Gilipollas 2.0

Llevo semanas (meses quizás) pensando cómo darle la vuelta a este blog. Una solución pasaría por rodear la mesa y verlo desde la parte trasera pero resulta ciertamente incomodo además de que un montón de cables poco aportan a la cultura popular. Por cierto, miren la parte trasera de sus ordenadores, ¿ven todo ese polvo? A por un trapo. A lo que vamos, mi reflexión es acerca de la utilidad de un blog como este más allá de la mera distracción.  Distracción que me sorprende pues en este blog no hay mujeres desnudas ni tampoco videos de gatitos. ¿Qué hay más allá de la distracción? ¿Acaso un blog es cultura? Supongo que en el siglo XXI todo es cultura, desde los carillos de Belén Estaban llenos de sobaos pasiegos hasta un partido de futbol. Nos ha tocado vivir una época donde la cultura es algo que, por fin, pertenece al pueblo y no a unos pocos dotados. Democratizar la cultura es algo que debería haber sucedido hace mucho. Convertir la cultura en algo zafio, común, algo alejado de lo hermoso o lo inteligente. ¿Son cultura los blogs? Para contestar a eso primero deberíamos contestar a la pregunta de si Internet es cultura.  Puede que sea la cultura que nos ha tocado vivir y un blog no deja de formar parte de cuanto nos rodea. Ya sea un blog de ficción, un blog político, de fotografía, de arte, un blog de deportes o un blog donde una adolescente expresa lo desgraciada que es mientras se hace fotos vestida de negro mirando al infinito. Aun y así, eso sigue siendo cultura. Y no lo digo porque yo tenga un blog y quiera hacerme el culto, hay poco más idiotas que quien suscribe. Lo digo simplemente porque lo creo. Pero la cultura es algo en constante movimiento y este blog que están ustedes leyendo ha cumplido ya una etapa. Una estupenda etapa de historias (reales o no, eso que importa), consejos e intercambio de palabras. La mayoría de ustedes, mis amables lectores, son despreciables, pero yo les quiero igual. Aunque ninguna de ustedes haya querido tener sexo  por compasión con el que suscribe. Ese fue uno de los motivos por los que comencé esta aventura virtual, claro. Ahora ya no sirve que ofrezcan sus intimidades para salvar el log. Llegan tarde y como en toda buena tragedia que se precie: el rey ha tomado ya su decisión y los vasallos lloran por su negro futuro. ¿Pero qué decisión es esa? Se preguntarán ustedes. O quizás no se pregunten nada. Quizás simplemente se encojan de hombros y vayan a controlar el horno que se les quema el asado. ¿Qué más da? El mundo de los blogs, de las redes sociales, es un mundo tan firme como una hoja de papel de fumar en plena tormenta. Nos creemos que será para siempre y siempre acabamos cansándonos. Es inevitable. Y nuestros arcaicos cerebros no están hechos para tanta virtualidad. Y entonces decimos “adiós”. Pero siempre acabamos volviendo, con otra forma. ¿Qué más da?

¿Es esta virtualidad una vida real? Espero que no. Aunque algunas de las mejores cosas que me hayan pasado hayan sido gracias a la virtualidad. Pero ha llegado la hora de cambiar el blog. ¿Hacia dónde? Aun estoy pensando… y no crean que eso es fácil para mí. Lo de pensar, aclaro.

¿Cuál es el siguiente paso en este blog? No desaparecerá. Pero tampoco será lo mismo. Hacer reír si: siempre. ¿Cómo? Esa es la pregunta y la respuesta que quien suscribe debe encontrar. Renovarse o morir. Y morir es realmente un engorro. En su presentación del iPod, Steve Jobs formuló una verdad universal: algo común a todos es la música. A absolutamente todos. Desde mi punto de vista un blog debe ser algo muy concreto o totalmente universal. Podríamos discutir aquí sobre política, sobre patchwork o sobre modelismo, pero eso es algo concreto. En cambio, el humor es universal. Así pues, lo que tengo claro es que continuaré exponiéndoles mi visión del mundo desde el humor. Debemos pensar de manera global y para eso les necesito a ustedes, los lectores. Me he dado cuenta durante todo este tiempo que, a veces, eran más interesantes las conversaciones que se daban en los comentarios a los post que el propio post, lo mismo sucedía en Facebook o en Twitter. Porque un humorista no es nadie sin alguien que ría al otro lado. Sin ustedes. ¿Cómo será el nuevo blog? Aun estoy pensando. Solo les pido que no se marchen.

Lo malo, se hace esperar.