Nunca he comprendido porque a los gobiernos les cuesta tanto salir de la crisis cuando es algo tan sencillo como doblar turno en la Fábrica de la Moneda e imprimir las billetes. Reconozco que no soy muy ducho en economía de hecho todas las palabras relacionadas con ducho o ducha me dan repelús (no entiendo esa obsesión de la gente por la higiene) así que como la mejor manera de entender algo es ir a la fuente, esta mañana, después de leer las noticias de hoy sobre el Banco Central Europeo y ese señor con pinta de pelícano perdido que se llama Draghi, decidí acudir a la fuente para saber mas, el problema es que en la fuente del parque que hay en mi barrio solo hay indigentes lavándose los sobacos, perros lamiendo piedras y palomas perdidas. Quizás se referían a otro tipo de fuentes. Así que me dirigí al bar mas cercano, me planté en la puerta y pregunté a grito pelado si a alguien le apetecía discutir sobre macroeconomia. Después de media docena de escupitajos, un botellazo y dos bofetones, entendí que un bar no era tampoco la fuente de la sabiduría económica ¿Dónde encontrar la respuesta a lo que sucede en Europa? ¿Donde exponer mi fantástica teoría de que es tan sencillo como doblar turno en la Fábrica de la Moneda? Fácil, a una oficina bancaria. Aunque fue allí también donde me topé con el rechazo, primero porque mi aspecto invita a pensar que soy mas un atracador que un dialogante ciudadano y lo segundo porque los empleados de banca resultaton ser tan dados a hablar de macroeconomía como los borrachos del bar. Así pues no me queda mas remedio que exponer aquí mi teoría para sacar a Europa de esta crisis tan falsa como los billetes del Monopoly: ¡Doblen turno en la Fábrica de la Moneda, cojones!"