Algunas personas acostumbran a enviarme correos electrónicos preguntándome sobre el amor. ¿Cómo reconocer el amor? ¿Qué hacer? ¿Cómo escapar? Entiendo que son preguntas que todo ser humano se hizo, se hace y se hará. ¿Pero por que coño me lo preguntan a mí? Solo se que el amor es una pérdida de tiempo. Yo entiendo de fornicio y eso tan solo como teoría. Escribo mis experiencias sobre cómo intento meterme bajo las faldas de cualquier mujer para que, quienes me leen, sepan como nunca deben comportarse si persiguen el éxito. Y a pesar de todo eso, ustedes siguen preguntándome sobre el amor.
En este mismo blog hay una sección titulada "Consultorio del doctor gilipollas" que tampoco parece suficiente para quienes sufren males de amor porque no les satisface un simple consejo. Quieren ser felices ya mismo y eso es una utopía a no ser que tengas un DeLorean que vuela. Los seres humanos nunca comprenderemos que es el amor porque el amor es un error de diseño de nuestra especie. ¿Cómo contestar sin defraudarles a absolutamente todos?
(Cinco cervezas mas tarde)
¡Ya lo se! ¡Tengo la solución! ¡Una mesa redonda! Hubiese preferido una cama redonda pero vamos a hablar de amor. O a intentarlo. Para esta mesa redonda he convocado a algunas personas de este blog que quizás algunos recuerden: el señor de Soria que no tiene nombre pero le gusta besar a otros hombres, mi amigo Abundio (perdidamente enamorado de una compañera de trabajo), Maria "la dientes" (una conocida del barrio que fuma bajo un farolillo rojo y tarifica el amor por horas) y a mi buen amigo Foxy Fita (lider del grupo musical "Los Sexys"). Los junté a todos en un bar y pedí cinco cervezas bien frías mientras ajustaba el cartelito encima de la mesa que decía "Primer congreso gilipollas del amor". Mi primer error fue que la mesa era cuadrada.
En este mismo blog hay una sección titulada "Consultorio del doctor gilipollas" que tampoco parece suficiente para quienes sufren males de amor porque no les satisface un simple consejo. Quieren ser felices ya mismo y eso es una utopía a no ser que tengas un DeLorean que vuela. Los seres humanos nunca comprenderemos que es el amor porque el amor es un error de diseño de nuestra especie. ¿Cómo contestar sin defraudarles a absolutamente todos?
(Cinco cervezas mas tarde)
¡Ya lo se! ¡Tengo la solución! ¡Una mesa redonda! Hubiese preferido una cama redonda pero vamos a hablar de amor. O a intentarlo. Para esta mesa redonda he convocado a algunas personas de este blog que quizás algunos recuerden: el señor de Soria que no tiene nombre pero le gusta besar a otros hombres, mi amigo Abundio (perdidamente enamorado de una compañera de trabajo), Maria "la dientes" (una conocida del barrio que fuma bajo un farolillo rojo y tarifica el amor por horas) y a mi buen amigo Foxy Fita (lider del grupo musical "Los Sexys"). Los junté a todos en un bar y pedí cinco cervezas bien frías mientras ajustaba el cartelito encima de la mesa que decía "Primer congreso gilipollas del amor". Mi primer error fue que la mesa era cuadrada.
-Todos queridos -comencé poniéndome de pie- bienvenidos al primer congreso gilipollas del amor donde vamos a discutir sobre eso mismo, sobre el amor. Porque sino lo habría llamado "nos vemos en el bar".
-Yo creía que venia a una orgía -dijo el señor de Soria guiñándome un ojo.
-Yo tengo prisa que he de ir a hacerme la permanente -dijo Foxy Fita mirándose en un pequeño espejo que acababa de sacar de su chupa de cuero.
-¡Silencio! -grité dando un fuerte golpe encima de la mesa- Nadie os ha dado la palabra, soy el moderador, solo podéis hablar cuando os de la vez, como en la cola de la panadería.
-¿Podemos beber aunque no nos des permiso? -preguntó Abundio.
-Eso si -contesté- pero no bebáis mucho porque el presupuesto de este congreso es de cinco euros y las bebidas no se incluyen.
-¿Entonces para que son los dos euros? -preguntó Maria "La dientes" ahogando todas y cada una de las vocales de la frase (a María la conocen como "la dientes" aunque en realidad no le queda ni uno solo en toda la boca, circunstancia esta que la hace tan famosa como solicitada).
-Para mis cervezas -dije orgulloso de haberlo previsto todo- Y ahora vamos a a lo importante: ¿Vosotros creéis en el amor?
Nadie contestó así que repetí diez veces la pregunta hasta que me di cuenta que no les había dado la vez. Mis amigos son tontos pero disciplinados.
