Soy un gran fan de ese programa que emite en Energy llamado "Crónicas Carnívoras . No soy capaz de imaginar un documental mas apropiado para el hombre (y la mujer) del Siglo XXI que este particular ejercicio de "comer hasta vomitar". Es la perfecta definición de en aquello en lo que nos hemos convertido. Yo, como gordo oficial de mi familia, de mi comunidad de vecinos y de la blogsfera he de decirles que contemplo embelesado el programa y como el presentador o invitados hacen auténticos esfuerzos por retener la comida en su estomago. Es como ver una película porno donde observar el carnal placer ajeno se convierte en placer propio. Lo mas curioso es que los programadores de ese canal de televisión (que tiene nombre de batería de móvil de los chinos) lo han programado a las nueve de la mañana. A la hora del café descafeinado con leche desnatada y sacarina, contemplamos el maravilloso espectáculo de señores grandes comiendo grandes platos con grandes cantidades de comida. No puedo ser mas fan de una cosa así.
Propongo un nuevo programa llamado "El Hijoputa ese que tiene comida" donde observemos la reacción los habitantes de un remoto poblado de Etiopia donde desnutridos niños observen como los americanos hacen gala de la máxima de "comer hasta vomitar". Lo que nos íbamos a reír... o no.