Últimamente no me apetece escribir demasiado en este blog lo que me ha movido (metafóricamente) a un ejercicio de reflexión sobre lo sucedido (ayudado de media docena de cervezas) y resulta que entre los vapores del necesario alcohol he encontrado alguna que otra respuesta. Nadie debería escribir por obligación. Este blog tuvo un comienzo modesto, un discurrir prometedor y un ocaso necesario. Porque queridos animales de compañía míos: todos tendremos un ocaso. Todo lo que comienza, continúa y acaba muriendo. Hubo un tiempo en que este blog registraba cientos de visitas al día, cientos de comentarios en los posts y miles de risas. No me quejo, el –modesto- éxito de este blog es a lo máximo que puede aspirar un completo gilipollas sin ninguna otra capacidad destacable. Todos tenemos un ego y a todos nos gusta que nos lo alimenten. Es como el sexo o el café, mejor dos tazas e intenso. Pero ha llegado el momento de cambiar. Y remarco el hecho de he que he dicho “cambiar”, no “acabar”. A partir de ahora escribiré textos más breves y más a menudo, voy a desactivar los comentarios y no preocuparme de cuanta gente llega al blog, por donde llegan, tampoco si les gusta o no. Porque amigos (y enemigos míos), sepan ustedes que solo desde la libertad se escribe lo que uno desea realmente. Independientemente de lo que opine la gente. Estuvo muy bien conversar con ustedes a través de este blog, lo agradezco aunque esto quitase tiempo a mi pasatiempo favorito: ver “Sálvame” mientras me masturbo compulsivamente untando mí pene en yogur de papaya. También agradezco el tiempo que han invertido ustedes en escribir sus comentarios. Si quieren ustedes comentar cualquier cosa pueden encontrarme en Twitter o Facebook (Facebook página oficial), incluso tengo una dirección de correo electrónico (completamente.gilipollas@hotmail.com) y un perro de esos que mueven la cabeza en la parte trasera del coche. Ha sido un placer leer casi todos sus comentarios. No me culpen por no poder seguir haciéndolo. La libertad de hacer lo que se quiere es más importante que el ego. En nada volveré con algún post breve e incomentable... bienvenidos al primer día de mi necesario ocaso.