La siguiente historia es tan verídica como pueden serlo todas las anteriores, espero no ofender a nadie con mis vivencias y si alguien se ofende o cree que puedo ser motivo de demanda a causa de injurias o desagravios, no hay problema. Las juezas y abogadas también me ponen. La siguiente historia comienza de nuevo en un encuentro mas o menos fortuito con una mujer razonablemente hermosa, moderadamente punible y considerablemente simpática. Pero como en todo cuento gilipollas, cualquier final feliz esconde solo una ilusión ajena a toda felicidad. La mujer, aunque bastante perfecta, tenía un grave problema: los dientes separados. ¿Nunca les ha pasado que un mínimo detalle como este hace que su cabeza no pueda pensar en ninguna otra cosa? Entre esas dos palas que adornan el frontal superior de cualquier homínido había una separación de apenas unos milímetros, los suficientes para que no pudiese desviar mi vista de ellos y lo suficiente también para que al hablar ella dejase escapar una especie de silbido que me estaba poniendo frenético. Estaba para hacerle mellizos a la luz de la luna y pese a ello yo no podía desviar mi vista de sus dientes separados y mis oídos del silbido viperino. Siempre que estoy hablando con una mujer, el noventa por ciento del tiempo tengo mi vista clavada en sus pechos y el otro diez por ciento intentando adivinar si su mirada esconde furor uterino. Pero con aquella mujer no podía. Ni tan siquiera iba a ser capaz de mostrar mis mejores encantos para llevarla al catre. De acuerdo, no tengo encantos, es una manera de hablar. ¿Nunca han encontrado que un pequeño detalle en su contrincante consigue desmontar cualquiera de sus estrategias? Aquella batalla la perdí, una vez mas. Al menos en esta ocasión puedo echarle la culpa a aquellos dientes separados, no a mis evidentes carencias.
Mire Ud. por donde aprendió que hay otras partes del cuerpo que se pueden ver, se quiera o no.
ResponderEliminarA mi mireme a ...
un saludo
O es Usted demasiado obsesivo o demasiado exquisito, no sé dónde catalogarlo...mire que descartar con lo que liga!!!.
ResponderEliminarBesos.
¿Podría ser Ud. tan gilipollas de rechazar a la mismisima Brigitte Bardot por esta misma razón?
ResponderEliminaralegremente,
Crisitna.
Con lo que a mí me ponen los dientes separados... ay, ese Mikel Erentxun.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarO sea, que reconoce que es gilipollas, que suda como un cerdo, que se lava poco, que tiene un micropene, que pesa 182 kilos... (y eso sólo revisando algunas entradas recientes). ¿Y tiene el valor de decir que se siente visualmente agredido por unos dientes ligeramente separados?
ResponderEliminarKotinussa
Es verdad, cuanto más intentas no mirar una nariz enorme o un ojo mirando pa' Cuenca o unos dientes separados, más lo miras.
ResponderEliminarPero en su escasez de sexo ya podría haber dejado pasar ese insignificante detalle, eso quiere decir que no está la cosa tan mal como nos la pinta.
Besos
Si mi memoria no me falla, la mismísima Patricia Conde tenía hasta hace unos años ese mismo defectillo... pero claro, por insignificante que sea, si se le mete entre ceja y ceja... difícil...
ResponderEliminarBesos.
Querido Sr. Gilipollas, nunca oyó aquello de que son los pequeños defectos los que enamoran.
ResponderEliminarNo sería Vanessa Paradis.
ResponderEliminarVeo que mi comentario es extremadamante separado del de sus acólitos.
Mira que no dejar pasar por alto ese pequeño detalle...
ResponderEliminarCúantas oportunidades perderemos los seres humanos por pura cabezonería.
Un Beso
Una vez salí con una chica que tenía la voz más grave que yo. Sólo me fijaba en su cuello, buscando una manzana de adán. Nunca la hallé. Pero tampoco la volví a llamar. Por si acaso.
ResponderEliminar¡¡¡Claro que sí!!!
ResponderEliminarYa sé porqué aquella chica nunca me cogió la llamada... es que tengo los dientes separados. Tal vez es un síndrome. Tendremos que formar una asociación. Es injusto, nosotros no tenemos la culpa de tener los dientes así. Además, aperendemos a controlar los silbidos y ejecutamos hermosas melodías...
¡¡Discriminación!!
Chicooo!!! Que los dientes se arreglan. Con lo famélico que estás. Claro que yo haría igual.
ResponderEliminarA mi no me gustan los bigotes ni las barbas. Sobre todo a la hora de comer. Argg!
Lo peor que me ha pasado es estar con alguien bizco y ponerme bizca yo. Qué desastre.
Muchos dicen que esta separación (llamada diastema), está de moda. Puede ser por Madonna… El caso es que ahora, en los consultorios odontológicos de diseños de sonrisas, puede ordenarse esta “brecha” a la carta ¿qué tal?
ResponderEliminarEnhorabuena. Ahora ya no hay gilipollas que te ganen. Ni en duración ni en extremo. Porque la entrada de hoy es, sin duda, un grandísimo ejemplo de gilipollez. De los más grandes que has escrito. "Por los dientes separados". Te follarías a una gorda sifilítica solo por follar y desprecias a un bombón (que tampoco te hubieras follado)... ¡por los jodidos dientes separados!. Si va a ser que lo de gilipollas no es solo un apodo...
ResponderEliminar¡Vaya!...yo que pensaba que mi colmillo a lo vampiro era perfecto. Me dá justo el toque perverso, ese de que se pase el tiempo pensando dónde voy a hincarle el diente. Aunque despues de esto.....
ResponderEliminarEstá claro que para gustos, colores. Lo que para un gilipollas como ustéd fue motivo de rechazo, quizás para otra persona, sería motivo de distinción de las demás mujeres y hasta un pequeño encanto.
ResponderEliminarNo hay más que ver su blog, pone ustéd una gilipollez tras otra y hay gente que hasta lo leemos y otras-os hasta le encuentran cierto encanto.
Lo dicho, para gustos, colores.
juas juas!
ResponderEliminarlo de la atracción sexual es un misterio, pero puede que fuera usted un poquito gilipollas
Jejejejeje...
ResponderEliminarEsta vez no he podido evitar sonreir, por tu culpa me van a salir arrugas... bueno, quiero decir, más arrugas... Jejejejeje...
Un besín.
Buenas,
ResponderEliminarSólo me he registrado para decirte que no me creo que seas un gilipollas, tan sólo te gusta llamar la atención...
Y quizás, no eran sus dientes lo que te echó para atrás, simplemente te excusas con eso para que la gente te responda, muchos dándose por aludidos. Todos tenemos defectos y el más grande es el de criticar, que por lo visto a ti te encanta!
Un saludo!
De una gili para otro gili jajaja
Todo esto es facilmente soluciOnable con solo tres palabras: BOLSA-EN-CABEZA.
ResponderEliminarMe gustaba más el blog cuando hablaba de sus propios defectos. Era original. Para hablar de los ajenos ya hay millones de blogs.
ResponderEliminarUna ex-admiradora.
Esos defectos no los ves si realmente te gusta la persona, seguramente no era su destino estar con ella. Además piense que como dice "Julieta Buitrago" es verdad, esta de moda...tendrá que ponerse al día!! jeje.
ResponderEliminarUn saludo
prefiero los dientes separados a la Voz de pito...
ResponderEliminarno puedo con lo hombres con voz aguda...
como dicen por ahi arriba, la solución es la bolsa de papel.
Decididamente no tienes arreglo. Besos.
ResponderEliminarConcéntrese, concéntrese, mírele todo el tiempo a los... ojos.
ResponderEliminarClaro que igual ella se asusta pensando que quiere hipnotizarla para satisfacer sus bajos instintos (de usted) teniéndola inerme. Es que las mujeres piensan cosas muy raras, ¿sabe usted?
Bueeeno... que si es zombie, que si tiene nose q cosa, q luego los dientes...
ResponderEliminarhaberle puesto una bolsa en la cabeza, o prestarle la suya...
todo es cuestión de ponerse creativo!
Bss!
Amigo, a la próxima ocasión que cualquier parte de la anatomía femenina le despiste de su misión, tápela con sus labios...se llevará agradables sorpresa y sonoras bofetadas, a partes iguales, pero no caerá en la pérdida de oportunidad por falta de acción. :-D
ResponderEliminarSalu2
Let it be,
ResponderEliminarCordiales saludos Don C.G.
muy cierto hay detalles que no se admiten -pero al menos la recuerda con cari;o.
ResponderEliminarsaludos
esta vez fueron los dientes,,,,,,la siguiente vez cualquier otra....y en realidad eres tu el que falla
ResponderEliminarPor alusioness:
ResponderEliminarJamás pensé que te atreverías a hacer público el desplante que me hiciste.
Para tu información, no eran paletos, eran colmilloss y tenían la separación perfecta.
Saludoss y silbidoss viperinoss..
Mandawebos D. Gili. Me apuesto lo que quiera a que con esta hubiera usté fornicao.... Si es que dios le da pan al que ¿no? tiene dientes....
ResponderEliminarsaluditos ondontológicos, jajaja
Grandísimo post. Yo, como usted, me he obsesionado por defectos físicos absurdos hasta el punto de no apreciar ni siquiera el conjunto. Ejemplo: los hombres con manos pequeñas, me obsesiono, no puedo con ellas.
ResponderEliminarEstimado Sr. Gili.
ResponderEliminarMire por dónde, le entiendo perfectamente, porque uno puede ser, como en su caso un completo gilipollas pero de eso a comerse cualquier cosa, pues no.
Si tenía los dientes separados y hacía ruídos extraños, pues no se liga, que más vale solo que según con quien.
Y quien piense que una zombie es peor, es que no ha estado con una, hombrepordios.
Qué mala suerte! Si en vez de mirarla insistentemente a los dientes le hubiera mirado usted con el mismo impetu sus pechos, seguro que hubiera caído rendida en sus brazos. O no.
ResponderEliminarBesos.
Aplaudo el humor que se pierde siempre entre la cursileria y la compostura. Siempre rescataré a un gilipollas.
ResponderEliminarQue pena que yo no sea de Barcelona... ;D
ResponderEliminarBesotes y muy buen fin de semana!!!
Voy a tutearte, si me lo permites (y si no me lo permites también).
ResponderEliminarPero que especialito eres majo, así no me extraña que estés a dos velas!!!
Y a mi que me parece que tienen su gracia unos dientes un poco separados...
Pues a mi me encanta esa separación de los dientes ... Pero te entiendo, a mi me pasa cuando veo unas uñas de color rojo chorizo. Ya no puedo mirar otra cosa, me tira para atrás !
ResponderEliminarSucede de un modo y de otro. Rechazar a un guayabón porque tiene risa de mula y lo contrario, irme al catre con un Sr. patata ( en todos los sentidos que imaginen) sólo porque tenga unas manos muy masculinas o una voz y una mirada de cabrón.
ResponderEliminarSucede de un modo y de otro a mi, digo a mi.
uma
Mmm, yo como no soy Paul Newman precisamente suelo pasar por alto cosas de esas... además, hay "imperfecciones" maravillosas, ¡algunas auténticos fetiches!
ResponderEliminarEso sí, debo confesar que una vez salí huyendo de una cita pq la chica olía... raro.
¡Un saludo!
Me ha pasado un par de veces, es inevitable no mirar esos dientes separados! Definitivamente usted tiene muy mala suerte con las mujeres !
ResponderEliminarun saludo completo gilipollas :)
pues si, un completo gilipollas jajajaja
ResponderEliminarcada cual tiene sus manías, pero en mi caso los dientes son una absoluta obsesión, creo que es en lo primero que me fijo de un tio, la salubridad, número y estado de sus dientes, cual caballo.
Y encima hacia ruidos??? na era una vivora, tampoco pasa na.
ResponderEliminarUn saludo
Sr CG
ResponderEliminarLe comprendo. Es una lástima que haya perdido una buena oportunidad, pero es cierto que a veces un pequeño detalle nos impide seguir con alguien. Los dientes, la nariz, las manos... cualquier cosa insignificante puede convertirse en una barrera infranqueable.
A mí, por ejemplo, cualquier gesto que me haga intuir que un hombre es gilipollas me baja la líbido...
Un beso
Pero dios santo, como si fuera un gran defecto. Yo tengo los dientes ligeramente sepaados y no los arreglaría por nada en el mundo. Además, me da un toque de personalidad.
ResponderEliminarP.S: Silbidos? Muy separados los tenia que yenr, jamas me había pasado.
Que fuerte lo tuyo:))) jeje
Aunque me cueste, le doy la razón absoluta. Cuando hablo con alguien que tiene los dientes mal sólo le miro la boca. Es horrible.
ResponderEliminarGenial de nuevo.
Choque esos cinco!
Jajajaja, te quedaste sin polvo por unos dientes?... si es que no se puede ser tan exquisito, hombre!
ResponderEliminarUn beso, querido Gilipollas :)
Vaya, quizá eso sea una estúpida pero buena señal de que no era buena idea acostarte justo con ESA mujer, por pensar algo digo...esperemos que tengas más suerte con la siguiente :)
ResponderEliminarNo sea tan exigente!
ResponderEliminarPor 2, Sr CG!!!!! Es UD una auténtica calamidad!!!! ¿¿No se supone que a Ud lo que le interesa es llevarse a una mujer al catre?? Entonces, qué problema tenía Ud con los dientes separados??
ResponderEliminarAsí nunca va a consumar...
Hágame caso: la próxima (si la hay, porque a este paso no sé yo), aunque tenga los dientes picados de caries o llenos de sarro, o no tenga dientes, qué sé yo... por favor: ni caso.
Ud a LO SUYO. Mírela un poco más abajo de la boca... y ya está.
Si es que... hay que decírselo a Ud todo!
Besos
Madonna tiene diastema, entonces también le harías el feo a Madonna? (pilas con la respuesta xq yo también tengo diastema) :p
ResponderEliminarEn cuanto sepa lo que es la diastema las contesto a ambas, a Maddona y a usted.
ResponderEliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas
Estimado Sr. Gilipollas: El espacio entre los dientes es lo q se llama diastema. Entre los más famosos se encuentran los de Madonna, Ronaldo y Ronaldinho. Un diastema bonito no es problema como el de Madonna, el problema es tener un diastema feo como el de estos dos famosos futbolistas.
ResponderEliminarEstimado Sr. Gilipollas: El espacio entre los dientes es lo q se llama diastema. Entre los más famosos se encuentran los de Madonna, Ronaldo y Ronaldinho. Un diastema bonito no es problema como el de Madonna, el problema es tener un diastema feo como el de estos dos famosos futbolistas.
ResponderEliminarJo cuanta gente hay con los dientes separados y qe le ofenden algo habrá
ResponderEliminar