Una de las cosas habituales del verano es tumbarse en cualquier lado para comenzar a leer, una tras otra, todas las decenas de revistas del corazón que se publican en nuestro país. Pueden ustedes hacer una sencilla prueba e ir a cualquier quiosco a ver cuantas revistas hay, no obstante, atendiendo a que el que suscribe ha hecho tal ejercicio, les ahorraré ese tiempo y les daré una solución. Ahí va la lista: Diez Minutos, Lecturas, QMD, Sálvame, Pronto, Hola, AR, In Touch, Love y Cuore. Eso sin tener en cuenta otras revistas que también hablan del corazón como Interviu, Elle, Cosmopolitan, etc. Vivimos en un país donde a diario se emite un programa de corazón que cuatro horas (Sálvame), un hecho impensable en cualquier otro país minimanente racional. No obstante, no veo ningún problema en todo esto, sobre todo porque las famosas en top-less es el contenido habitual de estas revistas en verano. Es curioso ver a todos esos padres de familia, en la playa, hojeando distraídamente la revista que ha comprado su mujer, hija o suegra, pasando una hoja tras otra para ver pechos de famosas mientras desvía la vista para ver todos los pechos de la playa (menos los de su mujer, hija o suegra). Las revistas del corazón en verano son eso: puro vicio descerebrado, paraíso de voyeurs y criticonas. Un paraíso de papel couché donde observamos a los famosos en sus yates o en sus villas. Hay mucha gente que se pregunta porque hay tantas revistas de este estilo, la respuesta es simple, somos cotillas por naturaleza. ¿Y que me dicen de esas revistas donde ponen globos con frases pretendidamente graciosas saliendo de la boca de los famosos? Imagino a los becarios fumándose unos cigarritos de la risa mientras redactan todo eso, incrédulos de que, además, les paguen por ello. Las revistas del corazón en verano son un contenedor de todo cuanto rechazamos pero nos atrae. Hagan ustedes un simple ejercicio, vayan ustedes a una playa, a una piscina o a una terracita de verano. Observen ustedes que están leyendo todas esas personas? ¿Son libros? No lo parece... mas bien parecen revistas del corazón. Somos lo que compramos, al fin y al cabo, todos tenemos un corazón ¿no?
A mí no me verá leyendo revistas del corazón. Ni en verano ni en ninguna otra época del año. Prefiero ocuparme de mi vida que de vidas ajenas con cuentas bancarias más abultadas que la mía. Cordiales saludos.
ResponderEliminarQuerida mia, yo no me ocupo de vidas ajenas con cuentas mas abultadas que la mía, ojalá me ocupase. Pero no. Solo las observo. Observar es la base de todo conocimiento, sobre todo cuando en verano las revistas están llenas de mujeres ligeras de ropa a las que observar varias veces de arriba a abajo (y viceversa).
EliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas
aww siii y el suyo es bello :)
ResponderEliminarNo se si el mio es bello pero, a juzgar por los últimos análisis, está lleno de colesterol. Debe ser la estricta dieta a chorizos y cervezas que gasto...
EliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas