3 de Agosto

Ayer gasté todo el día mirando culos femeninos Ramblas arriba, ramblas abajo. Si no conocen ustedes Barcelona y son amantes de los culos deben saber que esta ciudad y este paseo son el nirvana de los cuartos traseros. El Shangri-la de las mallas ajustadas. La copa de Europa de la gelatina bamboleante. Miles de culos enfundados en miles de diferentes telas. Puede parecer triste pasar el segundo día de vacaciones mirando culos pero mas triste es pasar todo el día en la playa con los niños, la sombrilla, la arena y la suegra. La tristeza radica en hacer lo que no deseamos hacen, no en lo que los demás no desean hacer. Ahí les dejo la frase para que reflexionen durante las vacaciones.

Después de este festín de posaderas fui paseando tranquilamente hasta la playa donde vi mas culos pero estos estaban demasiado desnudos y yo siempre he sido mas de sugerir que de mostrar (no me quito la camiseta ni cuando me ducho solo en casa). El verano es la estación del año que convierte en bipolares a tipos como yo. Por un lado odio el calor que me hace sudar como si viviese en el interior de una sauna turca pero por otro lado el verano me regala la visión del cuerpo femenino en su mínima expresión textil.

De acuerdo, ver una película porno en pleno invierno tampoco es mal plan.

¿Y hoy que? Es domingo y me va a costar entender que estoy de vacaciones porque realmente todos los domingos son vacaciones. Quizás caminaré por la ciudad, pero no mucho, doscientos o trescientos metros son suficiente ejercicio para alguien como yo. Quizás haré una ronda por los bares del barrio para descubrir cuales van a estar cerrados por vacaciones o no.

O quizás recuperaré esa película porno que tengo guardada para el invierno.