6 de Agosto

Pasar las vacaciones en un hospital tampoco es mal plan. Se está fresquito, te dan de comer gratis y si protestas lo suficiente puedes conseguir drogas, Lo malo de todo esto es que, después de la ronda matutina de los carniceros, me dieron el alta. Al parecer las insolaciones y la deshidratación no merecen mas atención que una noche de hotel pagado por el estado. ¿Y para todo esto pago mis impuestos? Bueno, en realidad no los pago pero como indignarse es tendencia según la revista Vogue, pues eso. Ahora mi piel es de color rojo intenso y tengo el estómago mas revuelto que una concejalía el día que recalifican terrenos. No obstante estoy vivo y he aprendido la lección: el deporte nunca es sano. ¿Que voy a hacer en mis vacaciones? El deporte queda descartado y tampoco puedo exponerme al sol durante los próximos años a no ser que encuentre un traje de buzo de mi talla. ¿Desesperante? Puede que si, pero donde ustedes encuentran inconvenientes yo encuentro ventajas.

Voy a culturizarme.

Para los disléxicos, los idiotas y los que ven Intereconomia, he de aclarar que culturizarse no consiste en estar todo el día en el gimnasio tomando pastillas y subiendo y bajando pesos para conseguir que tus bíceps sean mas grandes que tu propia cabeza. Culturizarse -en mi caso- consistirá en ir a museos para empaparme de cultura. ¿Por qué alguien querría hacer tal soplapollez cuando en el bar se está fresquito y hay alcohol? La respuesta es bien simple: en los museos también se está fresquito y si uno consigue evitar todas esas mierdas que cuelgan de las paredes, encontrará que el museo también es un lugar lleno de mujeres ávidas de conocimiento. Y aquí estoy yo, para que me conozcan por los cuatro costados. Lo primero es confeccionar una ruta de museos. Ya les contaré.