece, comendador mayor,
clavero, etc.
Al igual que sucede con los discursos
políticos o la lista de ingredientes del pan Bimbo, la palabra tiene otros
significados al que estamos acostumbrados. Pero centrémonos en eso de “Cualidad
de digno”. ¿Qué es lo digno? Volvamos a la RAE y ejercitémonos una vez más en el ejercicio de copiar
textos de internet en vez de escribir.
DIGNO, NA
Del lat. dignus.
1. adj.
Merecedor de algo.
2. adj.
Correspondiente, proporcionado al mérito y condición de alguien o algo.
3. adj. Que
tiene dignidad o se comporta con ella.
4. adj.
Propio de la persona digna.
5. adj.
Dicho de una cosa: Que puede aceptarse o usarse sin desdoro. Salario digno. Vivienda
digna.
6. adj. De
calidad aceptable. Una novela muy digna.
Ya la hemos liado: Dignidad es cualidad de digno y digno es que tiene dignidad. A ver, que no digo yo que los señores de los sillones de la RAE sean unos ancianos que están más preocupados en vaciar la bolsa del pipí que en ayudar a los demás, pero deberían ponerse las pilas. También deberían untar de brea y plumas a Pérez-Reverte, aunque ese es otro tema (más personal). Resumen: la dignidad forma parte del comportamiento decoroso y, además, es una cualidad. Bienvenidos al siglo XVIII.
Ya la hemos liado: Dignidad es cualidad de digno y digno es que tiene dignidad. A ver, que no digo yo que los señores de los sillones de la RAE sean unos ancianos que están más preocupados en vaciar la bolsa del pipí que en ayudar a los demás, pero deberían ponerse las pilas. También deberían untar de brea y plumas a Pérez-Reverte, aunque ese es otro tema (más personal). Resumen: la dignidad forma parte del comportamiento decoroso y, además, es una cualidad. Bienvenidos al siglo XVIII.
Pero sigo preguntándome: ¿de qué
sirve ser digno en una sociedad indigna? ¿Qué hay de digno en los políticos, en
los programas de televisión o en la cerveza Cruzcampo? La respuesta es
sencilla nada digno (y nada bueno, tampoco).
Háganme caso, la dignidad, como
el intentar no vomitar cuando tienes arcadas, está sobrevalorada.
A beber anís, a hacer el vago y a follar... que el mundo se va a acabar.
En eso estoy totalmente de acuerdo. Una sociedad indigna dan ganas de vomitar. La dignidad se ha desmoronado en su propia definición barata.
ResponderEliminarTodo se ha abaratado, la dignidad no iba a ser menos, querida mía.
EliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas