Leo en un blog de lo más
interesante, un magnifico texto sobre la gente que critica a los demás por su físico (entre otros temas) y me ha hecho reflexionar (que no es volver a flexionarme
porque la primera vez ya no llego).
El físico ajeno es lo primero que
nos llega a los ojos, por muchos espejos que haya delante de nosotros,
cualquiera que no sea nosotros mismos puede ver nuestro cuerpo mejor que
nosotros mismos. Dicen algunas personas que prefieren a los/las simpáticos/as a
los/as guapos/as. En primer lugar evitaré ser políticamente
correcto porque la coletilla del “os/as” resulta tan incómodo como pesar 186
kilos e intentar atarse los cordones de los zapatos. Vivimos en un mundo donde
la moneda que más se cotiza es la que se ve, no la que se intuye ni se escucha
ni tampoco se lee. Como decía Groucho
Marx: “¿A quién va usted a creer, a mí o a sus propios ojos?"
La primera vez que fui a un
dietista me hizo desnudar completamente, me obligó a subir a una báscula que
crujió bajo mi pesó y me dijo que debía volver a la semana siguiente. “¿Volver
para qué?”, protesté. “¡Si ya estoy aquí!”. No voy a criticar a los dietistas, pues ignoro para que sirven, pero con aquel conseguí perder
tres kilos, cinco meses y más de novecientos euros. Si la genética te hizo ser
gordo o delgado, puedes ser menos gordo o menos delgada pero la genética de
Falete no le convertirá en Cristiano Ronaldo por muchos nutricionistas que se
coma.
Pero el problema no es querer ser
como no se puede ser (o si se puede pero con un esfuerzo sobrehumano), el
auténtico problema es que queremos que los demás sean como no pueden (o no
quieren) ser y si no lo son, les criticamos. “Cada día estas más gordo, hombre”.
“Come un poco mujer, que estás en los huesos”. ¿Quién no ha escuchado nunca una
de esas frases? Nos empeñamos en juzgar, criticar o alimentar inseguridades
ajenas con la inconsciencia de quien juega a la ruleta rusa con una pistola
automática. ¿Saben por qué? Porque criticar nos hace sentir mejor que aquellos a quienes criticamos. Cuanto mas critiquemos mejor nos creemos. Curiosa manera de perder el tiempo. Nos encanta etiquetar a los demás
para criticar también. La envidia es el deporte en el que España siempre es campeona
del mundo, año tras año, sin rivales a su altura. Los delgados critican a los
gordos y los gordos a los delgados. Unos no entienden a otros y los otros no
entienden a los de más allá.
Veo la foto que acompaña a este
texto (Oliver Hardy & Stan Laurel) y no se me ocurría nunca aconsejar a
estos dos genios que adelgace uno o que engorde el otro. Lo único que les diría
es: “seguid haciéndome reír”.
No me preocupa ser gordo ni
calvo. Me preocuparía ser político o asesino. Cada uno es como la genética le
ha hecho y como los bares le han moldeado. No se obsesionen ustedes con ser
ballenas varadas en la playa o alambres de ferretería. Somos lo que somos, no
lo que los demás ven que somos. Y yo soy un completo gilipollas, gordo eso sí. Pero más feliz que una perdiz.
Naaa no se preocuparía por ser político o asesino. Esos no tienen conciencia.
ResponderEliminarY si la tienen está de vacaciones...
EliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas
Desde el corazoncito de esta ballena varada en la arena que quiere ser más menuda por diversos problemas de salud, informo a los reacios a gastarse un duro en dietas que esta humilde servidora, en once meses ha perdido veintiocho kilos y medio con el gasto justo de renovar zapatillas cada equis tiempo. "Menos plato y más zapato" es un dicho muy cierto. Y lo más importante, sin perder el bueno humor, del que creo que subsisto. Abrazos. De ballenato.
ResponderEliminarÁnimo, pero hágalo solo por usted, porque usted quiere o usted lo necesita. Ánimo de nuevo.
EliminarY si la tienen está de vacaciones...
Siempre suyo
Un completo gilipollas
Probablemente no llegue a ser más feliz que una perdiz por condicionar las delicias de la pitanza a no seguir subiendo agujeros de cinturón, pero leche, ¡es que antes tenía una genética y ahora otra!.
ResponderEliminarSomos lo que somos, y cada vez más.
Estimado Sergio DS el motivo por el que ahora va con unas mujeres y antes iba con otras tambien es la genetica.
EliminarYo antes no iba con ninguna y sigo sin ir con ninguna.
Y si la tienen está de vacaciones...
Siempre suyo
Un completo gilipollas
A mí lo que más me gusta es la cerveza con tapa y el pastel de chocolate. Se lo recomiendo a cualquiera que quiera ser más feliz.
ResponderEliminarY si la tienen está de vacaciones.
Encasillar a la gente de acuerdo a su aspecto físico es de gente superficial y que no sabe ver más allá de sus narices. Un besote.
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