-¡Hablad coño!
-Entonces que hable la puta sin dientes -dijo el señor de Soria- que es la única que gasta de eso.
-¿De amor? -pregunté.
-De coño -contestó el señor de Soria.
Entonces Maria "La dientes" se levantó y se marchó de allí sin decir nada mas. Fantástico. No habíamos ni comenzado y ya habíamos perdido a una ponente con lo que solo quedábamos cuatro hombres. Bueno, tres hombres y el señor de Soria.
-Yo si que creo en el amor -comenzó Abundio- estoy enamorado de mi compañera de trabajo.
-Yo creo en el amor en las áreas de descanso de la autopista Gerona-Francia -dijo el señor de Soria.
-Yo creo que debería ir saliendo porque tengo hora a las 5 en la peluquería.
Y diciendo esto, Foxy Fita también desapareció del bar.
-No os preocupéis amigos -dije con tono pausado- nosotros tres podemos seguir hablando del amor.
-¿Tu crees en el amor, gilipollas? -preguntó Abundio no sin cierto escepticismo.
-Creo en el amor siempre que acabe en sexo -contesté entre trago y trago-. En realidad creo en cualquier cosa que acabe en sexo.
-Pero el amor no es sexo -protestó Abundio.
-¿Entonces por que le llaman "hacer el amor"? -pregunté yo.
-El amor es una tontería -dijo el señor de Soria- yo nunca he sentido amor por una mujer.
-Tu calla camionero maricón -dije.
Y con la última palabra de mi frase, el señor de Soria se levantó de la mesa y también desapareció del bar. Entonces miré a mi amigo Abundio y me di cuenta que no podía discutir de amor con él. De nada sirve discutir de amor con alguien que está enamorado. Es como discutir sobre alcohol con un borracho o discutir sobre honestidad con un político. Todos han perdido el norte.
-El amor no existe -dije levantando mi cerveza- y con esta conclusión doy por finalizado el primer congreso gilipollas sobre el amor.
-Menuda mierda -dijo Abundio.
-No lo sabes tu bien amigo, por cierto ¿llevas dinero para todas las cervezas que hemos tomado?
Salimos corriendo del bar como alma que lleva el diablo mientras el dueño del bar nos perseguía calle abajo diciéndonos de todo. Moraleja: el amor siempre cuesta dinero (y no solo en los locales que frecuenta Maria "la dientes"). ¿Realmente creen ustedes que cinco descerebrados como nosotros íbamos a comprender lo que miles de millones de personas llevan sin comprender durante cientos de años? Como dijo el maestro Groucho Marx: "Lo malo del amor es que muchos lo confunden con la gastritis y, cuando se han curado de la indisposición, se encuentran con que se han casado."
La mesa redonda no parece haber sido demasiado existosa pero me alegro de que haya retomado el contacto con el señor de Soria. Hay que mantener las amistades. Cordiales saludos.
ResponderEliminarEl señor de Soria duele...
EliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas
El amor es carísimo. La próxima mesa redonda debería ser pro-fondos para que cierta fan suya les visite, y les explique... El amor no es gratis.
ResponderEliminarEl amor solo es caro en los puticlubs de lujo. Gratis nunca...
EliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas
Yo ni gastroenteritis ni amor, querida... eso si, una ciatica de un par de narices... es imposible envejecer sin que la cadera vaya por un lado y el cuerpo por otro. ¿El amor? Es una pérdida de tiempo...
ResponderEliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas
El amor es la falacia mayor contada capaz de persuadir a cualquiera, sin embargo, confieso que sin él yo no sé vivir, de las partes de mí es la más criminal, un eterno insatisfecho… Pero déjeme decirle que nunca se malgasta a pesar de no ser sufragado en la misma medida que se merece o se desea. El truco para que no le roben a uno el alma falsos paraísos que entretienen está en el corazón, el que fue hecho para ser roto.
ResponderEliminarEmpero a sus muchos reniegos contra él y considerarlo una pérdida de tiempo, admítalo, asaz interés por descifrarlo sí que le suscita o, por lo menos, tanto como para perder su tiempo en disponer el Primer congreso gilipollas del amor... Igual es que, muy a su pesar, en sus huesos siempre faltará la séptima costilla.
Salutaciones completo gilipollas.
La catilinaria
Querida mía, mi séptima costilla se llama Svetlana y trabaja en el club de carretera "Rusas Interminables". No me falta, me cuesta mucho dinero, eso si... pero no me falta.
EliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas
Vaya cositas mas raras llega a leer uno. jejeje
ResponderEliminarSaludos desde www.malagasensual.com
Como siempre...
EliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas